Las redes alimentan el machismo
Una investigaci¨®n premiada por la Universidad Pablo de Olavide muestra c¨®mo las plataformas consideradas sociales a¨ªslan y acent¨²an los prejuicios
Las redes sociales a¨ªslan y acent¨²an los prejuicios. Aunque suene parad¨®jico y contradictorio con el nombre atribuido a estas plataformas, los algoritmos usados para delimitar los contenidos apropiados a las afinidades mostradas en la red y el af¨¢n por engancharnos para sacar el mayor r¨¦dito posible a la publicidad crean un fen¨®meno llamado ¡°burbuja de filtros¡±: un espacio en el que solo entran notificaciones de determinadas caracter¨ªsticas y se evitan otras contradictorias que podr¨ªan aportar puntos de vista distintos para tomar decisiones y formar opiniones m¨¢s razonadas. Un trabajo sobre este efecto?realizado por Gema Valencia a partir de perfiles machistas, a favor de la igualdad y neutros, ha sido reconocido por la Universidad Pablo de Olavide en los premios a Estudios de G¨¦nero.
El filtro burbuja comienza cuando Google cambia en 2009 su sistema de b¨²squeda para ofrecer resultados personalizados y otras compa?¨ªas incorporan mecanismos similares, ¡°Solo se nos muestra lo que queremos ver o, m¨¢s bien, lo que un algoritmo piensa que nos interesa. Se trata de un proceso pasivo en el que se desconoce c¨®mo se realiza ese filtrado o edici¨®n de contenido, por lo que no sabemos qu¨¦ parte de la realidad nos estamos perdiendo¡±, destaca el estudio.
En el reforzamiento de posturas como el machismo, seg¨²n el trabajo, el efecto es a¨²n m¨¢s perjudicial. ¡°Si personas con perspectivas contrarias a la igualdad tienen menor acceso a contenidos feministas y est¨¢n expuestas a informaciones que refuerzan sus visiones, pueden quedar atrapadas en un bucle que las lleve a una polarizaci¨®n machista¡±, advierte Valencia.
Palabras claves que desaparecen
La investigadora ha puesto a prueba la red al crear perfiles con caracter¨ªsticas intencionadamente machistas, feministas y neutras. Una de las conclusiones de su estudio muestra un dato preocupante. ¡°Los contenidos referidos a acosos, abusos y agresiones sexuales o asesinatos machistas desaparecen para algunas usuarias y usuarios de una etapa a otra. Esto supone un indicio de c¨®mo el sistema de recomendaci¨®n podr¨ªa acabar reforzando unas posturas u otras con la omisi¨®n de noticias tan trascendentales para la lucha por la igualdad y la democracia. Si las violencias machistas desaparecen de los news feed de los usuarios y usuarias, la distorsi¨®n sobre la realidad y la percepci¨®n de la desigualdad podr¨ªan verse afectadas¡±, destaca Valencia en las conclusiones de su estudio.
Otro resultado refleja c¨®mo Facebook, en la mayor¨ªa de las ocasiones, no llega a mostrar ni el 50% de publicaciones totales difundidas por las p¨¢ginas sobre las que el usuario ha mostrado preferencias. ¡°Es importante tener en cuenta este filtrado si cada vez m¨¢s personas se informan mediante las redes sociales, con Facebook a la cabeza (¡). El hecho de que se pierdan noticias dificulta el desarrollo de un proyecto colectivo en sociedad y, en consecuencia, el consenso social necesario para la lucha contra las desigualdades de g¨¦nero¡±, concluye Valencia.
¡°La realidad est¨¢, pero no llega. Si no salimos de la burbuja, se refuerzan nuestras creencias¡±, afirma la investigadora, que ahora ampl¨ªa la investigaci¨®n para su tesis doctoral.
Stella Luna de Mar¨ªa, directora general de la consultora PentaQuark y ajena al estudio, coincide. ¡°La burbuja de filtros es una realidad, es un c¨ªrculo vicioso creado por la intenci¨®n de las compa?¨ªas de que sigas enganchado, de que pases m¨¢s tiempo en las redes a trav¨¦s de las b¨²squedas que realiza el usuario, su perfil, el patr¨®n de navegaci¨®n, los likes. Ofrecen lo que te gusta, m¨¢s de lo mismo¡±, explica.
¡°La red social no quiere que haya equilibrio. Pero no con un inter¨¦s ideol¨®gico sino comercial. Sin embargo, el resultado es que remite informaci¨®n que hace m¨¢s f¨¢cil la difusi¨®n de noticias falsas y la manipulaci¨®n. El usuario est¨¢ atrapado y puede perder su capacidad cr¨ªtica¡±, advierte esta experta en macrodatos.
Salidas
Tanto Valencia como De Luna coinciden en la soluci¨®n: una actitud activa de los usuarios y educaci¨®n. Estas salidas implican una actitud activa en la b¨²squeda de informaci¨®n para ¡°romper el c¨ªrculo vicioso¡± y dejar entrar en la burbuja informaci¨®n contraria a nuestros prejuicios. ¡°Hay que cambiar los h¨¢bitos en las redes y ser cr¨ªticos con las fuentes. Si solo se persigue la gratificaci¨®n instant¨¢nea y nos llega una sola versi¨®n, somos m¨¢s manipulables¡±, afirma De Luna. Es lo que Valencia denomina ¡°alfabetizaci¨®n medi¨¢tica¡±, a la que a?ade la necesidad de ser ¡°responsable¡± de aquello que difundimos o respaldamos en las redes.
La parcialidad de la informaci¨®n que recibimos a trav¨¦s de las redes es m¨¢s preocupante si se tiene en cuenta que el 48% de la poblaci¨®n con acceso a Internet en Espa?a usa Facebook para leer, compartir o comentar noticias, seg¨²n la encuesta Digital News Report?2018, realizada por la Universidad de Navarra en colaboraci¨®n con la Universidad de Oxford. A esta red se le suma la creciente influencia de Instagram (la red social con m¨¢s crecimiento), Whatsapp o Twitter, donde se produce el mismo efecto de la burbuja de filtros.
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