El mito de la obediencia ciega
En un experimento de realidad virtual, las personas no se pliegan sin escr¨²pulos a la autoridad
Atado a una silla virtual, un avatar humano se retuerce y gime de dolor. Lleva un jersey con el logo de University College London (UCL). Frente a ¨¦l, un alumno de la misma universidad brit¨¢nica equipado con gafas de realidad virtual ha pulsado un bot¨®n que simula la administraci¨®n de una descarga el¨¦ctrica. Momentos m¨¢s tarde, el chico debe volver a pulsar el bot¨®n para activar una electrocuci¨®n ficticia a¨²n mayor. Pero la reacci¨®n de su v¨ªctima ha sido tan realista que, esta vez, el chaval duda. ¡°Por favor, contin¨²a¡±, le pide Mar Gonz¨¢lez, la neurocient¨ªfica y experta en realidad virtual que dirige el simulacro.
Ella y varios compa?eros han dise?ado esta versi¨®n actualizada de un experimento clave en la historia de la psicolog¨ªa social: el estudio de obediencia de Milgram. En el m¨¦todo original de 1961 el alumno estaba separado de su v¨ªctima, un actor de carne y hueso, por un panel de vidrio. Las descargas tambi¨¦n eran falsas, pero ¨¦l no lo sab¨ªa.
El psic¨®logo estadounidense Stanley Milgram ped¨ªa a cada participante que electrocutase a su sujeto cuando ¨¦ste fallaba en las respuestas a una prueba de memoria. Los muchachos casi siempre cumpl¨ªan; entraban en lo que Milgram describi¨® m¨¢s tarde como un ¡°estado ag¨¦ntico¡±, una obediencia ciega en la que el individuo se considera un mero instrumento de la autoridad. A d¨ªa de hoy, los psic¨®logos no est¨¢n convencidos con esa explicaci¨®n.
En el laboratorio de UCL, los alumnos participan desde el interior de una cueva de realidad virtual, pueden marcharse cuando quieran y saben perfectamente que nadie sufre por sus acciones. No por ello les resulta f¨¢cil llevar el experimento a t¨¦rmino, seg¨²n describen Gonz¨¢lez y sus compa?eros en la revista cient¨ªfica PLOS One. Es sorprendente, pero la investigadora asegura que, a nivel biol¨®gico, las personas ¡°responden de manera realista¡± en escenarios de realidad virtual.
La desobediencia es un mecanismo que te ayuda a continuar cometiendo atrocidades
El experimento de Milgram estaba orientado a entender las atrocidades del Holocausto despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial: ?podr¨ªa ser que los c¨®mplices de la masacre solo estuvieran siguiendo ¨®rdenes? Un problema con la teor¨ªa del estado ag¨¦ntico, seg¨²n cuenta Gonz¨¢lez, es que solo explica los casos de obediencia, y no la desobediencia que tambi¨¦n se observa en muchas situaciones. Este experimento de realidad virtual se dise?¨® grabando a un actor con sistemas punteros de captura de movimiento para crear el avatar. El uso de la tecnolog¨ªa permite ahora revisar el estudio de Milgram bajo la estricta mirada de los comit¨¦s de ¨¦tica.
En el nuevo experimento, como en el original, los participantes leen cuatro respuestas posibles por cada pregunta que le plantean al avatar. Si el humano virtual no recuerda la opci¨®n correcta, ellos deben electrocutarlo, con un voltaje proporcional al n¨²mero de fallos. Preocupados ante esta posibilidad, muchos alzan la voz al pronunciar la respuesta correcta. La trampa no es siempre voluntaria, pero tiene el claro prop¨®sito de ayudar a la v¨ªctima.
¡°En nuestro experimento, encontramos que se puede obedecer y desobedecer a la vez: la desobediencia es un mecanismo que emplea la gente para poder continuar obedeciendo¡±, explica Gonz¨¢lez, que ahora trabaja para Microsoft Research en EE UU. ¡°Cuantas m¨¢s veces intentan ayudar al avatar, m¨¢s capacidad tienen de continuar la tarea¡±, a?ade.
Los investigadores separaron a los 40 participantes en dos grupos, de acuerdo con su inter¨¦s e implicaci¨®n con el progreso cient¨ªfico. Quienes m¨¢s se identificaban con la ciencia eran tres veces m¨¢s proclives a continuar con el experimento que los dem¨¢s, a pesar de sus reparos. Pero tambi¨¦n eran los m¨¢s tramposos. ¡°La desobediencia es un mecanismo que te ayuda a continuar cometiendo atrocidades¡±, dice Gonz¨¢lez: ¡°Te ayuda a sentirte un poco mejor con lo que est¨¢s haciendo. Puede ser una herramienta para quitarte el peso de encima¡±.
Las personas siguen las instrucciones porque est¨¢n de acuerdo con lo que se est¨¢ pidiendo
Para Jes¨²s Canto, profesor e investigador de psicolog¨ªa social en la Universidad de M¨¢laga ajeno a este estudio, la nueva investigaci¨®n es una revisi¨®n bienvenida de ¡°una teor¨ªa que nunca se verific¨®¡±. Aunque Milgram cre¨ªa en la ausencia de introspecci¨®n moral ante las ¨®rdenes de la autoridad, Canto asegura que ¡°no es verdad que las personas desconecten¡±. ¡°Las personas siguen las instrucciones porque est¨¢n de acuerdo con lo que se est¨¢ pidiendo¡±, dice. ¡°Si no es porque est¨¢n de acuerdo, es por miedo, por conveniencia o por estrategia, pero no desconectan¡±.
En el mundo real, los resultados del experimento tienen dos interpretaciones, que no son necesariamente contradictorias. Por un lado, hay individuos que pueden llevar a cabo gestos simb¨®licos de bondad para perpetrar atrocidades mayores. ¡°Hab¨ªa guardas en los campos de concentraci¨®n que pod¨ªan ayudar a un prisionero particular para no sentirse tan mal¡±, recuerda Gonz¨¢lez. Por el contrario, los seguidores de un gobierno autocr¨¢tico podr¨ªan escoger acatar el mandato global para no perder la oportunidad de llevar a cabo peque?as insurrecciones dentro del sistema.
Tambi¨¦n de ciertos profesionales se requieren tareas que pueden contradecir su c¨®digo moral, por ejemplo de un agente de la polic¨ªa en labor de antidisturbios. Gonz¨¢lez sugiere que ¡°el d¨ªa en que se regule la eutanasia, algunos m¨¦dicos se encontrar¨¢n con algo as¨ª¡±. Siempre hay gente que desobedece, y la realidad virtual ha permitido desenmascarar estos matices de la psicolog¨ªa. La investigadora concluye: ¡°Ahora invitamos a todos los soci¨®logos a ver si las acciones en el mundo real responden a este modelo¡±.
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