De cerebros conectados a casas voladoras: cinco predicciones de la ciencia ficci¨®n para 2020
As¨ª concibieron la llegada del pr¨®ximo a?o autores literarios y futur¨®logos
?Ser¨¢ 2020 el a?o de la telepat¨ªa? ?Estar¨¢ la mente conectada a Internet? ?Ser¨¢ posible teletransportarse? ?Dejar¨¢ la comida de ser indispensable para alimentarse? Estas son algunas de las preguntas que se hicieron hace a?os diferentes autores de ciencia ficci¨®n y futur¨®logos. En aquel entonces, ten¨ªan clara que la respuesta a estas cuestiones era afirmativa. Pero la llegada de este a?o pone en entredicho algunas de sus predicciones.
Cerebros conectados a la red
El escritor canadiense Geoffrey Charles Ryman imagin¨® en su novela Aire, publicada en 2004 y ambientada en 2020, un mundo en el que los cerebros estar¨ªan conectados a Internet. En ella, relata c¨®mo los ciudadanos de una peque?a aldea en la monta?a viven en primera persona la llegada de una nueva tecnolog¨ªa de comunicaci¨®n.
Aunque a¨²n pueda parecer una idea un poco futurista, sus predicciones no distan mucho de algunos proyectos existentes en la realidad. Ya en 2015 un equipo de investigadores europeos logr¨® registrar ondas cerebrales y convertirlas en letras, palabras y hasta frases completas. Pese a los debates de privacidad, seguridad y protecci¨®n personal que este tipo de aparatos podr¨ªan plantear, Facebook trabaja en un dispositivo que lea las ondas cerebrales de la gente y le permita escribir con solo pensarlo.
E incluso el fundador de Tesla persigue este objetivo. Neuralink es una empresa propiedad de Elon Musk que busca desarrollar la tecnolog¨ªa para conectar la mente a Internet. El objetivo a corto plazo es ayudar a pacientes con par¨¢lisis o extremidades amputadas a controlar su expresi¨®n y movimiento o a ver y o¨ªr solo con el cerebro. Pero Musk persigue multitud de metas futuras notablemente ambiciosas: desde escribir solo con la mente a mover un cursor por la pantalla solo pens¨¢ndolo e incluso descargar un nuevo lenguaje directamente en nuestro cerebro.
Telepat¨ªa y teletransporte
Otras predicciones no son tan acertadas. Michael J. O'Farrell, fundador de The Mobile Institute, public¨® en 2014 el libro Shift 2020, c¨®mo impactar¨¢ la tecnolog¨ªa en nuestro futuro. En ¨¦l, analizaba c¨®mo cambiar¨ªa la forma en la que los humanos se comunican, trabajan o hacen negocios. "En la era de la nanomovilidad, predigo que la telepat¨ªa y el teletransporte ser¨¢n posibles para el a?o 2020¡±, afirmaba en el libro.
Los seres humanos llevan a?os so?ando con poder moverse de un lugar del mundo a otro en un abrir y cerrar de ojos. Pero los cient¨ªficos coinciden en que, con los conocimientos que se tienen en la actualidad, el teletransporte de objetos o personas no es posible. En cuanto a la transmisi¨®n de pensamientos entre personas, hay diferentes equipos que investigan nuevas tecnolog¨ªas que permitan la comunicaci¨®n de cerebro a cerebro. En 2014 un hombre pens¨® ¡°hola¡± en una ciudad india. El saludo lleg¨® directamente al cerebro de otra persona sentada en un laboratorio de Estrasburgo, una ciudad francesa a unos 7.700 kil¨®metros de distancia. Pese a que por el momento solo se ha conseguido la transmisi¨®n de pensamientos simples, un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos (DOD) prev¨¦ que en el futuro los cerebros de los soldados est¨¦n conectados y puedan compartir informaci¨®n entre ellos.
Casas voladoras
El escritor y divulgador cient¨ªfico brit¨¢nico Arthur C. Clarke, que falleci¨® en 2008 a los 90 a?os, era un amante de la ciencia ficci¨®n. Escribi¨® m¨¢s de 80 libros y cientos de relatos cortos, entre los que destacan El centinela o 2001 Odisea en el Espacio. Entre otras predicciones, vaticin¨® en los a?os cuarenta que el hombre llegar¨ªa a la luna en el a?o 2000 y en 1966 que las casas ser¨ªan voladoras en 2020.
¡°La casa del futuro no tendr¨ªa ra¨ªces que la ataran al suelo. Atr¨¢s quedar¨ªan tuber¨ªas de agua, desag¨¹es y l¨ªneas el¨¦ctricas. La casa aut¨®noma, por lo tanto, podr¨ªa mudarse o ser trasladada a cualquier lugar de la tierra a voluntad del propietario. Por lo tanto, puede llegar el momento en que comunidades enteras puedan migrar hacia el sur en el invierno o mudarse a nuevas tierras cada vez que sientan la necesidad de un cambio de escenario¡±, augur¨® Clarke.
Pese a que los hay edificios voladores que puedan transportarse de un sitio a otro siguen pareciendo pura ciencia ficci¨®n, hay compa?¨ªas que construyen casas que pueden elevarse sobre el terreno cuando, por ejemplo, se prev¨¦ riesgo de inundaci¨®n. Es el caso de la Elevating House, dise?ada por Larkfleet Group, que puede levantarse un metro y medio sobre el nivel del suelo. Por otra parte, el estudio estadounidense Terry & Terry Architecture ha dise?ado una especie de vivienda flotante que ajusta su altura y se adapta a las condiciones meteorol¨®gicas o de la marea.
Algunos de sus vaticinios iban un poco desencaminados: debat¨ªan sobre una especie de cerebro mundial gigante en el que todos estar¨ªan permanentemente conectados, una pareja sexual para toda la vida o un patio para adultos donde la ley se aplicara mediante control remoto
El fin de la comida
El experto en inteligencia artificial Ray Kurzweil, doctor honoris causa por m¨¢s de 10 universidades y considerado por Forbes ¡°la m¨¢quina de pensar suprema¡±, acumula un largo historial de predicciones acertadas. En la d¨¦cada de los 90 pronostic¨® la importancia que tendr¨ªan los ordenadores para la humanidad, vaticin¨® la llegada de Internet, anticip¨® la tecnolog¨ªa port¨¢til y predijo que una computadora vencer¨ªa al mejor jugador humano de ajedrez.
Pero no siempre acierta por completo. En 2005 afirm¨® que los humanos ya no comer¨ªan, sino que peque?os robots ¡ªnanobots¡ª se encargar¨ªan de alimentar su torrente sangu¨ªneo con nutrientes y retirar¨ªan los desechos restantes. Pese a que el modo de comer habitual no ha sido reemplazado por nanosistemas, s¨ª que hay quienes promueven el uso de sustitutivos de comida para ahorrar tiempo en su d¨ªa a d¨ªa.
Chefs robots y un cerebro mundial
En los a?os 70, diferentes autores de ciencia ficci¨®n como Poul Anderson, Harlan Elliso, Larry Niven, Norman Spinrad, o Ben Bova intentaron imaginar c¨®mo ser¨ªa el mundo en 2020. Publicaron sus predicciones en el libro 2020 Vision, editado por Jerry Pournelle, y acordaron que aquellos que estuvieran vivos en dicho a?o se reunir¨ªan para debatirlas.
Han pasado ya 50 a?os desde entonces. Algunos de sus vaticinios iban un poco desencaminados: debat¨ªan sobre una especie de cerebro mundial gigante en el que todos estar¨ªan permanentemente conectados, una pareja sexual para toda la vida o un patio para adultos donde la ley se aplicara mediante control remoto.
Otras predicciones no iban del todo desencaminadas. Por ejemplo, imaginaban un futuro con chefs robots. En la actualidad, adem¨¢s de robots de cocina capaces de de triturar, cocer, batir y fre¨ªr alimentos, tambi¨¦n existen androides que despliegan sus brazos rob¨®ticos para seguir los pasos de una receta de forma totalmente aut¨®noma y limpiar despu¨¦s. E incluso hay restaurantes que apuestan por cocineros y camareros robots.
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