C¨®mo pueden ayudar los datos de movilidad a evitar un nuevo confinamiento
Un grupo de investigaci¨®n de la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya intenta averiguar el umbral m¨¢ximo de movilidad en caso de un nuevo brote
La movilidad ha vuelto en muchas provincias a niveles prepandemia. Y en el resto se acerca r¨¢pidamente. Importa poco la letra peque?a de qu¨¦ se puede hacer en cada fase: Guipuzcoa est¨¢ ya al 91% de la movilidad respecto a principios de marzo, seguida de Zamora, Soria, Alava, Cantabria, Vizcaya o Baleares, todas por encima del 85%. Madrid y Barcelona, en un 62% y un 70%, son las que m¨¢s pararon y las que m¨¢s lentamente vuelven a la normalidad.
Estas cifras tienen su origen en datos de movilidad que Facebook ha ido compartiendo desde abril con el grupo de BIOCOM-SC de la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya. Los datos de movilidad con tanta precisi¨®n son nuevos en una pandemia y han sido claves para entender lo que ocurre. ¡°Cada pa¨ªs tiene su modo de hacer y sus leyes. Cada uno ha hecho su confinamiento. ?C¨®mo los comparas? Con un dato as¨ª tienes algo real¡±, dice Clara Prats, que coordina el trabajo sobre la covid-19 en el grupo.
Ahora tienen un objetivo nuevo: saber qu¨¦ nivel de movilidad es gestionable si hay un rebrote. ?Hasta d¨®nde hay que bajar, sin confinarnos, para que la curva se aplane sin bloquear los hospitales? ¡°Es un tema muy complejo¡±, dice Prats. Uno de los problemas b¨¢sicos es que la movilidad ahora puede ser similar, pero las precauciones ahora con mascarillas y menos aglomeraciones provocan que la misma movilidad tenga consecuencias distintas. Es, como dice Prats, complejo. Pero est¨¢n en ello. ¡°Hemos visto ya que el aumento de la movilidad no afecta igual que los cambios que produjo su reducci¨®n: nos movemos, pero lo hacemos diferente a c¨®mo lo hac¨ªamos hace tres meses¡±, dice Prats. Ahora toca ver c¨®mo medir eso para reducir la movilidad si hay un nuevo brote sin que obligue a confinarnos. Ese n¨²mero que definir¨ªa un confinamiento light, ¡°una fase 0,5 o 0,75¡±, como bromean los investigadores, est¨¢ por descubrir.
Un conjunto de casualidades
El trabajo del grupo de Prats va m¨¢s all¨¢ de la movilidad. ¡°Al principio fue un conjunto de casualidades¡±, dice Prats. Su grupo estudiaba desde hac¨ªa 15 a?os modelos aplicados a enfermedades infecciosas, sobre todo tuberculosis y malaria. Entonces empez¨® a ocurrir algo en Wuhan, China. ¡°Empiezas a ver datos en tiempo real de una epidemia y en seguida miramos c¨®mo estudiarlo y modelarlo¡±, a?ade. Es el arriesgado sue?o de todo epidemi¨®logo.
El objetivo inicial era crear un modelo para predecir el n¨²mero de contagios en los siguientes cinco d¨ªas. Al inicio del estado de alarma recibieron un mensaje desde la Comisi¨®n Europea: ?pueden mandar un informe cada d¨ªa con ese modelo? La Comisi¨®n les promete datos de movilidad pronto, sin m¨¢s detalles.
Con un grupo de investigadores que crece hasta cerca de 30 -contando estudiantes- y cada uno desde su casa, se ponen a trabajar. Su ejemplo es uno m¨¢s de c¨®mo de imprevista fue la llegada de la pandemia: ¡°Todos los gobiernos se han intentado rodear de grupos como el nuestro. Somos de los pocos que tocamos tantas teclas a nuestro nivel tambi¨¦n en Europa¡±, explica Prats. Su colaboraci¨®n m¨¢s cercana es con la Generalitat de Catalunya. A pesar de tener financiaci¨®n del Gobierno de Espa?a, el grupo no tiene ning¨²n canal abierto con Sanidad. ¡°Trabajamos ahora por motivos evidentes sin leer tanta bibliograf¨ªa, a otro ritmo, no puedes reflexionar tanto, tienes inputs que pescas al vuelo, sin la tranquilidad de mirar¡±, a?ade.
Esa velocidad les ha permitido sentirse satisfechos internamente y en silencio ante errores ampliamente aclamados de otros grupos, como el estudio de n¨²mero de contagiados del Imperial College, que result¨® exagerado. En un ambiente as¨ª todo es perdonable, pero el grupo de Prats ha optado por ponderar buen los m¨¢rgenes de error y evitar titulares bomba: ¡°No cre¨ªamos en las predicciones a 15 d¨ªas en el pico de la pandemia. Tan importante es la predicci¨®n como dar un margen de error aceptable¡±.
Tambi¨¦n vieron antes que Suecia no era el para¨ªso del control de pandemias que parec¨ªa semanas atr¨¢s. Su ritmo de contagio y la movilidad que permit¨ªa desmontaba la sensaci¨®n de control que quer¨ªa dar el gobierno, como as¨ª fue.
Desde la Comisi¨®n les dijeron que pronto tendr¨ªan acceso a datos de movilidad de una gran tecnol¨®gica. Al poco supieron que era Facebook. Google y Apple publicaron en abierto sus propuestas, mientras Facebook prefer¨ªa trabajar con grupos universitarios concretos, tanto en Estados Unidos como en Europa. En el grupo de la UPC el encargado de llevar las conversaciones fue el f¨ªsico Enric ?lvarez, que hab¨ªa modelado c¨¦lulas del cuerpo humano. Al final, las c¨¦lulas del cuerpo o los habitantes de un pa¨ªs pueden modelarse de modos similares.
?lvarez no ten¨ªa claro qu¨¦ le iban a ofrecer: ¡°Han estado preparando todos estos datos conmigo. Nos hemos peleado con dos empleados de Facebook¡±, dice. Facebook quer¨ªa ayudar pero quer¨ªa entender qu¨¦ pod¨ªa necesitar un grupo que trabajara en el frente de la epidemia. Acordaron que lo m¨¢s ¨²til era la movilidad dentro y fuera de una celda de unos 600 metros de lado: qui¨¦n se queda dentro, est¨¢ confinado. Quien sale, se mueve. En seguida vieron el ¨¦xito fulminante del confinamiento en Espa?a y m¨¢s progresivo en Italia. Hab¨ªa patrones por pa¨ªses: la ca¨ªda en contagios coincid¨ªa con el descenso de la movilidad.
?lvarez est¨¢ satisfecho de la colaboraci¨®n con Facebook y agradece la comunicaci¨®n con la empresa para aclarar dudas y pedir nuevas variables. Con Google no ha existido esa relaci¨®n, aunque sus datos les han servido para contrastar intuiciones, y los datos de las operadoras del INE nunca llegaron: ¡°Los datos del INE no son abiertos, no son utilizables, no tenemos relaci¨®n con quien los recopila¡±, dice ?lvarez. ¡°Tras dedicar mucho esfuerzo a establecer una conexi¨®n con Facebook, es muy dif¨ªcil que se establezca una relaci¨®n as¨ª con el INE. Ser¨ªa un esfuerzo que ahora no podemos asumir ni tenemos claro que el INE pueda¡±, a?ade.
Puedes seguir a EL PA?S TECNOLOG?A RETINA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.