¡°No s¨¦ a qu¨¦ se refiere con amenazar¡±. El sufrimiento de los emperadores tecnol¨®gicos abre una nueva era

Los jefes de las cuatro principales empresas tecnol¨®gicas del mundo nunca hab¨ªan sufrido tanto en p¨²blico. La sensaci¨®n de boca seca de Mark Zuckerberg o el tartamudeo de Jeff Bezos eran notorios. El formato de la sesi¨®n en el Congreso ayudaba. Cada congresista ten¨ªa turnos de cinco minutos y muchas preguntas por hacer. A la m¨ªnima que uno de los empresarios empezaba a enrollarse, les cortaban. No era el d¨ªa de discursos ni debates profundos. Era el d¨ªa de ser confrontados con la evidencia de docenas de entrevistas, testimonios y los 1,3 millones de documentos que las compa?¨ªas hab¨ªan facilitado a los miembros del subcomit¨¦ antimonopolio en su a?o de investigaci¨®n. El objetivo: valorar si Apple, Amazon, Google y Facebook son monopolios que limitan el crecimiento de sus competidores y perjudican a los consumidores.

No hubo ninguna pregunta que les cazara en delito flagrante. Pero algunas estuvieron cerca y el goteo fue implacable. El caso m¨¢s claro y el intercambio m¨¢s duro fue la compra de Instagram por parte de Facebook. ?Ha amenazado con copiar a otra compa?¨ªa y a la vez intentar comprarla?, pregunt¨® a Zuckerberg la congresista por el Estado de Washington Pramila Jayapal. ¡°No, que recuerde¡±, contest¨® Zuckerberg. ¡°Le recuerdo que est¨¢ bajo juramento¡±, replic¨® Jayapal. Y continu¨®: ¡°?No us¨® la creaci¨®n de la app Facebook Camera para amenazar a Kevin Systrom, fundador de Instagram?¡± ¡°No s¨¦ a qu¨¦ se refiere con amenazar¡±, respondi¨® Zuckerberg, que explic¨® c¨®mo es propio de las empresas tecnol¨®gicas copiarse (¡°adaptar¡±, en sus palabras) funciones para ganar mercado. Jayapal cit¨® luego un chat de Systrom donde dec¨ªa que Facebook iba a pasar al ¡°modo destrucci¨®n¡± si no aceptaba vender Instagram.

El interrogatorio fue un espect¨¢culo especialmente notable para espectadores poco acostumbrados a esta vivacidad, precisi¨®n y seriedad en sede parlamentaria. ¡°Conteste con s¨ª o no, por favor¡±, ped¨ªa Jayapal, una de las congresistas m¨¢s punzantes, a Jeff Bezos.

El caso de monopolio contra Facebook por Instagram es el m¨¢s claro, seg¨²n David Cicilline, que preside el subcomit¨¦: ¡°Comprar un competidor para mantener el control es un comportamiento cl¨¢sico de monopolio. No deber¨ªa haber ocurrido¡±, dijo en una entrevista tras la sesi¨®n. En su intervenci¨®n inicial ya hab¨ªa marcado el tono: ¡°Estas plataformas disfrutan el poder de escoger ganadores y perdedores, sacudir a peque?as empresas y enriquecerse mientras ahogan a sus competidores¡±, dijo. ¡°Nuestros fundadores no se postraron ante un rey. Tampoco deber¨ªamos nosotros postrarnos ante los emperadores de la econom¨ªa online¡±, a?adi¨®.

Pero en casos as¨ª las palabras son m¨¢s f¨¢ciles que las acciones. El subcomit¨¦ presentar¨¢ a final de agosto un informe con recomendaciones. Ciliccine pretende introducir nueva legislaci¨®n en este periodo parlamentario, que concluye antes de las elecciones de noviembre. Si Joe Biden gana la presidencia y el Senado pasa a manos dem¨®cratas, una acci¨®n contundente en contra de las tecnol¨®gicas estar¨¢ m¨¢s cerca, pero a¨²n ser¨¢ enormemente compleja.

M¨¢s all¨¢ del Congreso

El Congreso no es la ¨²nica instituci¨®n donde se esperan comparecencias como estas. El Departamento de Justicia debe cerrar este oto?o un caso de monopolio contra Google. La Comisi¨®n Federal de Comercio tiene en marcha su caso contra Facebook. La Uni¨®n Europea va incluso por delante: es posible que llegue pronto regulaci¨®n que impida a Apple y Amazon dar una posici¨®n de privilegio a sus productos en sus plataformas.

El problema de las leyes hist¨®ricas de monopolio en EE UU es que se han concentrado en analizar los precios y el bienestar del consumidor. Pero es dif¨ªcil argumentar que las tecnol¨®gicas han encarecido los productos para los consumidores: las b¨²squedas, el correo o los mapas de Google son gratis; Instagram y WhatsApp son gratis, y Amazon ofrece un valor extremadamente competitivo en su plataforma.

¡°Aqu¨ª estamos para preocuparnos de que puedan emerger nuevos Google, Amazon o Apple¡±, dijo Ciliccine. Hace dos a?os Lina Khan, una joven acad¨¦mica de la Columbia Law School, se hizo c¨¦lebre por un art¨ªculo acad¨¦mico centrado en Amazon en el que explicaba por qu¨¦ hab¨ªa que medir el monopolio tecnol¨®gico con otras reglas. ¡°Como consumidores nos encantan estas compa?¨ªas tecnol¨®gicas¡±, dijo Khan al New York Times en 2018. ¡°Pero como ciudadanos, como trabajadores y empresarios reconocemos que su poder es problem¨¢tico. Necesitamos un nuevo programa, un nuevo vocabulario sobre c¨®mo afrontar y rectificar su dominio¡±. Ese es el objetivo, y por lo visto este mi¨¦rcoles en el Congreso, el trabajo avanza. No en vano, la joven estaba sentada detr¨¢s de Cicilline, a quien asesora, durante la sesi¨®n.

La conclusi¨®n principal de toda la comparecencia es que, bajo juramento, ninguno de los cuatro personajes m¨¢s poderosos del planeta neg¨® las acusaciones principales: no lo recuerdo, no puedo asegurarlo o vaguedades que los congresistas cortaban r¨¢pidamente, eran las respuestas habituales ante las preguntas m¨¢s incisivas. Es improbable que estos l¨ªderes, obsesionados por el detalle y el ¨¦xito, no hayan estado encima de cada problema o tropiezo de sus compa?¨ªas.

A preguntas tambi¨¦n de Jayapal, Bezos admiti¨® que no sab¨ªa si Amazon cumpl¨ªa con sus pol¨ªticas internas en uno de los puntos centrales de su caso: si usaban o no datos internos sobre otras empresas en su marketplace para lanzar productos propios a mejor precio y bloquear o esconder entonces los de los rivales. Bezos tuvo que o¨ªr la declaraci¨®n de una mujer que vend¨ªa libros de texto en Amazon, que manten¨ªan una empresa de 14 personas y a quien un buen d¨ªa, sin avisar, Amazon cerr¨® el grifo. Bezos no sab¨ªa nada. Otra congresista le pregunt¨® si en Amazon se vend¨ªa material robado. ¡°No que yo sepa. Pero tenemos un mill¨®n de vendedores. Estoy seguro de que ha pasado. Pero no es una gran parte¡±, respondi¨® Bezos.

El CEO de Google, Sundar Pichai, fue el primer objetivo de Cicilline. Su tono marc¨® la sesi¨®n: ¡°?Ha aprovechado Google su vigilancia sobre el tr¨¢fico en la web para identificar amenazas?¡±, pregunt¨®. Pichai no lo neg¨®: ¡°Como otros negocios, tratamos de identificar tendencias que podemos ver y las usamos para mejorar los productos para nuestros usuarios¡±. M¨¢s del 85% b¨²squedas pasan por Google, sigui¨® Ciliccine, y han robado contenido a otras webs para construir su negocio. Pichai tambi¨¦n evit¨® responder directamente. Cicilline record¨® el caso de Yelp, web de cr¨ªticas a restaurantes, que fue amenazada por Google con sacarla de sus b¨²squedas si no ced¨ªa su contenido para que saliera en el buscador. Yelp perd¨ªa as¨ª una parte del tr¨¢fico que recib¨ªa. Google ha ido ampliando con anuncios y sus propias p¨¢ginas el espacio que sale tras cada b¨²squeda.

Apple fue la empresa que menos atenci¨®n acapar¨®. Tim Cook, el actual CEO, recibi¨® la mitad de preguntas que el resto. Pero tampoco fueron f¨¢ciles. La mayor¨ªa de cuestiones se refirieron a c¨®mo usa la App Store para controlar o aprovecharse de sus competidores o desarrolladores. La congresista Lucy McBath le pregunt¨® si hab¨ªan bloqueado la aplicaci¨®n de la editorial Random House porque no hab¨ªan querido participar en la de Apple, iBookstore. Cook dijo que una app puede rechazarse por muchos motivos. El objetivo de los congresistas era destacar el poder de la compa?¨ªa de Cupertino en el mercado de las apps. Apple por ejemplo elimin¨® varias de ellas que permit¨ªan a padres controlar el tiempo de uso de m¨®vil de sus hijos. A continuaci¨®n sac¨® la suya. Los motivos de la compa?¨ªa sobre privacidad o funcionamiento pueden ser razonables, pero la capacidad de Apple de ordenar y mandar es indiscutible.

Los momentos apabullantes, que a veces rozaban la verg¨¹enza ajena y hac¨ªan sentir pena por la persona m¨¢s rica del mundo o el heredero de Steve Jobs, fueron un espect¨¢culo gratificante, que dej¨® maravillosas perlas. ¡°Usted dijo que hab¨ªa que ir a por sus socios comerciales como guepardos a por gacelas enfermas¡±, le dijo una congresista a Bezos. El fundador de Amazon sonre¨ªa al responder que no recordaba, sinti¨¦ndose aparentemente elogiado por una frase tan incisiva. Y quiz¨¢ todo quede aqu¨ª, sin grandes consecuencias legales Estas empresas son un pilar de la Bolsa estadounidense y de su econom¨ªa. Tomar medidas dr¨¢sticas contra ellas supondr¨ªa un enorme terremoto. En especial en este momento en que los gigantes chinos desaf¨ªan su poder, que es tambi¨¦n una de las excusas que pusieron repetidamente durante la comparecencia. Pero la sensaci¨®n de que son empresas celestiales, intocables y un bien com¨²n, se ha acabado.