Las plataformas tienen que decidir si todos sus usuarios globales son iguales

Las elecciones presidenciales de EE UU han terminado y tambi¨¦n las elecciones legislativas del estado indio de Bihar, cuya poblaci¨®n roza los 100 millones de habitantes. Para proteger la integridad de las elecciones estadounidenses, las grandes plataformas tecnol¨®gicas anunciaron un pu?ado de iniciativas. ?Cu¨¢ntas de ellas se han aplicado tambi¨¦n en Bihar, donde los ciudadanos estaban llamados a votar al mismo tiempo? No lo sabemos, pero algunas de las medidas que se han anunciado parecen haberse dirigido por entero o sobre todo a Estados Unidos.

Si los votantes de Bihar no disfrutan de las mismas protecciones que los votantes de California, al menos no se puede decir que est¨¦n solos. Noviembre no s¨®lo es un mes de elecciones en EE UU (329 millones de habitantes) y Bihar (99 millones). Tambi¨¦n en Brasil (211 millones de habitantes), donde pronto se celebrar¨¢n elecciones municipales. ?Se beneficiar¨¢n los votantes brasile?os de las mismas iniciativas que los de EE UU? Entre Brasil y Bihar tienen una poblaci¨®n casi tan grande como la de EE UU. En diciembre Ghana, N¨ªger e Indonesia celebrar¨¢n elecciones de distintos tipos. Entre los tres suman tambi¨¦n una poblaci¨®n similar a la de EE UU. ?Gozar¨¢n los usuarios de redes sociales de esos pa¨ªses de la misma protecci¨®n?

India ya es el mercado m¨¢s grande del mundo en t¨¦rminos de usuarios para muchas de las grandes plataformas tecnol¨®gicas, con Brasil en la tercera plaza e Indonesia en la cuarta. Esto es as¨ª al menos para Facebook (EE UU est¨¢ en el segundo lugar). Aunque el mercado dom¨¦stico sigue siendo el m¨¢s lucrativo para las empresas de Silicon Valley y donde son m¨¢s vulnerables a las presiones de los pol¨ªticos y de los organismos reguladores, los usuarios de la mayor¨ªa de esas compa?¨ªas viven en otros pa¨ªses del mundo.

A la luz de sus iniciativas para mantener la integridad de las elecciones, no siempre est¨¢ claro que las plataformas traten a estos miles de millones de usuarios de la misma forma que a sus usuarios estadounidenses.

Un buen ejemplo son Facebook y YouTube, cuyo propietario es Google. Ambas plataformas dise?aron planes muy distintos para las elecciones de EE UU, aunque ambas tomaron algunas decisiones para protegerlas.

Facebook, una plataforma que usa cada semana un 63% de los usuarios de Internet en EEUU y que est¨¢ sometida a un escrutinio intenso de los medios y de los pol¨ªticos, anunci¨® un abanico amplio de iniciativas y nuevas pol¨ªticas para moderar contenidos y cre¨® un equipo para buscar cuentas que estuvieran funcionando de forma coordinada para difundir informaci¨®n falsa.

Facebook mantiene un archivo de publicidad pol¨ªtica donde todos los usuarios pueden ver al menos cierta informaci¨®n sobre dichos anuncios y qui¨¦nes los compran, limit¨® la compra de nuevos anuncios pol¨ªticos en los ¨²ltimos d¨ªas de la campa?a, cre¨® una p¨¢gina que explica a los ciudadanos cu¨¢ndo, c¨®mo y d¨®nde pueden registrarse para votar y prometi¨® actuar contra los candidatos que declararan de forma falsa o prematura su victoria, provocando de nuevo acusaciones de censura entre algunos conservadores enfadados porque se haya aplicado esta pol¨ªtica contra Donald Trump.

Youtube, una plataforma que usa cada semana un 61% de los usuarios de Internet en EE UU y que sin embargo est¨¢ sujeta a un escrutinio mucho menos intenso, anunci¨® un n¨²mero de iniciativas mucho m¨¢s limitado.

YouTube tambi¨¦n mantiene un equipo que examina operaciones de desinformaci¨®n, cre¨® un archivo de anuncios pol¨ªticos, limit¨® los anuncios pol¨ªticos despu¨¦s del cierre de las urnas, a?adi¨® enlaces con informaci¨®n sobre c¨®mo y d¨®nde votar a su p¨¢gina principal y dijo que no permitir¨ªa v¨ªdeos que enga?aran a los ciudadanos sobre c¨®mo votar o sobre la elegibilidad de un candidato o v¨ªdeos que incitaran a interferir en el proceso electoral.

YouTube tambi¨¦n empez¨® a presentar paneles con informaci¨®n verificada en las b¨²squedas relacionadas con las elecciones y tambi¨¦n enlaces en Google con resultados en tiempo real de la agencia Associated Press. Adem¨¢s, reiter¨® que sus normas proh¨ªben informaciones falsas que pudieran convencer a la gente de que no merece la pena votar.

Pese a estas decisiones, muchos v¨ªdeos pol¨¦micos siguen disponibles en YouTube, incluyendo uno publicado el 5 de noviembre en el canal oficial de Donald J. Trump que asegura sin pruebas: ¡°Si se cuentan los votos legales, gano holgadamente¡±. Desde el 7 de noviembre, el v¨ªdeo est¨¢ acompa?ado por una etiqueta que apunta que AP ha declarado el triunfo de Joe Biden.

Algunas de estas iniciativas electorales se aplicaron tambi¨¦n en el estado indio de Bihar, incluido el archivo de anuncios de Facebook. Pero la p¨¢gina con informaci¨®n para los votantes fue descrita por Facebook desde el principio como una iniciativa espec¨ªfica de Estados Unidos. ?Estar¨¢ disponible algo similar este mes cuando los brasile?os voten en sus elecciones municipales?

YouTube tambi¨¦n ofrece verificaciones en sus b¨²squedas en Brasil e India. ?Las ofrecer¨¢ tambi¨¦n a los usuarios de Indonesia antes de sus elecciones locales de diciembre? ?Invertir¨¢n estas empresas o rivales m¨¢s peque?os como TikTok o Twitter en examinar en tiempo real los intentos de usar sus productos en las elecciones que se avecinan en N¨ªger y en Ghana? ?Estar¨¢n disponibles estas medidas y otras similares o m¨¢s adaptadas a las circunstancias para la siguiente ronda de elecciones legislativas en India a principios de 2021? ?Ser¨¢n penalizados los pol¨ªticos indios en tiempo real si mienten, intentan enga?ar a los ciudadanos o usan discursos de odio para enardecer a sus bases?

Quiz¨¢ esto no ocurra. El mundo est¨¢ lleno de injusticias y desigualdades. Las iniciativas que ayudan a garantizar la integridad de las elecciones cuestan dinero y los ingresos por usuario en muchos pa¨ªses son muy peque?os comparados con los que estas empresas extraen de Europa y Norteam¨¦rica.

Que empresas privadas se esfuercen por moderar discursos pol¨ªticos m¨¢s all¨¢ de sus deberes legales es bienvenido por algunos pero a menudo genera pol¨¦micas pol¨ªticas, acusaciones de sesgos partidistas de dirigentes pol¨ªticos y quiz¨¢ tambi¨¦n sanciones. Quiz¨¢ las empresas cuyas sedes est¨¢n en EE UU podr¨ªan decir que unas elecciones presidenciales en su pa¨ªs son un caso especial. Pero al menos todos los usuarios deber¨ªan tener el derecho de saber si estas mismas iniciativas estar¨¢n a su disposici¨®n para protegerlos a ellos y a sus elecciones.

Si las empresas de Silicon Valley se toman en serio sus ambiciones globales y su vocaci¨®n de poner en el centro a los usuarios, entre sus intereses a largo plazo deber¨ªa estar mostrar de una forma proactiva que sus usuarios de Bihar y de cualquier otro lugar en el mundo les importan tanto como sus usuarios de California. Si no lo hacen, las plataformas tecnol¨®gicas se arriesgan a acabar uni¨¦ndose a la larga lista de empresas occidentales que tratan a la gente de otros pa¨ªses como ciudadanos de segunda clase.

Rasmus Kleis Nielsen es director del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo y profesor de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica de la Universidad de Oxford. Tanto Facebook como Google financian proyectos de investigaci¨®n en el instituto. M¨¢s sobre su financiaci¨®n aqu¨ª. Este art¨ªculo se public¨® primero en ingl¨¦s en Scroll.in.

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