El futuro muri¨® con el primer disco de los Stone Roses
El punto de inflexi¨®n cultural que marca el fin de la modernidad y el inicio de la confusa era contempor¨¢nea es la publicaci¨®n en 1989 del ¨¢lbum hom¨®nimo de los Stone Roses, el primer disco del grupo y el ¨²ltimo de la Historia. A partir de ah¨ª estamos muertos
Don't waste your words I don't need anything from you,I don't care where you've been or what you plan to do.The Stone Roses, I am The Resurrection
Dice un buen amigo que el punto de inflexi¨®n cultural que marca el fin de la modernidad y el inicio de la confusa era contempor¨¢nea es la publicaci¨®n en 1989 del ¨¢lbum hom¨®nimo de los Stone Roses, el primer disco del grupo y el ¨²ltimo de la Historia. A partir de ah¨ª estamos muertos, dice, flotando en una simulaci¨®n poblada de pastiches e indiferencia.
Coincidiendo con el desfile triunfante de la revoluci¨®n neoliberal, Occidente declaraba el fin de esa Historia que tantos problemas nos hab¨ªa dado, para expulsarla, de momento, fuera de nuestras fronteras.
Para rellenar el enorme hueco de significados dejado tras la victoria, tan solo hac¨ªa falta dise?ar una nueva cultura, una nueva narrativa que nos protegiera para siempre de la inestable, inc¨®moda y subversiva dial¨¦ctica de la Historia, de la inestable, inc¨®moda y subversiva idea de Futuro.
VUCA
La ideolog¨ªa predominante actual no es una visi¨®n positiva de alg¨²n futuro ut¨®pico, sino una c¨ªnica resignaci¨®n, una aceptaci¨®n de c¨®mo es ¡°el mundo en realidad¡± .
Slavoj ?i?ek
Treinta a?os m¨¢s tarde de que Ian Brown clamara?I am The Resurrection entramos en el 2020, un a?o que parece escrito con la tipograf¨ªa ne¨®n, estridente y futurista de un poster pop de los 80.
Y efectivamente, ya no hay grandes historias en este Imperio est¨¢tico de Occidente, con el fin de d¨¦cada el cuadrante de Gartner parece enredarse sobre si mismo formando loops que no llevan a ninguna parte, corremos para quedarnos donde est¨¢bamos, aceleramos sobre nosotros mismos, llenos del ruido hist¨¦rico de lo nuevo y vac¨ªos de sentidos y desplazamientos.
Mientras tanto, el consenso lleva otros 30 a?os insistiendo en que las caracter¨ªsticas que definen nuestra realidad se reducen a un acr¨®nimo, ¡°VUCA¡± (volatile, uncertain, complex and ambiguous).
VUCA es un t¨¦rmino creado por los alumnos del US War College para describir el contexto geopol¨ªtico tras la ca¨ªda del Muro y que fue absorbido, de modo inmediato, por los gur¨²s de liderazgo corporativo para caracterizar el entorno competitivo de esta nueva era digital, hipercapitalista y globalizada. El mundo empresarial compr¨® la idea y con ella asumi¨® una interpretaci¨®n de la realidad desde una perspectiva militar, y como tal, destinada a describir un territorio objetivo, evaluar los riesgos y as¨ª poder desplegar las t¨¢cticas adecuadas que les permitieran lograr el control de la situaci¨®n, antes de que la situaci¨®n les domine a ellos.
Desde entonces, el pensamiento de negocio, el que marca las pautas de la innovaci¨®n y dicta esta visi¨®n ¨²nica e inapelable del futuro, ha asumido el contexto VUCA como punto de partida de todo PowerPoint estrat¨¦gico digno de ese nombre. Dentro del inabarcable universo de acr¨®nimos, VUCA es el m¨¢s grande, el paraguas del que cuelgan todas las dem¨¢s siglas que acaban por dictar nuestra existencia y nuestras decisiones.
Pero mientras nos llenamos de raz¨®n pretendiendo entender el mundo a trav¨¦s de acr¨®nimos, no hemos sido conscientes de que la aceptaci¨®n del contexto VUCA como terreno de juego empresarial llevaba asociada una renuncia radical a la idea de futuro.
Escarmentados quiz¨¢s por los destrozos de las utop¨ªas o simplemente porque hemos perdido la capacidad de imaginar, pasamos de entender la empresa como promesa de progreso colectivo hacia un mejor ma?ana, al realismo del presente continuo del VUCA, o lo que es lo mismo, sustituimos el impulso que ofrec¨ªa la ingenua idea de cambio, para habitar ahora un espacio inmutable, intransformable e irremediable, con ¡±una c¨ªnica resignaci¨®n, una aceptaci¨®n de c¨®mo es el mundo en realidad¡±: vol¨¢til, complejo, ambiguo y sobre todo incierto.
En este mundo empresarial inconsciente de su propia resignaci¨®n, lo que denominamos Transformaci¨®n Digital no es m¨¢s que un intento de adaptaci¨®n a las amenazas de ese VUCA irremediable, nunca un esfuerzo de construcci¨®n de una nueva narrativa que genere nuevos y mejores acr¨®nimos.
La idea de futuro tambi¨¦n se derrumb¨® en medio del estr¨¦pito de la ca¨ªda del Muro, la batalla est¨¢ ganada, la Historia finalizada y desde entonces la innovaci¨®n no ha dejado de ser, en el fondo, m¨¢s que un eco redundante de nostalgia.
La incertidumbre
Lo ¨²nico cierto es que vivimos en lo incierto, dicen.
De los cuatro t¨¦rminos que enmarcan la mitolog¨ªa VUCA, incertidumbre¡± es el m¨¢s significante y problem¨¢tico. Al fin y al cabo, la volatilidad actual no es mayor que durante los grandes dramas del siglo XX, la complejidad emergente es la m¨¢s bella propiedad de todo proceso natural y el saber movernos en la ambig¨¹edad es una maravillosa capacidad humana que nos permite seguir compitiendo con las m¨¢quinas, al menos hasta que la computaci¨®n cu¨¢ntica entre en juego.
La incertidumbre es problem¨¢tica porque es la consciente y poderosa fuente de poder postmoderno, es la narrativa que sustituye al futuro en el imaginario colectivo y el comod¨ªn justificante de todo tipo de excesos.
Todo vale porque las consecuencias son siempre inciertas.
No se puede hacer nada porque desconocemos las consecuencias.
La incertidumbre es un generador de impotencias, al aceptar que vivimos en un contexto de incertidumbre negamos la existencia de un referente estable contra el que responder, de modo que ninguna respuesta puede ya ser v¨¢lida. Y sin respuestas no hay posiciones ni visiones ni posibilidades. Sin respuestas no existe capacidad de acci¨®n. Ni de imaginaci¨®n.
El poder pol¨ªtico y econ¨®mico se esconde tras la confusi¨®n de la incertidumbre para eludir y desviar a nosotros sus responsabilidades y reducir de paso la posibilidad de imaginar un futuro m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites que marca el actual marco ideol¨®gico. La incertidumbre es, en consecuencia, una herramienta de desarticulaci¨®n social y del individuo ligada directamente a la precarizaci¨®n y la falta de seguridad.
Pero al final, detr¨¢s de esta conformidad construida sobre esta nada incierta, que inunda el espacio de lo real en forma de post-verdad, lo s¨®lido termina siempre por aparecer en forma de claras, tangibles y a veces crueles certezas.
Tan solo el cambio clim¨¢tico antropog¨¦nico, la p¨¦rdida de biodiversidad por la sobreexplotaci¨®n, as¨ª como la tendencia al autoritarismo y el populismo como refugio social ante la precarizaci¨®n vital, son unas certezas lo suficientemente rotundas como para invalidar el discurso interesado del VUCA.
No es un mundo incierto el que habitamos, la Historia no ha acabado, nadie ha vencido. Hoy, como siempre, hay terreno s¨®lido donde asentar nuestros principios y nuestras respuestas, un terreno sembrado de certezas.
La historia que nos contamos
Quiz¨¢s la ¨²nica transformaci¨®n posible empieza por romper este invisible marco de lo incierto, dejar que la niebla se abra con viento cr¨ªtico para que las ideas vuelvan a pisar el s¨®lido suelo de lo cierto.
Al contrario de lo que dicta la norma, creo que para romper las din¨¢micas vac¨ªas del momento, el esfuerzo innovador no ha de acomodarse al VUCA, las empresas (y las personas) no han de conformarse con ser resilientes en los entornos de incertidumbre, sino que deben empezar por dibujar estrategias proactivas y militantes sobre la estructura s¨®lida de las grandes certezas que siempre han estado ah¨ª.
M¨¢s all¨¢ de discursos de responsabilidad y buenas intenciones, muchos estamos convencidos de que una buena y sostenible estrategia empresarial debe asegurar que la b¨²squeda del retorno financiero est¨¦ supeditada a un prop¨®sito de impacto positivo construido sobre certezas, ya sea la sostenibilidad econ¨®mica, social y ecol¨®gica frente a los excesos, la apuesta por la democracia frente a sus amenazas populistas o la defensa de la dignidad humana como principio fundamental de coexistencia.
Aunque sea por mero tacticismo c¨ªnico y descre¨ªdo, asentar la estrategia sobre una base s¨®lida contribuye al menos a dar consistencia a la toma de decisiones, generando eficiencias y a construir una narrativa trascendente capaz de atraer y movilizar clientes y equipos.
Estamos en un momento que se mueve entre dos historias, una vieja historia que se resiste a morir y la nueva que se intuye pero que no acaba de nacer.
Es posible que esta crisis de lo incierto que se respira invisible y se manifiesta espor¨¢dicamente en brotes de protesta sin sujeto, no sea econ¨®mica, pol¨ªtica o ideol¨®gica, sino que surge de la falta de una historia com¨²n que contarnos, de una historia colectiva sobre la que imaginar ma?anas.
No hay playas bajo los adoquines, tan solo m¨¢s y m¨¢s versiones digitales del mismo adoqu¨ªn. Por eso el rol m¨¢s importante que podemos asignar a los procesos de dise?o e innovaci¨®n es el de reivindicar la imaginaci¨®n cr¨ªtica e inteligente como la m¨¢s poderosa herramienta de transformaci¨®n.
Al fin y al cabo, ser humano es ser una historia. La calidad de nuestra sociedad, empresas e instituciones, de nuestras relaciones con el mundo depende de la calidad de las historias que nos contamos a nosotros mismos.
Los grandes retos sist¨¦micos que aparecen amenazantes, del cambio clim¨¢tico a la desigualdad creciente, son consecuencias directas de relatos m¨ªticos que nos hemos contado, desde el supuesto poder que Dios otorg¨® a la humanidad sobre la Naturaleza, a la creencia en el inter¨¦s propio como motivaci¨®n suprema.
?stas y otras muchas son las historias que dan forma a nuestra cultura y a nuestra realidad.
Si entendemos esto, que se trata tan solo de relatos arbitrarios de poder, ganaremos la capacidad de contarnos mejores historias y en consecuencia, la posibilidad de enfrentarnos y resolver colectivamente nuestros imposibles.
Descubriendo, sobre todo, que ante esta vac¨ªa y castrante historia de incertidumbres, imaginaci¨®n y esperanza son sin¨®nimos.
VVUUCCCCCA
Ya que el futuro se construye al manifestar nuestra imaginaci¨®n, levantando los adoquines de este mundo falsamente incierto. ?Por qu¨¦ no asignar un nuevo significado al VUCA, asociando t¨¦rminos que construyan una historia alternativa a este ambiente opi¨¢ceo? ?Qu¨¦ podemos perder? Al fin y al cabo, en este mundo sin verdades toda reflexi¨®n se supone inocua.
As¨ª que con el ingenuo ¨¢nimo con el que se empieza un nuevo a?o y con morri?a de futuro, se me ocurre una reinterpretaci¨®n, una de las muchas posibles, de nuestro familiar y siniestro VUCA en forma de unos cuantos principios de Dise?o. Ah¨ª van:
V corresponde ahora a vida, a dise?ar en base a los principios de inclusividad, respeto y coexistencia dentro del sistema social y ecol¨®gico que habitamos, un Dise?o Centrado en la Vida (https://medium.com/the-sentient-files/10-principles-of-life-centered-design-3c5f543414f3).
V tambi¨¦n de vulnerabilidad, asumiendo nuestra fragilidad como punto de partida y certeza ¨²ltima de la condici¨®n humana, de nuestras estructuras sociales y de nuestro ecosistema.
U es de unicidad, de la necesidad de cultivar la tensi¨®n creativa entre lo ¨²nico, fuente de dignidad y soberan¨ªa del ser individual y unidad, principio universal de interdependencia, que nace de saber que el individuo no existe sino como parte de un todo conectado que lo construye.
C de cultura, de comprender que la naturaleza de nuestros grandes retos es sobre todo cultural, esto es, que emerge de las pr¨¢cticas, creencias e ideas que dan forma a nuestros comportamientos colectivos dentro de un sistema complejo de relaciones, de modo que el dise?o, si pretende ser relevante, ha de ser sobre todo, dise?o de culturas.?Para ello debemos generar conciencia cr¨ªtica, para poder dar luz a ese invisible marco ideol¨®gico que moldea nuestras decisiones en forma de inercias, prejuicios y de sesgos.
Conciencia que ha de estar, a su vez, guiada por la compasi¨®n, reconociendo la hostilidad del mundo y la necesidad de unir empat¨ªa y creatividad como principios fundacionales de todo proceso de Dise?o.
Y finalmente,?A de amabilidad, como principio esencial de acci¨®n, para que el trabajo de todas las personas que tengan capacidad de dar forma al futuro, que somos todos, compartamos un solo y simple objetivo, el de hacer un mundo m¨¢s amable, un mundo que valga la pena amar.
Alberto Barreiro es dise?ador, artista y profesor, su trabajo consiste en desarrollar estrategias capaces de transformar empresas en agentes de cambio positivo.
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