Confinamiento y tecnolog¨ªa: digitalizados a marchas forzadas

La pandemia del coronavirus ha transformado nuestros h¨¢bitos cotidianos de forma radical, adoptando la modalidad digital de muchas actividades que antes hac¨ªamos presencialmente. ?Pervivir¨¢n estos cambios al t¨¦rmino del confinamiento? Calificada por Naciones Unidas como la crisis m¨¢s dif¨ªcil a la que nos enfrentamos desde la II Guerra Mundial, la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 tambi¨¦n revela la ambivalencia de los avances tecnol¨®gicos.

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Por un lado, las continuas innovaciones en infraestructuras y medios de transporte han acortado las distancias que separan los continentes, incrementando la comunicaci¨®n e interdependencia entre pa¨ªses de todo el mundo bajo un fen¨®meno con nombre propio: globalizaci¨®n. Pero al favorecer la movilidad de mercanc¨ªas y personas, este mismo proceso ha sido uno de los responsables de la vertiginosa propagaci¨®n del virus. De hecho, pasaron poco m¨¢s de tres meses desde que se identificaron los primeros casos de la covid-19 en la ciudad china de Wuhan hasta que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) reconociera una pandemia que a finales de marzo manten¨ªa confinados en sus hogares a m¨¢s de 2.600 millones de personas, es decir, una tercera parte de la poblaci¨®n global.

Hiperconectados

Si ahora todos sustituimos algunas actividades por las alternativas que han ayudado a sobrellevar el encierro, podemos dificultar la recuperaci¨®n de la crisis econ¨®mica que dejar¨¢ la pandemia¡±.

Jordi Serra, subdirector del Centre for Postnormal Policy & Futures Studies (Cppfs)

Parad¨®jicamente, el principal refugio del #YoMeQuedoEnCasa tambi¨¦n ha sido la tecnolog¨ªa. Prueba de ello es que durante la primera semana del estado de alarma en Espa?a el tr¨¢fico de Internet creci¨® un 80%, seg¨²n los datos compartidos por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, quien explic¨® este incremento exponencial por dos factores principales: ¡°La expansi¨®n de todas las formas de teletrabajo y el recurso a todas las ofertas de entretenimiento a distancia¡±.

La pandemia ha transformado as¨ª radicalmente nuestros h¨¢bitos y costumbres cotidianas, destaca el fil¨®sofo, matem¨¢tico y ensayista Javier Echeverr¨ªa. ¡°Ha supuesto una fuerte aceleraci¨®n en un proceso que se est¨¢ produciendo desde hace unos 20 a?os, el desarrollo de diversos tipos de acciones e interacciones en un nuevo espacio social generado por Internet que en esta situaci¨®n de crisis ha resultado vital para nuestro bienestar mental¡±, comenta Echeverr¨ªa, vicepresidente de la Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras del Pa¨ªs Vasco y exdirector del Instituto de Filosof¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).

En su opini¨®n, el confinamiento ha derivado en una emigraci¨®n ¡°acelerada y urgente¡± de muchas actividades hacia el mundo digital no solo para vencer el aburrimiento, sino para atender los compromisos necesarios para la formaci¨®n de millones de estudiantes y la supervivencia de las empresas. ¡°Si hablamos de econom¨ªa productiva pura y dura, este entorno virtual ya es un espacio social alternativo para la generaci¨®n y distribuci¨®n de riqueza, teniendo en cuenta que el sector primario y otras actividades presenciales siguen siendo vitales¡±, apunta el fil¨®sofo, coautor junto a Lola S¨¢nchez Almendros del ensayo Tecnopersonas: c¨®mo las tecnolog¨ªas nos transforman (Ediciones Trea, 2020).

?Este aceler¨®n en la digitalizaci¨®n del mundo pervivir¨¢ o volveremos a hacer las cosas como antes de la pandemia? La cient¨ªfica social Bel¨¦n Barreiro, fundadora y CEO de la firma demosc¨®pica 40dB., se?ala que en t¨¦rminos generales esta crisis marcar¨¢ ¡°un antes y un despu¨¦s¡± en los usos y costumbres de los ciudadanos con respecto a las nuevas tecnolog¨ªas. Seg¨²n Barreiro, al t¨¦rmino del confinamiento se habr¨¢ producido un salto cualitativo en el grado de sofisticaci¨®n tecnol¨®gica de muchas personas, lo que ayudar¨¢ a reducir la desigualdad de conocimientos y habilidades digitales entre la poblaci¨®n. ¡°Lo aprendido durante estos d¨ªas ya no se ir¨¢. Desde los empleados que al verse obligados a teletrabajar han comenzado a usar una nueva herramienta para hacer reuniones virtuales hasta las personas mayores que al no poder salir a la calle se han animado a usar plataformas para ver series o hacer videoconferencias con sus familiares.

Todos esos cambios suponen un salto cualitativo que en otras circunstancias quiz¨¢ hubiese llevado uno o dos a?os¡±, se?ala. Con respecto a esta posible inyecci¨®n de conocimientos, cabe recordar que en 2019 cerca de la mitad de la poblaci¨®n espa?ola segu¨ªa careciendo de las competencias digitales b¨¢sicas y solo un 32% contaba con competencias digitales por encima de ese nivel, seg¨²n el ?ndice de la Econom¨ªa y la Sociedad Digitales (DESI) elaborado por la Comisi¨®n Europea.

Nuevas paradojas

Pero una excesiva digitalizaci¨®n tambi¨¦n supone unos riesgos. Jordi Serra, subdirector del Centre for Postnormal Policy & Futures Studies (Cppfs) y profesor asociado del curso Internet and Global Society en Blanquerna- Universitat Ramon Llull, afirma que el confinamiento ha servido para poner a prueba muchas opciones que hasta el momento se planteaban solo como posibilidades y cuyo uso prolongado podr¨ªa desatar nuevas paradojas. ¡°Si ahora todos sustituimos algunas actividades por las alternativas que han ayudado a sobrellevar el encierro, podemos dificultar la recuperaci¨®n de la crisis econ¨®mica que dejar¨¢ la pandemia¡±, comenta. Por ejemplo, el trabajo a distancia podr¨ªa acelerar la automatizaci¨®n de ciertos puestos de trabajo que no requieran una presencia f¨ªsica o las compras por Internet podr¨ªan hacer peligrar a las peque?as tiendas de barrio que no cuentan con infraestructuras para distribuir sus productos.

Sea como fuere, el pron¨®stico de Echeverr¨ªa nos precipita a¨²n m¨¢s dentro del mundo virtual: ¡°Si hace cinco meses est¨¢bamos digitalizados, ahora lo estaremos mucho m¨¢s. El mundo ha cambiado por un problema de gran envergadura que aunque termine pali¨¢ndose transformar¨¢ muchos h¨¢bitos por motivos de seguridad, as¨ª que en el futuro un 20% de nuestra vida quiz¨¢s sea confinada¡±.