Las redes privadas y el malo conocido: ?a qui¨¦n confiamos nuestra vida en Internet?
El creciente mercado de las VPNs, al que ahora se suma Google, ofrece la posibilidad de ocultar nuestro tr¨¢fico en la red, pero no est¨¢ exento de riesgos
Cuando un cibernauta se hace a Internet a bordo de una VPN ¡ªred privada virtual¡ª sus movimientos de la red se vuelven invisibles para la mayor¨ªa de observadores. Al amparo de estos sistemas, que cifran la informaci¨®n del tr¨¢fico, hipot¨¦ticos ciberdelincuentes, webs indiscretas e incluso prestadoras de servicios de telecomunicaciones se quedan a ciegas. En diciembre de 2019, un 25 % de los usuarios de Internet accedieron a la red a trav¨¦s de estos t¨²neles. La apetencia por estos servicios es tal, que hasta Google ha decidido incluirlos en su cartera. La semana pasada, la compa?¨ªa anunci¨® el lanzamiento de su VPN para Android en Estados Unidos y sus planes para expandir la nueva herramienta a m¨¢s pa¨ªses y sistemas operativos en los pr¨®ximos meses.
?Qui¨¦n no quiere unas migajas de invisibilidad digital en los entrometidos tiempos que corren? Recurrir a estas redes, nos permite navegar en condiciones de seguridad, aunque estemos empleando redes p¨²blicas. Aunque se intercepte la comunicaci¨®n, no es posible descifrarla para obtener los sitios que visitamos, lo que hacemos en ellos, la informaci¨®n que enviamos, nuestra IP.
Nadie puede vernos¡ o casi nadie. El problema de las VPN es que el due?o del t¨²nel puede hacer con ¨¦l lo que quiera. Confiar nuestro tr¨¢fico en Internet a terceros nos expone a la posibilidad de que estos decidan echar una miradita por el ojo de la cerradura. "Los riesgos son muchos. Puedes acabar instalando en tu m¨®vil u ordenador una aplicaci¨®n que est¨¦ precisamente capturando tr¨¢fico", explica Juan Jos¨¦ Nombela, director de ?rea Ciencias de la Computaci¨®n y Tecnolog¨ªa de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). As¨ª, elegir mal al responsable de proteger nuestra privacidad puede acabar teniendo el efecto contrario. "Quiz¨¢ act¨²a como VPN con lo cual otros no pueden ver la informaci¨®n, pero el fabricante puede espiar todo ese tr¨¢fico sin cifrar", contin¨²a.
La primera recomendaci¨®n de Nombela en la elecci¨®n de estos servicios es tambi¨¦n una de las reglas b¨¢sicas de Internet: no descargar nada que proceda de una fuente que no es fiable. ¡°Cuando usas una VPN est¨¢s poniendo toda tu confianza en alguien¡±, explica Andy Yen, consejero delegado y fundador Proton Technologies, empresa responsable del correo electr¨®nico cifrado ProtonMail y ProtonVPN, el primer servicio de VPN de c¨®digo abierto.
Yen, apasionado defensor del Internet privado se lleva las manos a la cabeza ante el nuevo papel de Google como prestador de servicios de redes privadas virtuales: ¡°Esto permite a Google ver toda tu actividad en Internet. Ahora mismo, pueden monitorizarte si est¨¢s en una web suya o que usa su tecnolog¨ªa. Si usas su VPN, no importa donde est¨¦s y qu¨¦ servicio est¨¦s usando. Pueden verlo todo, porque b¨¢sicamente est¨¢s pasando todo tu tr¨¢fico por la red de Google¡±.
Por lo pronto, y de acuerdo con lo que explica el gigante de Mountain View en el paper que detalla el funcionamiento de su VPN, Google no guardar¨¢ datos de tr¨¢fico, direcciones IP de los dispositivos, anchos de banda y horas de conexi¨®n de los usuarios que empleen este servicio. "No basta lo que digan hoy, tambi¨¦n tenemos en cuenta lo que podr¨ªan decir dentro de tres a?os", advierte Yen, que pone el ejemplo de la compra de WhatsApp por parte de Facebook. "Al principio hicieron ciertas promesas y con el tiempo empezaron a extraer datos de WhatsApp".
Males menores
?Pero entonces a qui¨¦n le damos las llaves del reino? Confiar en los proveedores de estas redes privadas va en l¨ªnea con la l¨®gica del malo conocido que es mejor que el bueno por conocer. Ponemos nuestra intimidad digital en manos de terceros con la esperanza de que ellos garanticen que otros peores no van a poder acceder a ella. En este sentido, para Yen es fundamental que saber qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de la empresa antes de tomar la decisi¨®n: "Al final, el software lo lleva gente. Nos gusta o¨ªr hablar de los ordenadores como cosas aut¨®nomas y automatizadas, pero cuando conf¨ªas en una empresa de software est¨¢s confiando en una persona", explica. Nombela aconseja acudir al consejo de entidades oficiales especializadas, como la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI). "Ellos ya han evaluado algunas herramientas de seguridad para diferentes prop¨®sitos. As¨ª, el usuario tiene la garant¨ªa de que no se va a encontrar con un caballo de Troya", explica.
La principal baza de Yen para ganarse la confianza de sus usuarios es el c¨®digo abierto, que permite a la comunidad de usuarios examinar el modo en que est¨¢n construidas estas herramientas. "Cualquiera tiene la posibilidad de revisar el c¨®digo fuente y ver lo que est¨¢ haciendo el software", explica. De este modo, el ojo experto puede comprobar que ProtonVPN cumple su promesa de no almacenar ninguna informaci¨®n de tr¨¢fico. "No confiar¨ªa en ning¨²n software que no fuese open source", insiste.
El ojo profano, por otro lado, puede encomendarse a las leyes vigentes en el pa¨ªs donde la empresa que le ofrece estos servicios ubica sus servidores. "En Estados Unidos, por ejemplo, no aplican el Reglamento General de Protecci¨®n de Datos o la Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n de Datos, con lo cual las garant¨ªas no van a ser las mismas. Es recomendable que sea una empresa Europea", precisa Nombela. Adem¨¢s, la localizaci¨®n no solo determina las cuestiones legales sino que puede afectar a la velocidad de la conexi¨®n: si los servidores est¨¢n ubicados demasiado lejos, alargamos innecesariamente la ruta que siguen nuestros datos y consecuentemente, los tiempos de respuesta. "Es importante elegir un proveedor que tenga un rango geogr¨¢fico amplio y un buen n¨²mero de servidores en tu regi¨®n", confirma Yen.
Tomada la decisi¨®n, ?podemos respirar tranquilos? S¨ª y no. Nombela confirma que estos servicios nos ofrecen una capa m¨¢s de privacidad, pero no neutralizan otros riesgos. "Es como cambiar la cerradura de tu casa y dejarte una ventana abierta. O como salir a la calle con mascarilla, relajarse y hacer fiestas y botellones. Las precauciones tienen que ser las mismas: cuidado con a qu¨¦ te conectas, cuidado con lo que te descargas, cuidado con los correos. No hay que relajarse".
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