Google se repliega en la batalla por la industria de videojuegos
Stadia mantendr¨¢ la esencia de plataforma de juegos en la nube, como Luna (Amazon) y xCloud (Microsoft), aunque dejar¨¢ de producir t¨ªtulos popios
Google prescinde de sus dos estudios de desarrollo de videojuegos. Un paso atr¨¢s en su idea de revolucionar una industria a la que lleg¨® de nuevas hace dos a?os, cuando comunic¨® el lanzamiento de Stadia. Esta plataforma de juegos en la nube, que permite que los usuarios inicien los t¨ªtulos sin necesidad de comprarlos ni tener una consola ¡ªbasta con pagar la suscripci¨®n mensual y conectarse a Internet¡ª, fue la primera en ofrecer un servicio diferente, pero su futuro se antoja menos ambicioso. No solo por el cierre de los estudios, sino tambi¨¦n por la salida de su cara m¨¢s emblem¨¢tica: Jade Raumond, una de las responsables de la saga Assassin¡¯s Creed, que abandon¨® EA en 2019 para convertirse en la directora creativa de Stadia.
Los jugadores no notar¨¢n ning¨²n cambio. Stadia mantendr¨¢ intactas sus caracter¨ªsticas, como acceder desde cualquier rinc¨®n a Cyberpunk 2077. Historia diferente es lo que implica en el negocio y en el mensaje que lanza Google. Se acab¨® mantener de puertas para adentro el proyecto. Asegura Phil Harrison, vicepresidente y responsable de Google Stadia, que ha llegado el momento de colaborar con otros aliados. ¡°Nuestro objetivo sigue centrado en crear la mejor plataforma posible para los usuarios y la tecnolog¨ªa para nuestros socios. Estamos ampliando nuestros esfuerzos para ayudar a desarrolladores y editores de juegos a aprovechar la innovaci¨®n de nuestra plataforma¡±, precisa.
Los t¨ªtulos propios suponen un valor a?adido para las compa?¨ªas. Infinidad de jugadores apuestan por una u otra en funci¨®n del cat¨¢logo que ofrecen. Google ha decidido echar por tierra tal diferenciaci¨®n. Ha convertido Stadia en una plataforma de juegos en la nube m¨¢s. Cierto es que, pese a ser pionera, la competencia no ha parado de crecer desde que diera este primer paso ¡ªMicrosoft con xCloud, Amazon con Luna, Nvidia con GeForce Now o Sony con PlayStation Now¡ª. ¡°Google quer¨ªa entrar en el gaming como una plataforma m¨¢s all¨¢ de Google Play, pero no es un proceso sencillo. Como Amazon ha descubierto con su reciente inversi¨®n en el desarrollo de juegos, existen muchos factores complejos m¨¢s all¨¢ de invertir el dinero necesario para tener ¨¦xito¡±, sostiene Jamie Woodcock, profesor en The Open University.
Ante un sector tan atomizado, el cambio de rumbo de Google solo refleja la dificultad de pretender liderar un paradigma nuevo. La jugabilidad en la nube va en aumento, aunque no representa la opci¨®n mayoritaria ni de lejos. Woodcock confiesa que nadie en la industria pensaba que Stadia lograra un ¨¦xito incontestable. La decisi¨®n de recortar parte del proyecto solo fortalece la posici¨®n de las compa?¨ªas y desarrolladores tradicionales. Incluso aleja la posibilidad de que otros competidores, con una capacidad t¨¦cnica y econ¨®mica similar a los de Mountain View, prueben servicios parecidos. ¡°Esta decisi¨®n tendr¨¢ claramente un impacto negativo en aquellos que comenzaron a trabajar con Stadia, que ahora han sido apartados¡±, a?ade.
Harrison reconoce que crear videojuegos propios de calidad implica tanto muchos a?os como una inversi¨®n significativa, que crece exponencialmente. Y m¨¢s para una empresa como la suya, alejada del sector y que apost¨® contratar a figuras reputadas como Raumond para paliar tanto desconocimiento. En cierta medida, se trata de una vuelta a los or¨ªgenes. De proseguir con un producto, la nube, que dominan como pocos. ¡°Creemos que este es el mejor camino para convertir Stadia en una empresa sostenible a largo plazo, que ayude a hacer crecer la industria¡±, afirma Harrison.
Fin a la diferenciaci¨®n
Una de las mayores ventajas competitivas de Stadia era su exclusividad. La tecnol¨®gica ofrec¨ªa al resto de desarrolladores toda la potencia de sus servidores en la nube, mejorando el rendimiento gr¨¢fico de los juegos, sobre todo para aquellos usuarios que solo utilizan un ¨²nico sistema, como una consola o un ordenador. Al lanzarse hacia la colaboraci¨®n estrat¨¦gica con terceros, resulta improbable que estudios del tama?o de Blizzard, Ubisoft o EA produzcan videojuegos que requieran tantos servidores al mismo tiempo. M¨¢s a¨²n cuando pueden aliarse con Google, sin necesidad de recurrir a un servicio que en su momento s¨ª resultaba diferencial.
Indirectamente, Microsoft observa c¨®mo sus ¨²ltimos movimientos afianzan su posici¨®n en los juegos en la nube. En noviembre puso en el mercado la Xbox Series X y la Xbox Series S, sus consolas de ¨²ltima generaci¨®n llamadas a competir con la PlayStation 5; pero, al margen de la expectaci¨®n que despertara el inicio de una nueva era en el gaming, el anuncio m¨¢s relevante estaba relacionado con su plataforma xCloud. Mejoraba la facilidad con la que poder jugar a un mismo t¨ªtulo entre Xbox y ordenadores. ¡°Si bien la oferta de Stadia ha fallado, Microsoft est¨¢ haciendo un esfuerzo mayor. Su negocio cada vez depende menos del hardware¡±, concluye Woodcock.
A nadie se le escapa que los videojuegos manejan cifras nunca vistas antes. De acuerdo con la consultora Newzoo, este ¨²ltimo a?o generaron m¨¢s de 135.000 millones de euros, muy por encima del sector cinematogr¨¢fico o el musical. La pandemia ha catapultado al sector, aunque sin la anuencia de los jugadores, como Google ha vivido en primera persona, el negocio resulta menos rentable. Poco importa que introdujera el concepto de jugabilidad en la nube. El mercado se ha vuelto feroz en apenas dos a?os y todav¨ªa falta por ver qu¨¦ lugar ocupa cada uno en este juego de poder.
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