¡°No me gust¨® el ganado¡±: el descontrol de Google en las rese?as de clubs de alterne
Un lenguaje denigrante y decenas de comentarios falsos muestran la dificultad para regular la conversaci¨®n en internet
¡°No me gust¨® el ganado, la m¨¢s joven ya ha cotizado para pensi¨®n¡±, escribe sobre un club de alterne de Ciudad Real un usuario de Google Maps, el servicio de Google que permite puntuar y dejar rese?as sobre todo tipo de establecimientos. ¡°Mucho nombre, pero escasa calidad del g¨¦nero¡±, comenta otro sobre un local de este tipo en Burgos. ¡°Mucha rumanita limpia carteras y ninguna t¨ªa buena¡±, escribe un usuario sobre un club de Lleida del que otro cliente afirma: ¡°No lo recomiendo estuvimos 2 amigos las chicas eran pocas el portero era gitano y borde, la mitad de los clientes eran rumanos que te miraban mal¡±. Entre comentarios xen¨®fobos y denigrantes, otros dan detalles para entendidos: ¡°Las putillas son un poco caras aunque la mamada Colombia la dominan a la perfecci¨®n¡±.
Cualquiera puede a?adir un local a Google Maps para poner una rese?a, aunque el propietario puede luego a?adir detalles confirmando su identidad. Google permite a?adir locales de alterne a su servicio siempre que la prostituci¨®n sea legal en ese pa¨ªs, aunque en Espa?a no lo sea el proxenetismo y no es un secreto que en muchos de esos locales se practica. Pero salta a la vista que cientos de las rese?as publicadas incumplen las normas de la compa?¨ªa, que no permiten ¡°colgar contenido peligroso o despectivo¡± que, entre otras cosas, ¡°incite odio promueva discriminaci¨®n o menosprecie a un individuo o grupo en base a su raza, origen ¨¦tnico, religi¨®n, discapacidad, edad, nacionalidad, identidad de g¨¦nero u otra caracter¨ªstica asociada con discriminaci¨®n sistem¨¢tica¡±.
Google se escuda en el enorme volumen de contenido que tiene que moderar. Hay muchas rese?as y ¡°seguimos buscando herramientas que mejoren¡± los resultados, contestan a EL PA?S. La compa?¨ªa dice que recibe 20 millones de contribuciones al d¨ªa, 7.000 millones en todo 2019. De ellas, borraron 75 millones de rese?as que violaban sus pol¨ªticas y eliminaron 75.000 cuentas de usuarios. Google presume de que ¡°la gran mayor¨ªa de contribuciones en Google Maps son aut¨¦nticas¡±. Es posible, pero en realidad nadie sabe qu¨¦ porcentaje son falsas.
La facilidad de acceso a estas rese?as en Google Maps hace que su contenido emerja con m¨¢s facilidad, como ocurri¨® con este tuit reciente que provoc¨® esta investigaci¨®n.
Me parece incre¨ªble que en Google Maps se anuncien locales en Madrid donde se prostituye a mujeres, como si fuera un negocio cualquiera. Creo que @GoogleES deber¨ªa tomar medidas para demostrar su compromiso con la lucha contra la trata de personas (hilo ?)
— Miguel M. Mendieta (@mmmendieta) March 2, 2021
Para sistematizar el panorama, EL PAIS ha consultado una web especializada que incluye m¨¢s de 1.500 locales de este tipo en toda Espa?a. Seleccionamos una muestra de tres categor¨ªas con presencia en calles, carreteras y otros lugares p¨²blicos, y una m¨¢s privada: de un total de 1.084 locales, sacamos una muestra de 108 (33 clubs, 5 saunas gay, 26 lugares de masaje y 44 pisos). De esos 108 seleccionados, en Maps hab¨ªa rese?as de unos 50, la mitad: 1.325 comentarios en total. La mayor¨ªa de pisos se quedaron l¨®gicamente fuera, pero no todos. Si nos guiamos por estas cifras, en Espa?a habr¨ªa al menos 500 locales de este tipo con rese?as.
En Google Maps estos negocios est¨¢n indexados en Espa?a sobre todo bajo los ep¨ªgrafes de ¡°club de entretenimiento para adultos¡±, ¡°bar de alterne¡± o ¡°club nocturno¡±, a menudo enga?osos. Google omite las b¨²squedas en Maps de ¡°sexo en Zaragoza¡±, pero s¨ª permite ¡°putas Valladolid¡±, o ¡°prostitutas¡± o ¡°follar¡± en una ciudad, aunque los resultados no son siempre precisos. Cualquier puede crear una rese?a de un local solo sabiendo la direcci¨®n. En Estados Unidos no hay este nivel de comentarios, ni siquiera en Las Vegas, donde las rese?as se refieren a locales de striptease. En algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el resto de Europa se encuentran este tipo de rese?as pero quiz¨¢ en una proporci¨®n menor: ¡°Las viejas son feas¡±, seg¨²n un cliente en Bogot¨¢ (Colombia).
El papel de Google es importante porque todos los usuarios de la red pr¨¢cticamente emplean el buscador o su servicio Maps. Pero no es el principal ni el ¨²nico lugar de internet donde se comenta el trabajo de mujeres que se dedican a la prostituci¨®n: b¨²squedas sencillas permiten dar con p¨¢ginas donde miles de usuarios rese?an su experiencia con mujeres con los detalles que las revistas especializadas en motor reservan a la conducci¨®n y las prestaciones de un coche.
Comentarios falsos para atraer visitas
Adem¨¢s de las rese?as con contenido denigrante hay muchas m¨¢s que suenan rid¨ªculamente falsas, aparentemente con el prop¨®sito de atraer visitas, aunque esto sucede en todo tipo de establecimientos. Varios usuarios con su supuesta cara, nombres y dos apellidos elogian lugares donde ¡°prima la discreci¨®n¡±. En muchos locales las alabanzas hacia la trayectoria del ¡°encargado¡± o del ¡°portero¡±, con datos muy concretos de lugares donde han trabajado (¡°Christian, el ex encargado de Fuego¡±), hace pensar que es dif¨ªcil que un usuario cualquiera se dedique a explicar todo eso.
En otros la venta parece sacada de un folleto del local, con elogios extraordinarios y cr¨ªticas astutas a las competencia. Esta rese?a est¨¢ colgada por un usuario con una foto del d¨ªa de su boda: ¡°Evento de lujo, Normalmente no me tomo el tiempo para escribir cr¨ªticas, pero tuve una experiencia muy buena en mi despedida de soltero. Fue sorpresa y aunque mis amigos me compartieron la cantidad de lugares de fiestas en la piscina y clubes de striptease que contactaron s¨®lo para ser bombardeado con precios excesivos [Este local] ofreci¨® una propuesta de acuerdo a lo que yo quer¨ªa, incluso inclu¨ªa el transporte para todos lo cual fue muy oportuno por que somos un grupo bastante grande! buena elecci¨®n chicos, gracias!!!¡±. Igual que hay grandes elogios, hay cr¨ªticas que probablemente est¨¦n hechas desde la competencia.
Otros presuntos usuarios rese?an decenas de lugares en varios pa¨ªses sin la menor relaci¨®n con el turismo y los viajes. EL PAIS ha hablado con uno que hace a?os cobraba por rese?as que hac¨ªa con su propia cuenta. El precio es relativamente alto porque no es f¨¢cil de automatizar: hay que crear una cuenta de Gmail para poder comentar, lo que alarga y complica el proceso. ¡°Existen muchas paginas como Microworkers, Rapidworkers que te pagan por escribir rese?as, en tiempos de crisis la gente busca lo que puede. El pago depende de la tarea, un me gusta o un subscribe en YouTube, 7 c¨¦ntimos de d¨®lar. Una rese?a bien escrita puede costar en 30 c¨¦ntimos que es un dineral en t¨¦rminos de microtasking. Las rese?as falsas son un problema real¡±, explica por un mensaje de LinkedIn. Google no indexa en su buscador los nombres de los autores de estas valoraciones, por lo que no es f¨¢cil descubrir perfiles falsos sin saber qu¨¦ locales han comentado.
A pesar de este panorama, muchos de los comentarios son de usuarios reales. Como el de este cliente de un club de Bogot¨¢ (Colombia) que opta por el eufemismo: ¡°Mucha variedad, lastimosamente ha perdido la calidad del portafolio¡±. Hay casos incluso en que, quiz¨¢ por dejadez o desconocimiento, algunos firman las rese?as con su nombre y dos apellidos reales. EL PA?S ha localizado por ejemplo a un funcionario de un pueblo extreme?o y a un camarero de Teruel que contaban su experiencia dando sus nombres reales, pero que no han querido responder a las preguntas para este reportaje.
Si tiene m¨¢s informaci¨®n sobre este tema, puede escribir a: jordipc@elpais.es
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