Cuentas falsas de pol¨ªticos en Twitter: el humor que puede acabar envenenando el debate p¨²blico
Los perfiles par¨®dicos son en algunas ocasiones una refrescante muestra de ingenio. En otras, una herramienta de polarizaci¨®n. A veces, simplemente, propagan noticias falsas
La sociedad lleva a?os pregunt¨¢ndose por los l¨ªmites del humor, pero Twitter ya sabe d¨®nde fijarlos: en la frontera de la desinformaci¨®n. Esa es la regla a la hora de lidiar, y en su caso suspender, las cuentas parodia que nacen con profusi¨®n micol¨®gica alrededor de pol¨ªticos y personajes p¨²blicos, caricaturiz¨¢ndolos, exagerando sus rasgos o deformando sus proclamas. Independientemente del color pol¨ªtico del caricaturizado y del sesgo que se adivine en el creador de los perfiles, en algunos casos estos suponen una refrescante forma de humor. En otros, una herramienta de polarizaci¨®n. A veces, simplemente, propagan noticias falsas.
Muchos lo intentan pero solo unos pocos consiguen relevancia en la red. Pedro S¨¢nchez, presidente del Gobierno_parodia lo hizo, amasando 24.500 seguidores. Mariano Rajoy Fake suma m¨¢s de 30.000. Las candidatas a la presidencia de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso y Roc¨ªo Monasterio, ten¨ªan sendas cuentas parodias que rondaban los 20.000 seguidores. Ambas fueron clausuradas recientemente por Twitter. La compa?¨ªa ha explicado a EL PA?S que el humor es uno de los grandes ejes de conexi¨®n de la gente con la red social en el que tienen cabida dichas parodias. Con dos condiciones: que quede claro que no hay relaci¨®n entre el usuario y el asunto de la cuenta, a?adiendo por ejemplo las palabras ¡°parodia¡±, ¡°falso¡± o ¡°fan¡± en el nombre y la biograf¨ªa, y que no infrinjan ninguna de sus otras normas (sobre suplantaci¨®n o incitaci¨®n al odio, por ejemplo).
La parodia ha sido siempre una forma de reforzar mensajes en pol¨ªtica. Pero cuando se da en el entorno digital se enfrenta a retos y problemas nuevos. Mientras que en medios como la televisi¨®n la diferencia entre humor y realidad est¨¢ bien definida, en Twitter los l¨ªmites son m¨¢s difusos. La mayor¨ªa de la gente sabe diferenciar a un pol¨ªtico real del humorista Joaqu¨ªn Reyes disfrazado de pol¨ªtico. Pero resulta mucho m¨¢s complicado saber qui¨¦n es el aut¨¦ntico presidente del Gobierno: @sanchezcastejon o @sanchezcasrejon. Los dos tienen la misma foto de perfil y de fondo. El falso, el segundo, incluye la palabra ¡°parodia¡± al final de su apodo. Tan al final que si alguien lee sus tuits desde el m¨®vil no lo ve. Lanza mensajes caricaturizando al presidente del Gobierno, imitando y exagerando su tono. En ocasiones esta exageraci¨®n es tan grotesca que no deja duda de que se trata de un mensaje humor¨ªstico. En otras, es tan sutil que pasa por un mensaje del verdadero S¨¢nchez.
Un ejemplo: el 10 de marzo se inici¨® un movimiento en redes de cuentas vinculadas a la extrema derecha que relacionaba el voto por correo con el fraude electoral. Siete d¨ªas m¨¢s tarde @sanchezcasrejon tuite¨® lo siguiente.
El #4deMayo, vota por correo por favor. pic.twitter.com/nPfE1mEsXu
— Pedro S¨¢nchez, Presidente del Gobierno ___ PARODIA (@sanchezcasrejon) March 17, 2021
No parece un mensaje particularmente hilarante. A¨²n as¨ª, muchos de sus seguidores lo comentaron entre emoticonos sonrientes. Otros lo retuitearon como si fuera un mensaje del aut¨¦ntico S¨¢nchez, para algunos una prueba de que el fraude era real. Antoni Roig Telo, profesor de comunicaci¨®n en la Universidad Oberta de Catalunya, explica que ¡°aqu¨ª es donde se establece el debate entre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n mediante la parodia y la suplantaci¨®n de la personalidad¡±. Roig lleva un a?o estudiando este fen¨®meno, centrado tambi¨¦n en analizar la narrativa de cuentas parodias m¨¢s amables o alejadas de la trifulca pol¨ªtica como Coronavirus, Dios Tuitero o Norcoreano. Destaca pues que hay muchos tipos de cuentas parodia en Twitter. Pero concede que hay un tipo muy concreto que se mimetiza con el personaje al que pretende parodiar y compagina los mensajes de humor con aquellos que pueden confundir a m¨¢s de uno. ¡°En ocasiones hay personas que se aprovechan de la difusi¨®n fuera de contexto de estos posts humor¨ªsticos para distorsionar el debate pol¨ªtico, generando opiniones polarizadas sin el m¨ªnimo sentido cr¨ªtico, opiniones que buscan el refuerzo y que permanecen incluso tras el desmentido¡±, apunta.
Portales de detecci¨®n de fake news como Maldita.es han reportado en los ¨²ltimos a?os diversos bulos originados en cuentas parodias. La de Pedro S¨¢nchez es reincidente, pero tambi¨¦n se dio en la de Rosa D¨ªaz fake, ya clausurada por esta raz¨®n. Mensajes que se viralizan como si fueran reales, a pesar de que estas cuentas se presentan, de manera m¨¢s o menos clara, como parodia.
En el Partido Popular nos hemos opuesto a:
— MARIANO RAJOY FAKE ?? (@marianofake) March 18, 2021
- Ley de divorcio
- Ley del aborto
- Ley de matrimonio homosexual
- Ley de dependencia
- Ley de igualdad
- Ley de eutanasia
Seguimos.
Las cuentas falsas no siempre propagan noticias falsas. La mayor¨ªa se limita a caricaturizar a un personaje p¨²blico. Por eso, Roig hace un an¨¢lisis mayoritariamente positivo: ¡°Nos permiten re¨ªrnos de la actualidad o del personaje parodiado a trav¨¦s de un juego ir¨®nico, a veces metaficcional, fusionado con la cultura popular¡±. Sin embargo, aquellas que parodian ¨ªntegramente a un l¨ªder pol¨ªtico o de opini¨®n suelen tener un posicionamiento ideol¨®gico muy definido, algo que acaba reflej¨¢ndose en sus seguidores. Esto no tiene por qu¨¦ ser negativo, pero en un ecosistema tan extremo como Twitter puede escorar la conversaci¨®n hacia posiciones cada vez m¨¢s beligerantes. ¡°Por eso, cabe preguntarse si este tipo de cuentas pertenecen a actores independientes o son movidos por gente de la ¨®rbita pol¨ªtica profesional¡±, se?ala.
La extrema derecha y el troleo de estado
Iago Moreno lleva tiempo haci¨¦ndose esa pregunta. Para responderla, este soci¨®logo y analista de fen¨®menos digitales ha puesto la mirada en el extranjero. ¡°De puertas para fuera cada vez es m¨¢s normal que los espacios pol¨ªticos compren, literalmente, a quien destaca por la ciberagitaci¨®n an¨®nima¡±, explica por email. ¡°En muchos lugares esto lleva a lo que llamamos troleo de estado, es decir, a la cesi¨®n de medios del estado para formar estas legiones troll an¨®nimas. Los investigadores [Erguin ] Yoruk y [Eden] Bulut lo explicaron muy bien en relaci¨®n a Turqu¨ªa¡±. Otros pa¨ªses como M¨¦xico o Filipinas tambi¨¦n empiezan a mostrar peligrosas se?ales de polarizaci¨®n desde cuentas parodia.
Pero el ejemplo m¨¢s escalofriante lo encontramos en el pa¨ªs donde m¨¢s crece Twitter en todo el mundo. En la India las cuentas parodia dejaron de tomarse a broma hace ya tiempo. All¨ª hacerse pasar por pol¨ªticos, personalidades o medios de comunicaci¨®n es la mejor manera de colar noticias falsas. Medios como Buzzfeed o India.com llevan tiempo denunciando que muchas de estas cuentas abandonaron el humor para dedicarse con ¨¦xito a la desinformaci¨®n. A?adir la etiqueta fake (falso) o parodia al final de su nombre de usuario es un mero tr¨¢mite para burlar las reglas de Twitter.
Eso no significa que el humor se haya eliminado de la esfera pol¨ªtica virtual del pa¨ªs. La antrop¨®loga india Sahana Udupa describe c¨®mo se ha convertido en un modo de galvanizar las pulsiones pol¨ªticas y crear relato. Seg¨²n Udupa, el partido fundamentalista hind¨² BJP, que lleva gobernando el pa¨ªs de forma autoritaria desde 2014, usa el humor para satirizar a sus adversarios hasta la deshumanizacion y frivoliza incluso con el terrorismo de estado. ¡°Ya no es un barniz que cubre lo importante, sino una dimensi¨®n mediadora o articuladora de todo¡±, analiza Moreno. ?l mismo ha escrito un ensayo sobre como VOX ha mimetizado estas pr¨¢cticas. ¡°No creo que pueda entenderse la forma en la que reconstruye el espacio mitol¨®gico del nacionalismo espa?ol sin echar un ojo al humor, ni a las l¨®gicas de su discurso, ni a las din¨¢micas de su viralidad. El humor es central¡±.
Los esl¨®ganes, con memes, entran mejor. Moreno no se refiere solo a los perfiles parodia de los pol¨ªticos, destinados en su opini¨®n a un p¨²blico m¨¢s adulto. Pone tambi¨¦n como ejemplo cuentas como @voxmemes, m¨¢s visuales y con m¨¢s capas de humor. ¡°Esta red conforma una especie de alt-right ib¨¦rica [derecha alternativa], el llamado team facha. Es una apuesta personal de su vicesecretario de comunicaci¨®n, Mariscal Zabala, enorme admirador del trumpismo digital y forocochero de formaci¨®n [en referencia a la p¨¢gina Forocoches, de p¨²blico fundamentalmente masculino]¡±, explica Moreno.
El resto de partidos se encuentran muy por detr¨¢s en el uso de estas herramientas, seg¨²n Moreno. Podemos lo ha intentado, aunque en su opini¨®n el tono es demasiado moralizante, no acaba de cuajar. Los grandes partidos son un caso aparte. ¡°Es dif¨ªcil ser gracioso y de centro centrado¡±, explica.
La original y la fake. As¨ª, cada d¨ªa. pic.twitter.com/V3SLUqCVZG
— Isabel D¨ªaz Ayuso (@IdiazAyuso) July 30, 2020
Ayuso real VS Ayuso cuqui fake
Era falsa pero exitosa. Una de las cuentas fake que m¨¢s seguidores cosech¨® en los ¨²ltimos meses fue la de Isabel Diaz Ayuso. @ldiazaquso, o lo que es lo mismo, Presidenta cuqui fake, amas¨® 18.000 seguidores en menos de seis meses a base de un humor rayano en el absurdo. A darle notoriedad contribuy¨® la verdadera Ayuso, quien denunciaba, en entrevistas de forma indirecta y en Twitter de manera bastante directa, los tuits de su parodia. Su perfil (el de la falsa) fue finalmente suspendido.
El de Ayuso es un caso excepcional. Normalmente los pol¨ªticos no interact¨²an con sus parodias de Twitter, quiz¨¢ para no darles demasiada importancia. En algunos casos, apunta Moreno, las mandan crear ellos mismos. ¡°Este consejo me lo dio un asesor digital de la presidencia de un gobierno actual y lo he visto hacer en numerosas ocasiones. Es mejor que lo haga tu equipo a que lo haga tu adversario¡±.
La mejor caricatura es la que uno hace de s¨ª mismo, y en pol¨ªtica hay m¨¢s de un ejemplo. ¡°Esperanza Aguirre lo hizo en tiempos de Caiga quien caiga¡±(Telecinco) asegura Ver¨®nica Fumanal, presidenta de la Asociaci¨®n de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica. Fumanal considera que el humor es una forma de conformar opini¨®n p¨²blica ¡°espectacularmente eficiente¡±. ¡°Los estudios indican que hay cuestiones complicadas de tratar con un tono neutro, pero si lo haces desde el humor, desde la exageraci¨®n, la gente lo asume y lo acepta¡±, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°El humor permite hacer cr¨ªticas descarnadas con cuestiones delicadas¡±.
Este humor pol¨ªtico se hab¨ªa dado tradicionalmente en la televisi¨®n. La propia Fumanal hizo una tesis sobre el programa de s¨¢tira pol¨ªtica Las noticias del gui?ol (Canal +) pionero en este campo a mediados de los a?os 90. Buscando un ejemplo m¨¢s reciente, la polit¨®loga se?ala el programa Polonia (TV3) como un creador de relatos y perfiles pol¨ªticos. ¡°Por un lado los pol¨ªticos catalanes se mueren por salir en ¨¦l¡±, asegura. ¡°No eres nadie si no tienes un imitador en Polonia¡±. Pero advierte de que esta puede ser un arma de doble filo, pues si tu caricatura cala en el imaginario colectivo puede acabar definiendo tu imagen p¨²blica. ¡°Hay pol¨ªticos a los que les ha arruinado la carrera¡±, se?ala.
Fumanal sostiene que la televisi¨®n tiene m¨¢s poder para crear ese relato, pero hay que destacar que el p¨²blico joven (con matices) cada vez pasa m¨¢s tiempo en las redes sociales y menos frente al televisor. Es normal que las pr¨¢cticas de una pantalla se trasladen a la otra. Aunque en el entorno digital, se?ala Fumanal, la gente est¨¦ mucho m¨¢s politizada. A¨²n as¨ª esta polit¨®loga tiene un discurso m¨¢s esperanzado que sus colegas. Ella misma sigue a varias cuentas falsas. ¡°La gente sabe diferenciar la parodia de la realidad y creo que, salvo excepciones, es capaz de re¨ªrse de sus propias creencias pol¨ªticas¡±, apunta.
El problema, en algunos casos muy concretos, es que hay cuentas de Twitter que broma a broma persiguen metas bien serias. El humor ha estado ligado a la pol¨ªtica a lo largo de la historia. Desde las cantigas de escarnio y maldecir de Alfonso X, hasta las f¨¢bulas pol¨ªticas o las chirigotas de C¨¢diz, que sobrevivieron incluso a la censura franquista. Parece claro que el humor pol¨ªtico, incluso politizado, puede enriquecer la conversaci¨®n en Twitter. Pero cabe se?alar que hay cuentas de autor¨ªa desconocida que obedecen a estrategias coordinadas. Cuentas para las que el humor es una excusa. Puede que nos hagan re¨ªr pero es probable que en el fondo se est¨¦n riendo de nosotros.
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