C¨®mo se hace un detective en internet: 10 lecciones de quien descubri¨® armas en Siria e identific¨® a esp¨ªas rusos
Junto al medio digital que fund¨®, ¡®Bellingcat¡¯, Eliot Higgins es el principal pionero en investigaciones de fuentes abiertas en la red, que se ha convertido en un m¨¦todo esencial para encontrar pruebas. Ahora lo cuenta en un libro.
Hace justo 10 a?os Eliot Higgins, un hombre de entonces 32 a?os que era un aburrido administrativo en una empresa de Leicester (Reino Unido), segu¨ªa con atenci¨®n el blog en directo del diario brit¨¢nico The Guardian sobre las revueltas ¨¢rabes. En esos meses, se dio cuenta de que internet ofrec¨ªa una cantidad de informaci¨®n potencial nunca vista. Empez¨® a buscar y le cambi¨® la vida.
Ahora, una d¨¦cada despu¨¦s, es el l¨ªder de Bellingcat, un medio de investigaci¨®n digital con 22 empleados a tiempo completo y sede en Pa¨ªses Bajos, que ha revelado la identidad de esp¨ªas rusos, racistas estadounidenses y el tipo de armas qu¨ªmicas que us¨® el r¨¦gimen sirio.
Este a?o ha publicado un libro titulado Somos Bellingcat. Crimen global, detectives online y el atrevido futuro de la informaci¨®n, traducido o en camino a seis lenguas (el espa?ol no es una de ellas). EL PA?S ha aprovechado la publicaci¨®n para tener una larga conversaci¨®n telef¨®nica con Higgins y, junto al libro, explicar c¨®mo se hace un detective en internet.
My upcoming book, We Are Bellingcat, is now available for pre-order in the US, UK, Canada, and Finland. https://t.co/EgxKkwqqVW
— Eliot Higgins (@EliotHiggins) November 24, 2020
1. El descubrimiento: pruebas que nunca nadie hab¨ªa encontrado. En la ma?ana del 12 de agosto de 2011, la revuelta libia se intensificaba alrededor de la ciudad de Brega, con su refiner¨ªa y puerto. No estaba claro qui¨¦n controlaba el lugar. ¡°Un v¨ªdeo de rebeldes apareci¨® en YouTube¡±, escribe Higgins, que puso el enlace en los comentarios del blog de The Guardian para decir que los rebeldes controlaban el enclave.
Entonces otro comentarista le respondi¨®: ¡°?C¨®mo sabes que eso es Brega?¡±. Ah¨ª empez¨® todo. Higgins volvi¨® a mirar el v¨ªdeo. No le¨ªa ¨¢rabe, as¨ª que un cartel le hubiera ayudado poco. Cogi¨® papel y l¨¢piz y volvi¨® a reproducirlo. Intent¨® hacer un esquema de las calles que sal¨ªan. Fue a Google Maps, puso la opci¨®n que sobreimpresiona im¨¢genes de sat¨¦lite y empez¨® a observar barrios de Brega: si una zona era de edificios altos, no. En la zona este parec¨ªa que hab¨ªa calles con curvas. ¡°Era un inicio¡±, escribe Higgins. Volvi¨® a reproducir el v¨ªdeo para buscar detalles m¨¢s concretos: la forma de un edificio, c¨®mo es un cruce, lo que fuera. Al final certific¨® que era New Brega, una zona de la ciudad.
¡°Sentado en mi oficina en medio de Inglaterra¡±, escribe, ¡°hab¨ªa aclarado el frente de una guerra a miles de millas de all¨ª. Todo con YouTube y Google Maps¡±. Lo tuite¨® y era solo su s¨¦ptimo tuit (hoy ha hecho m¨¢s de 260.000 tuits).
Ten¨ªa evidencia de algo que nadie m¨¢s sab¨ªa en ese momento: ¡°Hab¨ªa tropezado con la geolocalizaci¨®n, como acabamos llam¨¢ndola, la primera t¨¦cnica del detective digital¡±, escribe.
2. Dos novedades centrales. El m¨¦todo o conjunto de herramientas que usa Higgins y Bellingcat constituyen lo que hoy ha convenido en llamarse investigaci¨®n de fuentes abiertas en internet. Es simplemente encontrar evidencia de algo en la red que nunca nadie ha comprobado antes.
¡°Nuestro trabajo es posible por dos novedades¡±, explica Higgins a EL PA?S. ¡°Primero, por el desarrollo de los m¨®viles y las opciones de compartir en redes sociales, lo que nos da acceso a una enorme cantidad de informaci¨®n en todo el mundo. Y segundo, la irrupci¨®n de Google Earth, Street View y otro tipo de herramientas. Si unes las piezas, tienes una idea de lo que pasa en cualquier parte del mundo¡±.
3. Tu reputaci¨®n es lo que encuentras. Higgins descubri¨® esas habilidades sin saberlo. A su alrededor, como pasa con lo nuevo, levantaba suspicacias: ¡°Quienes se opon¨ªan a mis hallazgos me describ¨ªan como ¡®el llamado experto Eliot Higgins¡¯ para desacreditarme, haciendo notar mi falta de educaci¨®n formal¡±, escribe. Higgins no acab¨® la universidad. Pero pronto acabar¨ªa citado en la portada de The New York Times hablando de armas qu¨ªmicas en Siria.
¡°Muchos altos cargos y pol¨ªticos sab¨ªan menos que yo sobre el conflicto sirio de lo que hab¨ªa aprendido mirando fuentes abiertas. Hab¨ªa topado con un hueco en el sistema de informaci¨®n: uno que he empleado cada d¨ªa desde entonces tratando de llenarlo¡±, a?ade.
El trabajo del periodista sobre el terreno sigue siendo necesario, dice Higgins, pero sin ampliar lo que ve con las fuentes abiertas en internet ser¨¢ incompleto.
Es el trabajo de investigaci¨®n perfecto para esta era. El grupo de detectives que fue reuni¨¦ndose en torno a Higgins y que acab¨® en Bellingcat proced¨ªa de oscuras comunidades (Higgins practic¨® mucho en el foro digital Something Awful) y dedicaba muchas horas a navegar. ¡°La investigaci¨®n de fuentes abiertas en internet no depende de tu cualificaci¨®n formal. Tu reputaci¨®n son tus resultados¡±, escribe Higgins.
En un reciente perfil en la revista brit¨¢nica GQ el redactor le llama ¡°el periodista m¨¢s innovador del mundo¡±. Ha subido unos cuantos pelda?os.
4. Lo que la gente quiere ense?ar en una foto o v¨ªdeo no es todo lo que revelan. Bellingcat fue fundado inadvertidamente tres d¨ªas antes de la ca¨ªda del vuelo de Malaysia Airlines en Ucrania en 2014.
Tras varios d¨ªas de investigaciones, ten¨ªan la hip¨®tesis de que el ej¨¦rcito ruso hab¨ªa prestado irresponsablemente un lanzamisiles m¨®vil Buk a los rebeldes del este de Ucrania. Ten¨ªan la imagen, pero para demostrarlo deb¨ªan encontrar ese mismo aparato en territorio ruso antes del d¨ªa en que cay¨® el avi¨®n. ¡°En esa regi¨®n a la gente le encantan las dashcams [c¨¢maras en el salpicadero del coche] as¨ª que alguien pod¨ªa hab¨ªa filmado el Buk en Rusia¡±, escribe.
Ahora ten¨ªan que encontrarlo. Pero, ?c¨®mo? ¡°Lo que hizo [Iggy, el investigador encargado] marc¨® un antes y un despu¨¦s en el trabajo del detective digital¡±, escribe Higgins. Hasta entonces miraban v¨ªdeos pol¨¦micos o que proced¨ªan de una lista de fuentes acotada. Iggy se lanz¨® al pajar de internet para buscar la aguja. Prob¨® en Instagram, que ya le hab¨ªa ido bien antes, y estuvo cuatro d¨ªas, apenas sin dormir.
Pero lo encontr¨® en una foto, formando parte de un convoy militar. De ah¨ª expandi¨® la b¨²squeda a la zona. Luego dio con un v¨ªdeo. Luego busc¨® la ruta probable desde all¨ª hasta Ucrania. Y fue trazando todo el recorrido con c¨¢maras desde coches. Hab¨ªan encontrado su primera gran exclusiva e iban a acusar al Gobierno ruso.
Toda esa labor demuestra uno de los primeros principios que aprendi¨® Higgins: ¡°Lo que la gente quiere ense?ar en una foto o v¨ªdeo no es todo lo que revelan¡±. En el fondo de fotos y v¨ªdeos pasan muchas cosas.
5. ?Pero somos los ¨²nicos que lo hacemos? Esta exclusiva llev¨® a los investigadores internacionales de los pa¨ªses afectados por el derribo del avi¨®n a interesarse por Higgins. Le llamaron de una comisar¨ªa de Leicester y all¨ª fue a hablar con miembros del equipo: ¡°?Puede explicarnos lo que han encontrado?¡±, le dijeron. ¡°?Y si no le importa, tambi¨¦n c¨®mo lo han hecho?¡±.
¡°Mientras ve¨ªa sus reacciones al hablar, crec¨ªa en m¨ª una sensaci¨®n rara: somos los ¨²nicos haciendo esto¡±, escribe. En estos a?os su percepci¨®n ha cambiado e incluso cree que agencias de inteligencia peque?as deben tener a alguien mirando: ¡°Internet es una manguera enorme de informaci¨®n y no pueden dejar de estar mirando¡±, dice.
6. Una agencia popular de inteligencia. Ahora, a?os despu¨¦s, en Bellingcat ya no son los ¨²nicos que hacen esto. The New York Times tiene su propio equipo, que llaman de Investigaciones visuales, donde hay alg¨²n antiguo miembro de Bellingcat, y que ya ha ganado un Pulitzer y dos Emmys. Y Higgins ha hecho montones de talleres de formaci¨®n en la BBC y otros medios, lo que forma parte de sus ingresos.
Son una fundaci¨®n con sede en Pa¨ªses Bajos y su financiaci¨®n depende de organismos internacionales que dan pr¨¦stamos. No dependen del ¨¦xito de p¨²blico de sus investigaciones, sino de su impacto. Aqu¨ª est¨¢n las organizaciones que les pagan por proyectos.
7. El trabajo es colectivo. La mayor diferencia de la labor de Bellingcat y lo que hacen periodistas y esp¨ªas es la publicidad. Mientras las agencias trabajan en secreto y los periodistas esconden sus exclusivas, Bellingcat es un esfuerzo colaborativo p¨²blico. Las deliberaciones y consultas en abierto son constantes y es parte esencial del trabajo.
So far the R9X appears to have targeted high-profile individuals and, although it appears to have been designed to reduce civilian casualties, @lettatayler from @HRW notes ¡°the R9X is only going to be as good as the intelligence used to guide it.¡±
— Bellingcat (@bellingcat) August 26, 2021
Esta semana han sacado una historia sobre una nueva arma secreta de Estados Unidos: un misil con cuchillas. Han trabajado con otro medio y los v¨ªdeos que usan est¨¢n hechos sobre el terreno.
En el mencionado perfil en GQ, Higgins explica c¨®mo ayud¨® a capturar a los secuestradores de un perro (los secuestran para revenderlos). La familia propietaria le contact¨® despu¨¦s de acudir a la polic¨ªa y empapelar el barrio con carteles. Ten¨ªan dos segundos de un v¨ªdeo con el coche del ladr¨®n, pero la polic¨ªa no pod¨ªa leer la matr¨ªcula. Mandaron a Higgins el v¨ªdeo.
Un colega alem¨¢n hab¨ªa creado un programa que separaba los fotogramas de un v¨ªdeo y hab¨ªa aprendido a distinguir los patrones de matr¨ªculas de cada pa¨ªs y lograba leerlos aunque estuvieran borrosos al ojo humano. Higgins pas¨® el programa por el v¨ªdeo del secuestrador del perro. En una hora mand¨® la matr¨ªcula a los propietarios, que recuperaron a su mascota. La polic¨ªa sac¨® una nota de prensa para presumir, pero Higgins pidi¨® no aparecer. Ya tiene suficiente trabajo buscando armas clandestinas y esp¨ªas asesinos.
8. Internet es una herramienta mala en manos del mal, pero hay que ir m¨¢s all¨¢. Internet tiene cada vez peor fama: la vigilancia, las redes, el acoso. A Higgins le parece injusto. Igual que los gobiernos usan la tecnolog¨ªa para su beneficio, hay maneras de defenderse con esos mismos medios. Es una visi¨®n optimista, pero un ejemplo obvio es combatir al Gobierno ruso con armas digitales.
Tambi¨¦n usaron internet para desenmascarar a los racistas de Charlottesville en 2017 y en enero fueron r¨¢pidos en pedir y asegurar todo el repositorio posible de v¨ªdeos del asalto al Capitolio para posibles investigaciones y causas judiciales.
9. La respuesta al caos informativo es la transparencia. Bellingcat enlaza toda la evidencia disponible en sus art¨ªculos. Aun as¨ª, la cuenta de Twitter de Higgins est¨¢ llena de peleas con troles de todos los asuntos. ¡°Si les dirijo a nuestras investigaciones exhaustivas, pivotan a la siguiente pregunta¡±, escribe. ¡°Este juego de trileros implica que la evidencia no debe ser tenida en cuenta porque la manipulaci¨®n pol¨ªtica acecha en todas partes, una t¨¢ctica para negar todas las respuestas impulsada por afines a RT [el canal p¨²blico ruso], cuyo eslogan es precisamente ¡®Pregunta m¨¢s¡±, a?ade.
Aunque el ambiente actual no ayude a cerrar los debates cuando se presentan pruebas, en el origen de Bellingcat est¨¢ ofrecer toda la evidencia disponible y los caminos que han tomado para obtenerla.
En esta transparencia se incluyen los l¨ªmites morales. Para sus investigaciones m¨¢s sonadas sobre Rusia, Bellingcat ha comprado datos de telefon¨ªa m¨®vil de millones de personas, que en el pa¨ªs se encuentran con facilidad. Pagar por ese tipo de informaci¨®n est¨¢ en el l¨ªmite de lo permitido y Bellingcat no lo hubiera hecho, explica Higgins, si no fuera por la importancia del objetivo: ¡°Intentar que estos esp¨ªas dejen de asesinar¡±, a?ade.
Bellingcat se seguir¨¢ encontrando con otros dilemas en el futuro: ?usar herramientas de reconocimiento facial? ?Comprar v¨ªdeos de c¨¢maras privadas de seguridad? ¡°Para eso tenemos un consejo que nos revisa en qu¨¦ gastamos el dinero y nosotros no paramos de debatirlo internamente¡±, explica Higgins.
10. El rat¨®n puede capturar al gato. El nombre de Bellingcat [gato con cascabel] viene de una f¨¢bula de Esopo: un grupo de ratones aspira a ponerle un cascabel al gato para saber d¨®nde est¨¢. Ese es el objetivo de Bellingcat: ver venir a los poderosos. En su carrera hay grandes ¨¦xitos: adem¨¢s del avi¨®n derribado en Ucrania, la revelaci¨®n de los atacantes del exesp¨ªa ruso Skripal o de quienes intentaron envenenar al opositor Alexei Navalni.
El grupo de ratones que son Bellingcat tienen una lista de temas sin cerrar. Entre ellos, est¨¢ el presunto objetivo del paso por Catalu?a de tres esp¨ªas rusos entre 2016 y 2017. En sus investigaciones, los viajes de los agentes estaban vinculados a objetivos, seg¨²n explica el libro: la anexi¨®n de Crimea, la desestabilizaci¨®n de Moldavia, un intento de asesinato en Bulgaria, un golpe fallido en Montenegro, ataques contra la Agencia Mundial Antidoping en Suiza y el envenenamiento de Skripal. En esa lista, Higgins a?ade Catalu?a. ¡°A¨²n tenemos cosas por publicar de ese tema, espero que salgan en los pr¨®ximos meses¡±, dice.
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