La libertad en la red se resiente en todo el mundo por und¨¦cimo a?o consecutivo
China sigue siendo el pa¨ªs menos libre en internet, seg¨²n un informe de Freedom House publicado esta semana
La libertad en internet est¨¢ cada vez m¨¢s amenazada y ya son 11 los a?os consecutivos en que se agrava esta tendencia. Esa es la principal conclusi¨®n del informe Libertad en la red en 2021, elaborado por la ONG Freedom House, que analiza la situaci¨®n de 70 pa¨ªses y califica de 0 a 100 puntos las restricciones que tienen los ciudadanos para usar internet de forma libre en cada lugar. China se sit¨²a por s¨¦ptima vez como el pa¨ªs peor parado (con tan solo 10 puntos), superado por Ir¨¢n, Myanmar y Cuba. Quien encabeza la lista es Islandia, con 96 puntos, seguida de Estonia, Canad¨¢ y Costa Rica. Myanmar ha sufrido la mayor ca¨ªda registrada por Freedom House: 14 puntos desde 2020. ?La causa? El golpe de estado militar que sufri¨® en febrero y las consiguientes restricciones y bloqueos del acceso a la red y de los servicios m¨®viles.
En 2020, Freedom House ya alert¨® del efecto negativo de la pandemia sobre la libertad en el ¨¢mbito de internet: los gobiernos contaban con el pretexto de proteger la salud p¨²blica y evitar la desinformaci¨®n cuando bloqueaban las comunicaciones. Aunque esa tendencia ha continuado en pa¨ªses como Singapur y Camboya, han ganado peso otras acciones. Por una parte, el uso a manos de los gobiernos de tecnolog¨ªa de espionaje dirigida a los usuarios de la red. De los 70 pa¨ªses analizados, 45 han tenido acceso a este tipo de programas, que les han permitido extraer datos de la poblaci¨®n sin su consentimiento. Vuelve a aparecer en escena NSO Group, la empresa israel¨ª que desarrolla el programa Pegasus, con el que se ha robado informaci¨®n de dirigentes como Emmanuel Macron o Mohamed VI, adem¨¢s de periodistas y activistas de todo el mundo. Esta y otras compa?¨ªas privadas han proporcionado las herramientas necesarias para vulnerar la intimidad de los usuarios en la red.
No todo lo que recoge el informe es negativo: Taiw¨¢n, analizado en este informe por primera vez, ha obtenido el quinto puesto en la clasificaci¨®n, por delante de Alemania, Francia y Reino Unido. Para contrarrestar la influencia del Gobierno chino, ha desarrollado una serie de regulaciones muy innovadoras que garantizan a sus habitantes un entorno cibern¨¦tico donde puedan expresarse libremente y sin bloqueos, seg¨²n el informe.
China y Myanmar no han sido las ¨²nicas en salir mal paradas en los resultados: Bielorrusia ha sufrido una ca¨ªda de siete puntos en sus libertades con respecto a 2020 por el cierre de p¨¢ginas web opositoras al gobierno de Aleksandr Lukashenko y por las restricciones en el acceso a internet desencadenadas por las protestas tras las elecciones del pasado a?o que las potencias occidentales calificaron como fraudulentas.
Seg¨²n los c¨¢lculos de Freedom House, el ¨²ltimo a?o ha aumentado en un 8% el n¨²mero de usuarios que residen en pa¨ªses donde se han producido ataques o asesinatos como consecuencia de las actividades online, un 78% de los casi cuatro mil millones de usuarios que hay en internet. El 75% vive en lugares donde se arresta a aquellos que publican en la red contenidos pol¨ªticos, sociales o religiosos. La mayor¨ªa de los arrestos en los pa¨ªses estudiados se produjeron a ra¨ªz de publicaciones en Facebook.
Espa?a no se encuentra entre esos 70 pa¨ªses examinados, pero, teniendo en cuenta la clasificaci¨®n que realiza Freedom House entre pa¨ªses libres, parcialmente libres y no libres, nuestro pa¨ªs podr¨ªa encontrarse en el primer grupo, junto al resto de Estados de su entorno. Aun as¨ª, Amnist¨ªa Internacional advierte de que, desde la aprobaci¨®n de la Ley de protecci¨®n de la seguridad ciudadana en 2015, han ¡®¡®documentado un efecto negativo en la libertad de expresi¨®n y el espacio de libertad en la red¡¯'.
Daniel Canales, investigador de Amnist¨ªa en Espa?a, asegura que las preocupaciones de la ONG ¡®¡¯tienen que ver con el c¨®digo penal y los delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona, etc., y el hecho de que se abran procesos penales a m¨²sicos, artistas o usuarios de las redes sociales por letras de canciones y tuits que podr¨ªan resultar ofensivos para una parte de la poblaci¨®n, pero que est¨¢n amparados por la libertad de expresi¨®n¡¯'. Seg¨²n explica, el problema, m¨¢s all¨¢ del propio proceso penal, ser¨ªa el efecto que podr¨ªa tener sobre la ciudadan¨ªa: ¡®¡¯Se les est¨¢ enviando el mensaje de que determinadas expresiones no van a ser toleradas. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya ha hablado del efecto disuasorio y la consiguiente autocensura a la hora de publicar en la red que se puede producir¡¯'.
Una de las principales cuestiones que plantea Freedom House en su informe es el hecho de que las grandes tecnol¨®gicas tengan el poder de bloquear a usuarios de forma arbitraria, como ocurri¨® el pasado enero con Donald Trump. Esa acci¨®n gener¨® un complejo debate sobre la censura que no ha hecho sino cobrar m¨¢s y m¨¢s importancia este a?o. El de Rusia fue uno de los primeros gobiernos en reaccionar y ya en enero anunci¨® una ley que impondr¨ªa multas a estas grandes compa?¨ªas por bloquear de forma ilegal a los usuarios. Otros pa¨ªses, como India y Turqu¨ªa, est¨¢n presionando a las grandes compa?¨ªas para que eliminaran los contenidos y las cuentas que los gobiernos consideraran peligrosos o que criticaran determinados aspectos de la administraci¨®n. En Brasil se aprob¨® a principios de septiembre una ley que impedir¨¢ a las empresas tecnol¨®gicas moderar los contenidos y censurar a los usuarios sin el aval de un tribunal.
En el momento en el que se produjo el veto al expresidente estadounidense, Amnist¨ªa Internacional asegur¨® que ¡®¡®Facebook y las otras compa?¨ªas tienen un enorme poder para decidir qu¨¦ se puede decir y qu¨¦ no en sus plataformas¡¯', por lo que es necesaria una regulaci¨®n por parte de los gobiernos. Eso s¨ª, para combatir la desinformaci¨®n y, en el caso de la pandemia, el negacionismo en lo referido al coronavirus, Canales sugiere que ¡®¡¯no debe hacerse a trav¨¦s de la mera censura y de impedir la libertad de expresi¨®n, sino que las autoridades pueden establecer sistemas de informaci¨®n fiables y veraces que puedan proporcionar a la ciudadan¨ªa¡¯'.
Freedom House no solo analiza la situaci¨®n en los 70 pa¨ªses durante todo el a?o, sino que tambi¨¦n hace a los gobernantes una serie de recomendaciones, como proteger la privacidad y la seguridad de los usuarios, garantizar la transparencia y la diversidad en internet y, en ¨²ltima instancia, proteger la libertad global en la web. A la sociedad en general le aconseja que informe sobre el peligro de la censura a los dem¨¢s, que trabaje de forma conjunta con los legisladores y las empresas y que acuda a la Justicia para denunciar la censura y los bloqueos en la red.
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