Twitter y Elon Musk: en este casino se salsea
Seg¨²n un exempleado de Twitter, la plataforma se lo puso f¨¢cil a Trump porque ¡°disfrutaba¡± del ¡°poder¡± que le otorgaba ser su favorita. Ahora, alegando que hay demasiadas cuentas falsas, Elon Musk se ha retirado del acuerdo de compra de la empresa y esta lo ha demandado
El salseo de Twitter no nos da tregua. Elon Musk se retira y ya no quiere salvar al mundo de la censura previa, solo los muebles y su empresa estrella, Tesla. La comisi¨®n que investiga el asalto al Capitolio de los Estados Unidos no hace m¨¢s que tirar de la cuenta del expresidente Trump para demostrar que habr¨ªa animado la insurrecci¨®n y ahora nos enteramos de que Twitter ¡°mim¨®¡± a Trump para beneficiarse de su influencia, y de que la biblioteca del Congreso tambi¨¦n ha guardado sus borradores.
Empecemos con la cr¨®nica del S¨¢lvame del comit¨¦ especial de la C¨¢mara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. En estas semanas, hemos sobrevivido a fondos de videoconferencia inexplicables, a los tortazos en el SUV o veh¨ªculo presidencial entre Trump y su escolta, quien se neg¨® a conducirle a liderar la toma al asalto al poder que las urnas le hab¨ªan arrebatado. O al lanzamiento ol¨ªmpico de espaguetis con tomate contra los sacros muros de la Casa Blanca por parte de un presidente fuera de s¨ª. Para seguir con aprovechamiento las comparecencias de este comit¨¦ hay que haber sido adicto al espect¨¢culo circense de la presidencia de Trump o contar con la memoria de un personaje de Sorkin en El ala oeste de la Casa Blanca. Gracias a Iker Seisdedos y sus cr¨®nicas sobre la narraci¨®n del golpe de estado intentado por el cuatrigesimo quinto presidente estadounidense cualquiera se puede poner al d¨ªa en lo importante.
Esta comisi¨®n no solo ha puesto en evidencia el uso intensivo de Twitter por parte del exempresario como canal de comunicaci¨®n a trav¨¦s del que desinformaba y arengaba a sus seguidores, sino que ha puesto en evidencia el papel destacado de la red social en la insurrecci¨®n. Entre las ingentes entrevistas que ha llevado a cabo el Comit¨¦ (y que no se han hecho p¨²blicas), se cuenta la de un exempleado de Twitter que se?ala que sus advertencias internas sobre la violaci¨®n de las pol¨ªticas de Twitter por parte de Trump fueron ampliamente ignoradas. El exempleado, cuya voz e identidad se ocultaron, declar¨® que cre¨ªa que Twitter se lo puso f¨¢cil a Trump durante a?os porque ¡°disfrutaba¡± del ¡°poder¡± que le otorgaba ser su plataforma favorita. ¡°Si el expresidente Donald Trump hubiera sido cualquier otro usuario, le habr¨ªan suspendido la cuenta de manera permanente mucho antes¡°, dijo el testigo en un testimonio pregrabado. El Comit¨¦ ha citado a las principales plataformas de redes sociales con la finalidad de obtener material probatorio relacionado con sus pol¨ªticas de gesti¨®n de los contenidos vinculados a los intentos de Trump de anular las elecciones.
Lo que a¨²n est¨¢ por ver es si todo este material es suficiente para que el Departamento de Justicia y el Fiscal General inicien acciones legales. Muy mal lo est¨¢ teniendo que ver Trump para haberse blindado, adelantando ya el anunci¨® de que se presentar¨¢ a la reelecci¨®n.
Pero ah¨ª no acaba la cosa. Como sabe cualquier humano sobre la faz de la tierra que no haya vivido en lo alto de una columna los ¨²ltimos meses, Elon Musk ha cumplido su amenaza de retirarse del acuerdo de compra de Twitter por 44.000 millones de d¨®lares. Una nimiedad. Twitter, como es l¨®gico, bien no se lo ha tomado. Amenaz¨® con demandar y demand¨® con toda prontitud, demostrando con los tiempos y la elecci¨®n del despacho que le representa que se toma muy en serio la tomadura de pelo de Musk. Por eso no quiere la compensaci¨®n contractual de apenas 1.000 millones de d¨®lares que le corresponder¨ªa por la retirada del magnate. Quiere que Musk cumpla el contrato, compre la compa?¨ªa y pague lo prometido. Lo que vaya a ser de la red social si el juez les da la raz¨®n ya se ha hablado largo y tendido. El due?o de Tesla, como buen troll, ha dicho que, gracias a esta demanda, tendr¨¢ acceso a los documentos que demuestran que los bots de la red social son m¨¢s del cinco por ciento pactado y que quien habr¨ªa incumplido el contrato es la red del pajarito azul. Si no est¨¢ en lo cierto, parece que la ley dar¨ªa la raz¨®n a la red social: el contrato de adquisici¨®n de Twitter establece que esta puede obligarle a concluir la operaci¨®n en virtud de la doctrina del ¡°cumplimiento espec¨ªfico¡±, que permite a los tribunales a obligar a una de las partes de una transacci¨®n a que la complete. De partida, la ley colocar¨ªa a Twitter en una posici¨®n ganadora si no fuera porque se est¨¢ desangrando lenta pero inefablemente.
El da?o causado a la plataforma por los devaneos de Elon va m¨¢s all¨¢ de los gastos, que no son pocos, de una operaci¨®n frustrada. No solo las acciones, sino la posibilidad de Twitter de financiarse tras este trasiego, en medio de una coyuntura econ¨®mica de sequ¨ªa total, se han reducido enormemente. Que Elon quite valor a los perfiles de la red, ¨²nico bien con el que cuenta esta compa?¨ªa, afirmando que un porcentaje significativo son falsos, es un disparo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de las finanzas y la prosperabilidad de la entidad.
Por eso, la red social quiere un juicio y lo quiere a poder ser en septiembre. Necesita cortar la hemorragia y cauterizar la herida, mientras deja claro que con el pan de sus inversores no se juega. La cuant¨ªa y la complejidad de la operaci¨®n hacen sospechar que ning¨²n juez va a dictar una sentencia tan pronto como el demandante necesita, por lo que la posibilidad de que la demanda permita forzar un acuerdo est¨¢ en el horizonte. Veremos en cuanto se le queda la broma a Musk y si, de una vez para siempre, se le quitan las ganas de jugar con las cosas de comer.
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