Tener amigos ricos mejora el potencial econ¨®mico de los ni?os pobres, seg¨²n millones de relaciones en Facebook
El an¨¢lisis de 70 millones de usuarios de EE UU sugiere que una mayor conexi¨®n entre grupos sociales aumentar¨ªa la movilidad social y las posibilidades de que las personas con ingresos bajos mejoren su nivel econ¨®mico
Si un ni?o que vive en un hogar con renta baja crece en una zona donde se da un intercambio y una relaci¨®n habituales entre personas con diferente estatus socioecon¨®mico, entre ricos y pobres, ser¨¢ m¨¢s probable que, de mayor, su nivel econ¨®mico se incremente. Esa es la principal conclusi¨®n a la que ha llegado el investigador de la Universidad de Harvard Raj Chetty tras haber analizado los datos de 70 millones de usuarios de Facebook de entre 25 y 44 a?os en Estados Unidos. ...
Si un ni?o que vive en un hogar con renta baja crece en una zona donde se da un intercambio y una relaci¨®n habituales entre personas con diferente estatus socioecon¨®mico, entre ricos y pobres, ser¨¢ m¨¢s probable que, de mayor, su nivel econ¨®mico se incremente. Esa es la principal conclusi¨®n a la que ha llegado el investigador de la Universidad de Harvard Raj Chetty tras haber analizado los datos de 70 millones de usuarios de Facebook de entre 25 y 44 a?os en Estados Unidos. El estudio lo publica hoy la revista Nature.
Chetty ha acu?ado el t¨¦rmino de conectividad econ¨®mica para medir el nivel de relaci¨®n que se da entre individuos con un estatus econ¨®mico alto y personas con uno m¨¢s bajo. Este factor es una de las medidas del llamado capital social que m¨¢s influyen en la movilidad social, en la capacidad de escalar en la pir¨¢mide. La conectividad puede influir en las aspiraciones, en el acceso a la informaci¨®n y en las oportunidades laborales. El estudio sugiere que este factor podr¨ªa resultar m¨¢s determinante para la movilidad social que la segregaci¨®n racial o la desigualdad de ingresos. Si un ni?o con escasos recursos creciera en una zona donde la conectividad econ¨®mica fuera similar a la que se da entre los ni?os con un estatus alto, sus ingresos medios en el futuro aumentar¨ªan un 20% de media.
Facebook cedi¨® a Chetty los datos de 21.000 millones de relaciones de amistad de sus usuarios para su an¨¢lisis
¡°Todos sabemos que los amigos que hacemos importan en el futuro¡±, comenta Esteban Moro, investigador de la Universidad Carlos III y del MIT (Massachusetts Institute of Technology) Connection Science. Seg¨²n explica, esa teor¨ªa siempre ha sido dif¨ªcil de medir porque no se conoc¨ªa qui¨¦nes eran los amigos de todo el mundo, ¡°pero es la primera vez que se han utilizado datos de relaciones sociales a nivel individual de tanta gente, de millones de personas¡±. ¡°Han comprobado que hay una enorme correlaci¨®n, que es un factor determinante, aunque la conclusi¨®n no es que salgamos todos y vayamos a hacer amigos ricos¡±, a?ade. Facebook cedi¨® a Chetty los datos de 21.000 millones de relaciones de amistad de sus usuarios, anonimizados, para su an¨¢lisis.
En un segundo an¨¢lisis, surgido a ra¨ªz de esos resultados, Raj Chetty y sus colaboradores se propusieron descubrir qu¨¦ factores determinan esa conectividad econ¨®mica. Seg¨²n explica este economista de Harvard y experto en movilidad social, hay dos variables fundamentales: la exposici¨®n y los sesgos de amistad. La exposici¨®n se refiere al grado en el que los alumnos, por ejemplo, tienen cierta cercan¨ªa con personas con diferente estatus econ¨®mico al suyo. Si acuden a un colegio en el que solo hay otros ni?os con posibles, esa exposici¨®n ser¨¢ mucho menor (o nula) comparada con un centro en el que est¨¢n mezclados alumnos con todo tipo de nivel adquisitivo. El estudio concluye que esta exposici¨®n condiciona el 50% de la conectividad econ¨®mica y de la desconexi¨®n social.
El otro 50% lo determinan los sesgos a la hora de hacer amigos. Eso significa que, aunque en un centro escolar los alumnos provengan de familias con distintos niveles econ¨®micos, los ni?os con un poder adquisitivo alto pueden preferir relacionarse con sus iguales y no llegar a interactuar con los dem¨¢s, y viceversa. En ese caso, aunque no hubiera una segregaci¨®n econ¨®mica en el colegio, al no existir esa interacci¨®n entre unos y otros, tampoco habr¨ªa conectividad econ¨®mica. Es decir, para que se d¨¦ esa conectividad debe haber necesariamente amistad e interacci¨®n entre ni?os ricos y pobres, pero, seg¨²n Moro, ¡°lamentablemente, aunque est¨¦s expuesto, no hablas con gente que es muy diferente a ti¡±.
Por eso, Chetty recomienda a los reguladores y legisladores que no se centren solo en la exposici¨®n o en acabar con los colegios segregados por raz¨®n econ¨®mica, sino que atiendan a los sesgos en las amistades, puesto que son igual de importantes para acabar con la desconexi¨®n social.
Durante su presentaci¨®n del estudio, Chetty proporcion¨® algunos ejemplos de centros escolares que, para favorecer las relaciones de amistad entre los alumnos con distinto origen, crean ¡°colmenas¡± o peque?os grupos donde los ni?os deben interactuar. La clave se encuentra en ¡°cu¨¢ntas de esas exposiciones se convierten en amistad¡±, opina Moro, que considera que ¡°esto va a cambiar la manera que tenemos de entender c¨®mo las relaciones sociales pueden ser importantes para los individuos, para las instituciones y para las ciudades¡±.
¡°En EE UU hay regiones con mayor y menor desigualdad y, sin embargo, los patrones son similares¡±Raj Chetty, Universidad de Harvard
Al plantearle la posibilidad de que las conclusiones fueran distintas en una sociedad menos desigual que la estadounidense, el profesor Chetty indica que no cree que se extrajeran grandes diferencias al aplicar la misma metodolog¨ªa en otro lugar: ¡°En EE UU hay regiones con mayor y menor desigualdad y, sin embargo, los patrones son similares¡±. Es decir, que el hecho de que esos factores que impiden la conectividad econ¨®mica no desaparezcan incluso en las que cuentan con mayor equidad econ¨®mica y social es ya de por s¨ª un ejemplo de que tampoco ocurrir¨ªa en otros pa¨ªses.
¡°Yo creo que hay una parte universal. En una sociedad igualitaria el capital social no deber¨ªa ser importante, pero lo es¡±, a?ade Esteban Moro, que tambi¨¦n reconoce que en EE UU ¡°probablemente es un poquito m¨¢s exacerbado¡±. Coincide en que hay ¡°una tendencia (en todo el mundo) a utilizar a los amigos porque son fuentes de confianza¡±, y recuerda que, de hecho, Espa?a ¡°es uno de los lugares donde m¨¢s personas consiguen un empleo gracias a las amistades¡±: la mitad de los trabajadores, seg¨²n datos de 2015.
Los datos del estudio solo incluyen a los usuarios de entre 25 y 44 a?os, por lo que podr¨ªa parecer que la muestra no es del todo representativa, pero Chetty defiende que constituye el 84% de la poblaci¨®n en ese rango de edad: ¡°Es un buen lugar para comenzar [la investigaci¨®n de este asunto]¡±.
Para realizar este exhaustivo an¨¢lisis de macrodatos, el grupo de investigadores liderado por el profesor Chetty cotej¨® cada c¨®digo postal, cada instituto y cada universidad de EE UU gracias a los datos de Facebook. Esa informaci¨®n estar¨¢ a disposici¨®n de todo el mundo a partir hoy en la web de Social Capital. Consultado por su extrapolaci¨®n a otros pa¨ªses como Espa?a, Chetty hace referencia a una base de datos que ha servido para analizar cuestiones similares, el Atlas de oportunidades, un proyecto de la Fundaci¨®n Felipe Gonz¨¢lez y la Fundaci¨®n Cotec, que no recurre a las redes sociales sino a la Agencia Estatal de Administraci¨®n Tributaria.
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