La UE blinda sus fronteras con sistemas de reconocimiento facial solo para no comunitarios
Bruselas recopilar¨¢ nuevos datos biom¨¦tricos de aquellas personas que entren en territorio europeo. Los expertos alertan del alto potencial discriminatorio de esta tecnolog¨ªa
La Uni¨®n Europea ultima la implantaci¨®n de sistemas de reconocimiento facial en todas sus fronteras. Se usar¨¢n para recopilar los datos biom¨¦tricos de los llamados ciudadanos de terceros pa¨ªses (los de fuera del espacio Schengen), a quienes hasta ahora solo se les tomaban las huellas dactilares, y contrastarlos en tiempo real con las listas de personas se?aladas, tanto por las autoridades locales como por las comunitarias. La informaci¨®n quedar¨¢ almacenada en una gran base de datos que gestionar¨¢ la Comisi¨®n Europea y a la que podr¨¢n acceder los Estados miembros. La aplicaci¨®n de esta tecnolog¨ªa en las fronteras, que la UE quiere tener operativa antes de acabar el a?o, ha suscitado quejas entre activistas, pol¨ªticos y tecn¨®logos, al considerar que puede discriminar y criminalizar a los inmigrantes irregulares.
Los sistemas de reconocimiento facial permiten identificar a las personas de forma inequ¨ªvoca a partir de una imagen de su cara. Cada rostro humano tiene una disposici¨®n particular de los rasgos faciales, que no var¨ªa con el envejecimiento; con ayuda de algoritmos de inteligencia artificial es posible sacar un patr¨®n espec¨ªfico, una especie de identificador ¨²nico, y detectarlo en fotograf¨ªas o v¨ªdeos. Es un m¨¦todo de identificaci¨®n tan fiable como las huellas dactilares. Pero mientras este ¨²ltimo sistema exige de la colaboraci¨®n del sujeto, que debe colocar sus dedos en un lector, el reconocimiento facial solo necesita alimentarse de im¨¢genes digitalizadas. Por ejemplo, el metraje de una c¨¢mara de vigilancia callejera.
El uso sistem¨¢tico de esta tecnolog¨ªa se contempla en el Sistema de Entradas y Salidas (Entry/Exit System, EES), un proyecto de la UE aprobado en 2017 y dotado de un presupuesto de unos 650 millones de euros. Su objetivo es automatizar y digitalizar el registro de datos biom¨¦tricos de ciudadanos de terceros pa¨ªses cuando entren o salgan por las fronteras comunitarias. El EES no se aplica a los ciudadanos europeos, de quienes Bruselas no almacena sus datos sobre sus rostros, pero s¨ª lo har¨¢ con quienes vengan de fuera de los 27.
Hasta ahora, el reconocimiento facial solo se utilizaba en Europa en investigaciones criminales, principalmente de terrorismo. El proyecto de Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, que previsiblemente entrar¨¢ en vigor el a?o que viene, cataloga el reconocimiento facial como una ¡°tecnolog¨ªa de alto riesgo¡±, lo que comporta que solo se use con ¡°fines de prevenci¨®n, detenci¨®n o investigaci¨®n de cr¨ªmenes graves o terrorismo¡±. La letra peque?a del articulado, no obstante, permite que se use en las fronteras.
Las cautelas de la UE con el reconocimiento facial responden a que se considera una tecnolog¨ªa de vigilancia de masas (se puede identificar a personas sin su consentimiento) y a que, lejos de ser perfectos, los algoritmos fallan. Diversos estudios acreditan que la precisi¨®n de estos sistemas decae si se emplean con colectivos que no sean hombres cauc¨¢sicos: fallan m¨¢s con mujeres, j¨®venes y personas racializadas. En EE UU, el caso de Robert Williams, una persona negra que fue detenida al confundirla por otra el algoritmo, provoc¨® un movimiento que est¨¢ logrando que los departamentos de polic¨ªa de muchas ciudades del pa¨ªs dejen de recurrir a esta tecnolog¨ªa.
Por qu¨¦ recopilar m¨¢s datos biom¨¦tricos
Los argumentos de Bruselas son claros: el Sistema de Entradas y Salidas har¨¢ que el tr¨¢nsito de visitantes sea m¨¢s eficiente. ¡°Cada Estado miembro es responsable de poner en marcha su propia plataforma de recogida y procesamiento de estos datos biom¨¦tricos, as¨ª como de proveer medidas de seguridad adecuadas para estos¡±, se?ala una portavoz de la Comisi¨®n Europea. Las mismas fuentes indican que esos datos, que se alojar¨¢n f¨ªsicamente en la capital belga (en servidores de eu-LISA), se deben almacenar solo durante el tiempo que sean necesarios, aunque no matizan si se habla de meses, a?os o d¨¦cadas.
Uno de los organismos que deber¨¢n vigilar que no se cometan excesos en el manejo de datos tan sensibles como estos es el Supervisor Europeo de Protecci¨®n de Datos (EDPS, por sus siglas inglesas), una oficina independiente de la UE que ha sido muy cr¨ªtica con el proyecto. Ya en 2015 mostr¨® sus reservas al respecto, que confirm¨® el a?o pasado al solicitar la prohibici¨®n sin excepciones del reconocimiento facial en espacios p¨²blicos. Seg¨²n ha podido saber EL PA?S, la postura del Supervisor no ha variado desde entonces.
Uso discriminatorio
El temor de los cr¨ªticos con el proyecto de las fronteras digitales (EES) es que se perjudique a un colectivo, el de los inmigrantes irregulares, ya vulnerable de por s¨ª. Porque los sistemas de reconocimiento facial tambi¨¦n se aplicar¨¢n a quienes lleguen a Europa en patera. ¡°La discriminaci¨®n que plantea el uso de esta tecnolog¨ªa en las fronteras tiene dos vertientes¡±, sostiene Ana Valdivia, doctora en computaci¨®n e inteligencia artificial e investigadora postdoctoral del King¡¯s College de Londres. ¡±La primera es la t¨¦cnica: el algoritmo puede equivocarse, identificar mal. Estas herramientas tienen sesgos, no trabajan igual con todos los colores de piel, g¨¦neros y edades. Hay muy pocos datos digitales de menores, por ejemplo, por eso fallan tanto con ellos¡±, ilustra.
¡°La segunda perspectiva es pol¨ªtica: c¨®mo se usa la tecnolog¨ªa¡±, prosigue Valdivia, que ha estudiado en profundidad la aplicaci¨®n de la inteligencia artificial en las fronteras. Ella fue una de las impulsoras de una carta abierta dirigida en enero al Gobierno, y firmada por medio centenar de expertos y asociaciones, en la que se le solicitaban mecanismos de control que revisen los procedimientos algor¨ªtmicos, de manera que un fallo de la herramienta no pueda dejar a alguien si visado, o la incorporaci¨®n de observadores de derechos humanos en las fronteras, entre otras.
¡°Las sombras de este proyecto est¨¢n en la criminalizaci¨®n de las migraciones¡±, opina por su parte Ismael Cort¨¦s, diputado de Unidas Podemos. Cort¨¦s defendi¨® en marzo, en la Comisi¨®n de Interior del Congreso, una Proposici¨®n No de Ley (PNL) sobre recopilaci¨®n de datos biom¨¦tricos en frontera, en la que se inst¨® al Gobierno a garantizar que ¡°las tecnolog¨ªas de inteligencia artificial destinadas al reconocimiento facial en frontera¡± no generen ¡°sesgos discriminatorios¡± ni ¡°entra?en un riesgo para el ejercicio de las libertades civiles y pol¨ªticas¡±. La PNL, impulsada con la intenci¨®n de abrir este debate, se aprob¨® con apoyo del PSOE, la otra parte del Gobierno espa?ol.
¡°La UE va a meter en el mismo saco a dos tipos de sujetos: quienes hasta ahora eran objeto de la recopilaci¨®n de datos biom¨¦tricos, es decir, los sospechosos de terrorismo o crimen organizado, y aquellas con situaci¨®n de residencia irregular en un pa¨ªs del espacio Schengen¡±, critica el diputado de En Com¨² Podem. Por eso es clave saber si se mezclar¨¢n las bases de datos y qu¨¦ medidas se van a tomar para detectar falsos positivos (cuando el algoritmo falla y relaciona al reci¨¦n llegado a Europa con alguno de los presuntos criminales ya registrados).
El simple hecho de almacenar informaci¨®n tan sensible como los datos faciales, recuerda Valdivia, siempre implica riesgos: puede robarse o caer en malas manos. En Afganist¨¢n, cuando los talibanes recuperaron el control del pa¨ªs, recurrieron a bases de datos con los iris, rasgos faciales y huellas dactilares de antiguos colaboradores del r¨¦gimen que derrocaron para perseguirlos, seg¨²n reportaron varios medios. ¡°Imagina que Hungr¨ªa decide usar su base de datos para identificar qui¨¦n es homosexual y qui¨¦n no¡±, desliza la investigadora.
La frontera digital en Espa?a
En España se realizó en 2021 una prueba piloto del sistema de reconocimiento facial en La Línea de la Concepción (Cádiz). Según fuentes del Ministerio de Interior, el balance “ha sido positivo”. Ya están en marcha los preparativos para instalar esta misma tecnología en el resto de fronteras españolas (puertos, aeropuertos y pasos fronterizos), proyecto al que se han destinado unos 20 millones de euros. La compañía francesa de tecnología militar Thales ha instalado 120 puertas inteligentes (egates) con lectores faciales en seis aeropuertos y se prepara para entregar 1.500 equipos que se desplegarán en los puestos de control manual de todos los pasos fronterizos.
Por su parte, NTT Data, antes conocida como Everis, se hizo con el contrato para desarrollar el sistema central, una plataforma que permita recibir o recuperar la información que se captura de quienes pasan por la frontera, manteniendo criterios de seguridad y rendimiento. “Se está equipando a los agentes con tecnología móvil, de manera que les pueda saltar alertas en tiempo real en sus tabletas cuando hay una identificación fallida y puedan desplazarse en el momento a los pasos automáticos donde haya alguna incidencia”, explica Marcos Muñoz, director de Seguridad Pública de la compañía.
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