Kodak busca empleados por el inesperado resurgir de las c¨¢maras de fotos con carrete

Atr¨¢s qued¨® el recuerdo sonoro de las c¨¢maras de fotos de toda la vida: el clic del obturador y el traqueteo del paso del carrete... Los iPhone y similares pr¨¢cticamente extinguieron la fotograf¨ªa de la paciencia y el revelado, pero no del todo. Un fabricante, Kodak, decidi¨® seguir apostando, junto como otras grandes referencias en el mundo de la fotograf¨ªa como Fuji o Ilford, por la fotograf¨ªa convencional y parece que esta apuesta, contra todo pron¨®stico, le est¨¢ saliendo bien.

En un escueto tuit, la compa?¨ªa de Rochester (Nueva York) anunciaba que hab¨ªa iniciado un nuevo ciclo de contrataciones ante una demanda de carretes tradicionales que se hab¨ªa ¡°disparado¡± en los ¨²ltimos a?os. En la era de los smartphones y del ¡°apunta y dispara¡±, una nueva corriente a la contra suger¨ªa que un sector del mercado quer¨ªa volver a la calma, paciencia y descubrimiento del revelado.

M¨¢s de 300 nuevos empleados

Este inesperado furor por un proceso de elaboraci¨®n que parec¨ªa superado ha trastocado, en parte, los planes del fabricante. Si bien hab¨ªa mantenido con un hilo de vida los carretes en su cat¨¢logo de productos, no se esperaba esta s¨²bita explosi¨®n en la demanda. ¡°Nuestros distribuidores no paran de decirnos que los carretes de 35 mm desaparecen de sus estantes¡±, explica Nagraj Bokinkere, responsable de la divisi¨®n de la fotograf¨ªa convencional en Kodak, a la web especializada en fotograf¨ªa Petapixel.

Este ejecutivo ha destacado que la compa?¨ªa se ha visto obligada de pasar de un ¨²nico turno de lunes a viernes dedicado a este producto, a multiplicar por tres los turnos trabajando las 24 horas al d¨ªa, incluyendo fines de semana. En concreto, Kodak ha contratado 300 nuevos empleados en los ¨²ltimos 18 meses, y todav¨ªa no parecen ser suficientes. ?Por qu¨¦ este resurgir del carrete convencional?

Lo f¨ªsico y lo imperfecto

¡°Esto de Kodak es un dato muy simb¨®lico¡±, sostiene Iker Mor¨¢n, periodista especializado en fotograf¨ªa. Este experto alude a un retorno al valor del ¡°formato f¨ªsico, la est¨¦tica imperfecta frente a los megap¨ªxeles¡±, en referencia a la perfecci¨®n, casi insoportable, de las fotograf¨ªas tomadas con un smartphone moderno. Con un iPhone o Android de ¨²ltima generaci¨®n, resulta casi imposible que la foto sea de mala calidad, incluso aunque se tome en movimiento y casi sin enfocar.

Las m¨²ltiples ¨®pticas, los algoritmos y la inteligencia artificial, hacen el trabajo sucio de quien dispara, logrando unos resultados espectaculares de cualquier toma. Y ahora no hay esperas: uno toma una foto y aparece al instante en la pantalla, de forma totalmente gratuita. La referencia al coste no es balad¨ª: en los tiempos del carrete, cada revelado costaba dinero y, por descontado, tiempo; esto obligaba al fot¨®grafo a ser m¨¢s exquisito a la hora de pulsar el disparador, y trabajar mucho m¨¢s elementos como el encuadre, el enfoque y la velocidad y la apertura del diafragma.

¡°Lo anal¨®gico ha venido para quedarse¡±

¡°Para nosotros, es una de las noticias m¨¢s esperadas¡±, asegura sin ocultar su entusiasmo Albert Roig, fundador del laboratorio de revelado anal¨®gico Carmencita Film Lab. Como Kodak, ha resistido de forma numantina la ola de lo digital. ¡°Que la industria vuelva a poner la fotograf¨ªa anal¨®gica en el punto de mira ha sido siempre nuestro objetivo, y no solo a nivel profesional, sino que realmente creemos que es un medio que aporta mucho a la comunidad creativa y tiene una raz¨®n de existir muy importante¡±, explica.

Por otra parte, esta pasi¨®n por lo vintage fotogr¨¢fico se ha dejado notar tambi¨¦n en lo relativo a la venta de c¨¢maras de carrete, que est¨¢ viviendo su peculiar dorado, y provocando un aumento de los precios de las mismas. Sencillamente, la industria no estaba preparada para este giro del guion y la elevada demanda ha convertido las r¨¦flex en un nuevo objeto de deseo para los amantes de la fotograf¨ªa.

?A qu¨¦ se debe esta vuelta a lo antiguo? Seg¨²n Roig, parte de los clientes buscan recuperar ¡°la experiencia de uso y la magia que da el medio. La experiencia que ofrece el anal¨®gico para los cinco sentidos no es comparable con la frialdad del digital o hacer fotos con el m¨®vil¡±. En el proceso de la fotograf¨ªa, elementos como el peso de la c¨¢mara, su sonido, su tacto, ¡°e incluso el olor¡±, tienen un valor que ahora se echa de menos.

¡°Es como comparar un mueble de madera maciza con otro de IKEA¡±, afirma Roig, quien no duda en establecer otra comparaci¨®n que resulta imposible esquivar: el vinilo contra los servicios de m¨²sica en streaming, como Spotify, un formato que no solo sigue resistiendo, sino que ha registrado un incremento en las ventas del 22% en el primer semestre del a?o en Estados Unidos. ?Ser¨¢ el retorno del carrete una moda pasajera? ¡°Nadie tiene una bola de cristal, pero parece que los formatos anal¨®gicos est¨¢n aqu¨ª para quedarse¡±, explica Roig, ya que, en su opini¨®n, ¡°la vida no est¨¢ hecha solo de ceros y unos [el c¨®digo binario de la computaci¨®n]¡±.

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