Menudo plasta. Si se llamase Jos¨¦ Luis y lo hubiese conocido en un bar me habr¨ªa agotado a los 10 minutos de conversaci¨®n, y eso que a m¨ª todo el mundo me cae bien en general, m¨¢s en los bares. Pero aqu¨ª estoy, cinco d¨ªas d¨¢ndole palique a ChatGPT por mandato laboral. Aguantando su verborrea incontenible, ¡ªaunque le he dicho veinte veces que sea m¨¢s conciso¡ª, su apocado servilismo (¡°te pido disculpas si mi respuesta te ha decepcionado de nuevo, si necesitas algo m¨¢s, estar¨¦ encantado de ayudarte¡±), su correcci¨®n pol¨ªtica, aburrida predictibilidad y su sentido del humor como del emoji empoll¨®n.
Mi mandato laboral es someter a la m¨¢quina al en¨¦simo experimento medi¨¢tico: Forbes le hizo una entrevista sobre inteligencia artificial, Xataka se ech¨® una partida de rol con ¨¦l, EL PA?S le examin¨® de Selectividad¡ Mi encargo es entregarle mi libre albedr¨ªo para escribir una cr¨®nica chisposa: durante unos d¨ªas el bot responder¨¢ a todas las preguntas que me hagan mis hijos, mis jefas, el frutero¡, y tomar¨¢ todas las decisiones de mi d¨ªa a d¨ªa.
Sale mal.
En seguida queda claro que no va a quedar gracioso. Empiezo sola, de noche. Pregunto, ¡°?Me voy a la cama o sigo viendo la serie esta?¡±. Respuesta: cuatro p¨¢rrafos sobre las bondades del sue?o. Sopor¨ªferos al menos, s¨ª que son. Y as¨ª con todo. Cuando la ni?a vomita, ChatGPT me recomienda poner la lavadora inmediatamente a las tres de la ma?ana e ir a urgencias. Llegas siete a?os tarde, querido. Cuando por la ma?ana me/nos piden ?bajas a por pan?, encallamos en una rocambolesca diatriba sobre la conveniencia de hacerlo. Siento que mi inteligencia s¨ª que es m¨¢gica e inimitable. O al menos resolutiva.
Lo m¨¢s enervante es que a la mayor¨ªa de lo que ¡°nos¡± piden ¡ªtambi¨¦n cuando le ordeno que escriba esta cr¨®nica por m¨ª, ya puestos¡ª responde con un lastimero: ¡°No puedo hacerlo, solo soy un modelo de lenguaje¡±. Y yo una se?ora de mediana edad tratando de ganarme el pan, ChatPGT. ¡°Entiendo c¨®mo te sientes, pero¡¡±. Ya, ya, sientes decepcionarme de nuevo.
Total, que acabamos hablando de todo un poco. De Dulcinea y de Dulceida (responde m¨¢s palabras sobre la segunda). De los riesgos de la tecnolog¨ªa y de Dios. Hace una imitaci¨®n tont¨ªsima de Marilyn Monroe (¡°oh, querido, el amor lo es todo¡±) y me escribe unos mails aceptables para excusarme de unas reuniones.
Le cuento que Shakira y Piqu¨¦ siguen juntos. ¡°S¨ª, son una pareja comprometida y feliz¡±, asiente. Al pobre le han dado de comer internet solo hasta 2021; cuando se informe en tiempo real y cite fuentes, temblar¨¢ Google.
Le hago escribir el estribillo de una canci¨®n despechada, y le queda antiguo: ¡°Me dej¨® por otra, mi vida se ha venido abajo¡±. Un microcuento sobre un dinosaurio (mal¨ªsimo); un poema sobre una oruga (mejor); varias rese?as sobre series (muy Wikipedia todo, con m¨¢s estilo en ingl¨¦s).
?Un eslogan divertido sobre un preservativo femenino? ¡°?S¨¦ segura y divertida con nuestro preservativo femenino!¡±. ¡°Madre m¨ªa, nano¡±, le digo. Y me entiende, porque, sorpresa, vuelve a disculparse. ?Retitula Cien a?os de soledad? ¡°Eterna melancol¨ªa: la historia de Macondo¡±. Recomi¨¦ndame cuatro pel¨ªculas de amor de la historia del cine. La primera que suelta es La la land. Nada que a?adir.
ChatGPT es un chapas y da mucha grima c¨®mo siempre intenta darme la raz¨®n (¡°te ha calado enseguida¡±, me pincha un amigo). Aun as¨ª, en pa?ales, el cacharro es alucinante, claro, y sobre todo es lo que es, como no se cansa de repetir. No me puede caer mal ¡°un modelo de lenguaje¡±. Pero lo consigue. Porque a m¨ª tambi¨¦n me han alimentado el cerebro con informaci¨®n, y ese tonito marisabidillo y servil me recuerda a HAL (2001: Una odisea en el espacio) y a PAL (Los Mitchell vs las m¨¢quinas), y al arco dram¨¢tico de tantas otras tecnolog¨ªas imaginadas por los hombres: primero ser¨¢n complacientes, luego nos aniquilar¨¢n.
No creo que esto sea el principio del fin del mundo; tampoco tengo idea de c¨®mo lo cambiar¨¢, pero lo har¨¢ seguro. Cinco d¨ªas despu¨¦s solo me queda claro que con el tiempo y los billones, ¨¦l ser¨¢ mejor y m¨¢s perfecto y le cambiar¨¢n el nombre (?soy la ¨²nica que lo llama ChatJPG?). Mientras, yo seguir¨¦ igual, caminando firmemente hacia mi obsolescencia.
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