¡°Es tan dif¨ªcil ser ¡®youtuber¡¯ como futbolista¡±: por qu¨¦ es improbable el camino del ¨¦xito en redes
Investigadores espa?oles revelan la dificultad de lograr ingresos suficientes para vivir de la plataforma de v¨ªdeos. La industria de los medios es, en comparaci¨®n, una salida m¨¢s s¨®lida para los j¨®venes
Hay 1.050 futbolistas en los 42 equipos de Primera y Segunda Divisi¨®n espa?olas, si contamos 25 jugadores por plantilla. Hay 1.186 youtubers en Espa?a con m¨¢s de 500.000 suscriptores, que es la cifra aproximada con la que empiezan a ingresar suficiente para vivir bien solo de la creaci¨®n de contenidos. Ese medio mill¨®n es una cifra estimada y depende de muchos factores (plataforma principal de cada creador, ingresos fuera de las redes, gastos, tipo de v¨ªdeos), pero sirve para ilustrar la dificultad enorme de lograr un trabajo viable y estable en redes.
¡°Los 500.000 suscriptores aseguran un capital social en YouTube y son una buena base para acumular visualizaciones en los v¨ªdeos¡±, dice ?scar Coromina, investigador de la Universidad de Malm? y de la Aut¨°noma de Barcelona, que estudia YouTube y su econom¨ªa desde 2016. ¡°Esa cifra tambi¨¦n suele ser equivalente de un volumen importante de seguidores en otras plataformas y, por tanto, ofrece condiciones favorables para obtener monetizaci¨®n adicional¡±.
En su ¨²ltimo art¨ªculo cient¨ªfico, Coromina ha analizado d¨®nde van los enlaces que los youtubers colocan en la descripci¨®n, debajo de cada uno de sus v¨ªdeos. Analizaron 137 millones de v¨ªdeos de 153.000 youtubers que en 2019 ten¨ªan m¨¢s de 100.000 suscriptores. El objetivo era comprobar qu¨¦ otras redes y recursos emplean para intentar sumar ingresos suficientes para vivir: son sobre todo enlaces a otras redes sociales, plataformas de ecommerce o de micromecenazgo. Su principal hallazgo es que es una pr¨¢ctica extendida y creciente: hay de media 4,37 enlaces por cada uno de los 137 millones de v¨ªdeos.
En ese art¨ªculo, los autores tambi¨¦n incluyen una tabla donde estiman los ingresos que YouTube reparte por publicidad con sus creadores: por cada anuncio, la plataforma se queda con el 45% y el creador con el 55%. En esa estimaci¨®n, les sali¨® que los creadores con m¨¢s de 10 millones de suscriptores ingresaban aproximadamente 1,55 millones de euros al a?o; entre 1 y 10 millones de suscriptores, 152.000 euros, y entre 100.000 y 1 mill¨®n de suscriptores, 15.000 euros anuales. ¡°Con este tipo de investigaciones hemos visto, por ejemplo, que es tan dif¨ªcil ser youtuber como futbolista¡±, dice Coromina.
En la franja baja de esos n¨²meros de suscriptores, las opciones para los creadores deben tener muchos canales de entrada: ¡°Seguramente deber¨¢n buscarse la vida con otras cosas: eventos, product placement, vendiendo tuits, etc. Es gente que se lo curra. Para YouTube, esta gente es solo algo m¨¢s. Tienen presencia en otras redes y quiz¨¢ tiene otro trabajo¡±, dice Coromina. Este pluriempleo digital es uno de los motivos por los que, a pesar de las cifras similares, sea incluso probablemente m¨¢s sencillo llegar a futbolista profesional que a youtuber.
Los autores se han sorprendido por la peque?a cifra de sus hallazgos, m¨¢s en un pa¨ªs como Espa?a, con el tercer idioma m¨¢s hablado del mundo. Han querido mirar solo un pa¨ªs para entender mejor c¨®mo funciona una plataforma global como YouTube, cuyas cifras mundiales hacen dif¨ªciles las comparaciones: ¡°Nos ha sorprendido que el n¨²mero de creadores profesionales sea muy peque?o¡±, dice Adri¨¤ Padilla, investigador de la Universitat Aut¨°noma de Barcelona y colaborador de Coromina. ¡°Llama mucho la atenci¨®n porque el contenido en espa?ol tiene m¨¢s visibilidad, por el n¨²mero de hispanohablantes, a nivel global. Aunque no hemos estudiado a fondo otros pa¨ªses, todo apunta a que Espa?a tiene una estructura profesional m¨¢s desarrollada que otros pa¨ªses de similar poblaci¨®n, pero con una lengua con menos hablantes¡±, a?ade.
Aunque las cifras no sean exactas, dan una idea del reto y esfuerzo que supone trabajar de youtuber. TheGrefg es uno de los principales youtubers espa?oles. Cre¨® su canal en enero de 2012 y hace unos meses explic¨® en un podcast la dificultad de sus inicios, en un momento donde la competencia era mucho menor: ¡°Hasta que puedes considerarlo un trabajo, le dedicas muchas horas¡±, dijo. ¡°Te puede ver gente, pero necesitas que te vea mucha gente para que sea un trabajo. Para llegar a ese punto, quiz¨¢ pasaron dos a?os o m¨¢s, cuando ya ten¨ªa 200.000 o 300.000 suscriptores¡±, a?ade. Hay mucho trabajo invisible previo: ¡°En mi canal hay muchos v¨ªdeos con muy pocas visitas, hasta que empec¨¦ a aprovechar que sal¨ªa un juego y era el primero en subirlo; y a la gente le gustaba c¨®mo lo comentaba y jugaba. Y as¨ª, poquito a poco, fui construyendo¡±, detalla TheGrefg en ese podcast.
[elRubius, que es a¨²n el principal ¡®youtuber¡¯ en espa?ol, con m¨¢s de 40 millones de suscriptores, no est¨¢ en esta lista porque tiene localizado su canal como ¡®global¡¯ y, por eso, no sale al recoger los datos nacionales. Por ese mismo motivo, hay canales en ingl¨¦s en esta lista que deben tener su localizaci¨®n puesta en Espa?a. Los autores no tienen una respuesta al motivo de la elecci¨®n de localizaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de estrategias comerciales.]
En la lista de de los principales youtubers espa?oles destacan varias cosas, adem¨¢s de la ausencia del mayor, elRubius, y la aparici¨®n de algunos en ingl¨¦s, hay una presencia sustancial de contenido infantil y sobre el v¨ªdeojuego Minecraft, que es el dominio del youtuber Mikecrack. Adem¨¢s de Las Ratitas, un canal de ni?as dedicado al p¨²blico de su edad, hay solo otros tres de mujeres: la influencer Patry Jord¨¢n en gymvirtual, la artista Luli Pamp¨ªn y la cantante Rosal¨ªa. La ¨²nica gran instituci¨®n que est¨¢ ah¨ª es el Real Madrid. Adem¨¢s de videojuegos y ni?os, hay otro contenido t¨ªpico de la plataforma como experimentos y retos exagerados (Makiman131 o ExpCaseros).
¡°El asunto del g¨¦nero es brutal¡±, dice Coromina. ¡°Este sistema medi¨¢tico alternativo que es YouTube, si lo medimos en visualizaciones hay mucho desequilibrio. Todos los principales son hombres. Eso no impide que haya creadoras de contenido muy interesante que hagan cosas potentes para nichos. Como es un estudio global estas diferencias se ven no solo se ven por g¨¦nero sino tambi¨¦n por norte-sur, todos los desequilibrios sociales se ven m¨¢s acentuados en la plataforma. Las mujeres tienen que trabajar las mismas horas pero monetizan, como se ven estas tablas, muy por debajo¡±.
Lo m¨¢s probable para un youtuber es que tarde al menos varios a?os en alcanzar cifras suficientes: ¡°Si tomamos como referencia el dato de 500.000 suscriptores, vemos que de media estos canales requieren unos seis a?os para lograrlo; y esos n¨²meros sirven tanto para todo el mundo como para Espa?a¡±, dice Padilla. Esos seis a?os son una media, con lo que algunos llegan antes: ¡°Muy pocos tienen un crecimiento vertiginoso¡±, a?ade.
El problema de esos seis a?os no es solo el tiempo, es sobre todo el ritmo de producci¨®n que debe mantenerse para llegar: ¡±Con nuestras investigaciones hemos visto que un creador de contenidos publica de media 25 v¨ªdeos al mes de 13 minutos. En seis a?os ser¨ªan 1.800 v¨ªdeos y 390 horas¡±, dice Coromina.
Mam¨¢, quiero ser ¡®youtuber¡¯
Estos datos tienen muchas consecuencias a la hora de valorar YouTube como oficio aspiracional. Los j¨®venes que se lo planteen deben saber que entran en un entorno de una exigencia extrema. ¡°YouTube ha montado un sistema medi¨¢tico que compite con el tradicional¡±, dice Coromina. ¡°En EE UU hay m¨¢s gente que quiere ser influencer que astronauta. Para un ni?o de 16 a?os, poder vivir de que te paguen por jugar a videojuegos es una aspiraci¨®n. Sobre eso se construye la mitificaci¨®n de los youtubers¡±, a?ade.
Para llegar hasta ah¨ª, como ha hecho theGrefg, se requieren muchas horas de trabajo aspiracional. Es un sistema similar al de la comunicaci¨®n tradicional: el llamado trabajo por esperanza, que consiste en estar a?os de precario con la esperanza de lograr un puesto a?os despu¨¦s. Este proceso ocurre tanto en YouTube como en los medios de comunicaci¨®n: ¡°En el mundo del periodismo tambi¨¦n hay mucha gente que quiere ser Jordi ?vole. Muchos de ellos pasar¨¢n un tiempo trabajando en precario. Es el Mam¨¢, quiero ser artista, de Lina Morgan. Hay sectores de la econom¨ªa preinternet que ya funcionaban de esta manera. Ahora tambi¨¦n es as¨ª¡±, explica Coromina.
Pero hay una diferencia sustancial con la industria de los medios: en ella es m¨¢s f¨¢cil llegar a la meta y conseguir trabajo porque hay m¨¢s puestos. Espa?a, aunque tiene una lengua global, puede sostener de momento solo un n¨²mero limitado de youtubers.
Hay creadores, como Ibai Llanos, que ya aglutinan equipos que son peque?as productoras, pero las diferencias con Mediaset o Prisa son a¨²n inalcanzables. De hecho, tambi¨¦n ?vole tiene su productora, partiendo desde la tele tradicional: ¡°Cuando pensamos en YouTube, criticamos mucho a las universidades de periodismo, pero si los comparamos, las facultades son un sistema m¨¢s eficiente porque tienen un nivel de ocupaci¨®n m¨¢s alto. YouTube es m¨¢s parecido a esta idea de Uber, el mismo tipo de econom¨ªa precaria. Si quieres tener ¨¦xito es m¨¢s f¨¢cil estudiar una carrera que probar como youtuber¡±, dice Coromina. ¡±Los medios deben reivindicarse. Si comparas el n¨²mero de puestos de trabajo que generan los medios tradicionales como la tele, la prensa o la radio con respecto a YouTube, la diferencia es enorme¡±, a?ade.
No es el ¨²nico problema de confiar en una plataforma como YouTube para lograr ingresos. Como saben muchos creadores, est¨¢s en sus manos, sin ninguna protecci¨®n. Un cambio de humor en Silicon Valley provoca unos nuevos t¨¦rminos de servicio y hunde los ingresos de varios canales. Jordi Wild, con 3,97 millones de suscriptores en The Wild Project (su segundo proyecto tras El Rinc¨®n de Giorgio), es uno de los grandes canales en espa?ol. Hace unas semanas explic¨® que YouTube ¡°castigaba¡± sus v¨ªdeos por contener insultos y apenas pod¨ªa monetizarlos. Para ¨¦l, el problema no fue solo ese cambio, sino la dificultad para averiguar qu¨¦ ocurr¨ªa y solventarlo.
A pesar de sus casi 4 millones de suscriptores, tard¨® d¨ªas en conseguir que alguien de YouTube le respondiera. La plataforma sabe que si Jordi Wild abandona vienen otros igual de interesantes o m¨¢s por detr¨¢s. No pierde gran cosa, no tiene que mimar nada: ¡°YouTube tiene una comunicaci¨®n muy mala. No te dice: ¡®Eres un canal importante, mueves mucha gente y nos das mucho dinero, hemos notado un descenso de tus ingresos y esto es lo que pasa¡¯. Pero nadie te dice nada y cuando preguntas, porque pregunt¨¦ mucho, no daban una explicaci¨®n plausible¡±, explica Jordi Wild, que amenaz¨® con abandonar la plataforma.
¡°Soy un chico que lleva diez a?os en esta plataforma¡±, segu¨ªa Jordi Wild en el v¨ªdeo. ¡°Tengo de 70 a 100 millones de visitas cada mes, eso es mucho dinero, toco buenos temas, he tra¨ªdo cient¨ªficos, escritores, pol¨ªticos, gente que engrandece YouTube¡±. En Twitter dijo que buscaba alternativas. Pregunt¨® opciones y tuvo conversaciones con otras plataformas. ¡°No puedo seguir siendo maltratado por YouTube, tengo un l¨ªmite, hay otros sitios donde me quieren, incluso plataformas de audio. Aunque si YouTube se porta bien, es donde m¨¢s c¨®modo me siento¡±, dice.
Finalmente era, seg¨²n cont¨®, una camiseta que sali¨® en plano y pon¨ªa fuck y un libro que se titulaba As¨ª es la puta vida. En pantalla le han puesto un papelito encima de puta. El propio Wild comenta que, ¡°si estando arriba tienes estos problemas, ?qu¨¦ pasar¨¢ con el resto?¡±.
En el caso de Jordi Wild no hubo un cambio claro en las pol¨ªticas. Pero eso s¨ª ha ocurrido con los canales infantiles, que no pudieron seguir monetizando cuando YouTube lo decidi¨® unilateralmente: ¡°No hemos mirado casos concretos pero s¨ª que hemos visto que, entre los canales que en teor¨ªa est¨¢n bien posicionados en su camino de profesionalizaci¨®n (m¨¢s de 100.000 suscriptores), hay un n¨²mero muy elevado que ya no producen contenidos o que los han despublicado. Estos canales inactivos responden a muchas casu¨ªsticas, pero nos hacen pensar que hay muchos creadores que abandonan el canal por cambios en las pol¨ªticas de publicidad, por no conseguir estabilizar una carrera profesional o incluso por cuestiones de salud mental. Muchos youtubers conocidos (el propio Pewdepie, sin ir m¨¢s lejos, han hecho pausas o lo han dejado despu¨¦s de haberse quemado. Estamos hablando de que un 9% de los canales de m¨¢s de 100.000 suscriptores responden a esa casu¨ªstica¡±, dice Coromina.
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