En 2024 votar¨¢n miles de millones de personas bajo la sombra de la desinformaci¨®n
La concentraci¨®n de procesos electorales en un solo a?o se produce en un contexto polarizado, caldo de cultivo propicio para la desinformaci¨®n, y con el a?adido de la inteligencia artificial generativa
Durante el a?o 2024, el calendario electoral ser¨¢ intenso. Se celebran alrededor de 40 elecciones nacionales. Entre ellas, algunas tan decisivas para la escena internacional como las estadounidenses, en noviembre, o las de India, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo. Pero tambi¨¦n le tocar¨¢ el turno a Taiw¨¢n, una pieza clave en las tensiones entre China y Estados Unidos; a Indonesia, Reino Unido, M¨¦xico, Sud¨¢frica, Argelia, Mali, Rep¨²blica Dominicana, Uruguay y muchos otros. Bloomberg Economics estima que estos procesos afectar¨¢n al 41% de la poblaci¨®n global y que sus territorios representan el 42% del PIB mundial.
Los resultados influir¨¢n en la vida de miles de millones de personas. Y a esto hay que sumar elecciones regionales de distinto calado. Habr¨¢ en Turqu¨ªa, Irlanda, en algunos estados de Alemania o en Espa?a, donde se votar¨¢ en Galicia y Pa¨ªs Vasco, adem¨¢s de en la UE, para elegir un nuevo Parlamento Europeo. Tomando como referencia una lista publicada en Wikipedia, el n¨²mero de procesos electorales ascender¨ªa a m¨¢s de 100 a lo largo de todo 2024.
Ante esta concentraci¨®n de elecciones, diferentes entidades especializadas alertan del riesgo que plantea la desinformaci¨®n. En un informe con recomendaciones para proteger la salud democr¨¢tica, el think tank estadounidense Center for American Progress califica el a?o 2024 de ¡°alto riesgo¡± y se?ala la necesidad de que las plataformas online dediquen los recursos humanos y t¨¦cnicos necesarios para lidiar con problemas durante los procesos electorales. La firma de consultor¨ªa geopol¨ªtica Oxford Analytica tambi¨¦n ha publicado un informe en el que advierte del riesgo que presenta la desinformaci¨®n en las elecciones de 2024.
Uno de los efectos de la desinformaci¨®n que vigilan los expertos es la desconfianza en el propio proceso electoral. ¡°?ltimamente, en las diferentes elecciones de Estados Unidos, hemos visto muchas afirmaciones falsas y enga?osas que aprovechan deslices o confusiones en torno a los procesos de votaci¨®n, incluso aunque estos elementos tengan explicaciones que no indican la existencia de fraude¡±, comenta Sam Howard, especialista en pol¨ªtica de la plataforma NewsGuard, que monitoriza la desinformaci¨®n y ofrece herramientas para combatirla. Su compa?era Chiara Vercellone, analista en la misma organizaci¨®n, expande esta observaci¨®n: ¡°Dir¨ªa que las narrativas que hemos visto difundirse en Estados Unidos son tambi¨¦n muy comunes en otros pa¨ªses cuando hay elecciones¡±.
The Brookings Institution, otro think tank de Estados Unidos, publicaba este a?o un art¨ªculo en el que sostiene que la desinformaci¨®n erosiona la confianza en la democracia. Sin embargo, podr¨ªa ir m¨¢s all¨¢. ¡°Hasta hace poco el impacto m¨¢s grande de la desinformaci¨®n era sencillamente la crisis de confianza institucional. Pero ahora una parte de la sociedad est¨¢ tan saturada que decide dejar de consumir informaci¨®n¡±, apunta Carme Colomina, investigadora en pol¨ªtica global y desinformaci¨®n del centro de estudios CIDOB. ?Y cu¨¢les son las consecuencias? ¡°Si t¨² desconectas de la actualidad, tu voto est¨¢ menos informado. Adem¨¢s, ?hasta qu¨¦ punto te sientes movilizado?¡±. Y as¨ª la investigadora se pregunta si esto puede llevar a una desconexi¨®n pol¨ªtica.
La crisis de confianza en el sistema se materializa de distintas formas seg¨²n los escenarios. Silvia Maj¨®-V¨¢zquez, investigadora asociada del Reuters Institute y profesora de la Universidad Libre de ?msterdam, destaca que en las pr¨®ximas elecciones europeas se acentuar¨¢ el debate sobre la propia existencia de la UE: ¡°Creo que las elecciones europeas volver¨¢n a girar en torno a la necesidad de tener esa organizaci¨®n supranacional. Es el eterno debate, que se agudiz¨® con el Brexit y que ha vuelto a la agenda de varios pa¨ªses, fruto de la entrada en la pol¨ªtica a nivel nacional de los partidos de extrema derecha¡±.
Este s¨ªntoma se relaciona con otro de los principales componentes ¡ªcausa y consecuencia¡ª de la desinformaci¨®n: la tendencia a los extremos. ¡°En India vemos c¨®mo la polarizaci¨®n se alimenta desde el propio gobierno. [El actual primer ministro] Narendra Modi tiene un discurso muy divisivo. Sus partidarios utilizan campa?as de desinformaci¨®n para difundir rumores, para criminalizar a la poblaci¨®n musulmana¡±, indica Colomina.
Maj¨®-V¨¢zquez coincide con esta visi¨®n. ¡°Hay mucha desinformaci¨®n que procede de las ¨¦lites. Lo hemos visto en Estados Unidos, con desinformaci¨®n clar¨ªsima respecto a la validez de los resultados electorales. A ra¨ªz de la polarizaci¨®n pol¨ªtica se da un juego en el que difundir informaci¨®n que no es correcta resulta v¨¢lido¡±, y la investigadora a?ade que esta tendencia es cada vez m¨¢s acusada. A colaci¨®n, un informe de la entidad a la que pertenece sostiene que la proporci¨®n de gente preocupada por no saber qu¨¦ es mentira y qu¨¦ es verdad en Internet asciende al 56%.
La entrada en juego de la IA
La inteligencia artificial puede sumar confusi¨®n al escenario. En Bangladesh, cuyas elecciones son en enero, la precampa?a ha estado salpicada de desinformaci¨®n generada con IA. ¡°Es el primer ciclo electoral donde veremos los efectos de la inteligencia artificial sobre las campa?as¡±, destaca Colomina. ¡°En elecciones anteriores se vio claramente el impacto de la desinformaci¨®n. Pero ahora estamos en un nivel de sofisticaci¨®n mucho mayor¡±. Se refiere la investigadora del CIDOB al atractivo de los contenidos generados con la nueva ola de IA generativa, que adem¨¢s est¨¢ disponible para cualquier persona.
Desde NewsGuard son cautelosos. A¨²n no han detectado un impacto significativo de la IA en la desinformaci¨®n, aunque admiten que esto puede cambiar y lo monitorizan de cerca. ¡°Hemos rastreado e identificado lo que llamamos p¨¢ginas de noticias generadas con IA. Hemos identificado m¨¢s de 600 webs de este tipo que operan aparentemente con poca o nula supervisi¨®n humana¡±, revela Howard.
Durante 2023 ya se ha empleado inteligencia artificial para empa?ar campa?as electorales. En las elecciones a la alcald¨ªa de Chicago circul¨® por las redes un v¨ªdeo con la fotograf¨ªa de un candidato y un mensaje hablado. Parec¨ªa su voz mostr¨¢ndose a favor de la violencia policial, con el consecuente da?o a su imagen p¨²blica. Otro deepfake sonado tuvo lugar dos d¨ªas antes de las elecciones en Eslovaquia. Se public¨® un audio con las voces del l¨ªder del Partido Eslovaquia Progresista, Michal ?ime?ka, y la de una periodista. Ambos debat¨ªan c¨®mo ama?ar la votaci¨®n. Evidentemente, todo era generado con IA.
En la reciente campa?a argentina tambi¨¦n hubo contenidos generados con inteligencia artificial. Se hizo viral un v¨ªdeo con tintes apocal¨ªpticos que erig¨ªa a Sergio Massa en salvador. En la plataforma X (antes Twitter) el propio Javier Milei, que despu¨¦s ganar¨ªa las elecciones, public¨® una imagen de su contrincante representado como un l¨ªder comunista, pero con saludo a mano alzada, mientras que para ¨¦l se gener¨® la imagen de un le¨®n bonach¨®n que abraza a la naci¨®n argentina.
Colomina pone el acento en este tipo de acciones. ¡°Est¨¢s vendiendo una cierta imagen. Esto puede parecer inocuo, pero todo alimenta percepciones¡±. Aunque introduce un matiz importante: ¡°Hay una l¨ªnea muy fina entre qu¨¦ es una licencia creativa y qu¨¦ es una desinformaci¨®n. Tampoco podemos etiquetarlo todo como nocivo¡±.
Convivir con la desinformaci¨®n
Las principales plataformas de comunicaci¨®n online son los canales que se emplean para que circule la desinformaci¨®n. Pero no son los mismos en todo el mundo. ¡°El medio a trav¨¦s del que se difunden estas narrativas depende mucho de la poblaci¨®n y del tipo de plataformas que usen¡±, explica Vercellone, de NewsGuard. ¡°En Estados Unidos se utiliza X o las plataformas de Meta, mientras que en los pa¨ªses de habla hispana la difusi¨®n viene a trav¨¦s de WhatsApp y otros servicios de mensajer¨ªa¡±, a?ade.
Respecto a las plataformas, existe otra diferencia importante entre regiones. Sus equipos de moderaci¨®n, incluidos los que se montan temporalmente de cara a procesos electorales, no son proporcionales a las necesidades de los pa¨ªses. M¨¢s bien responden a la presi¨®n legislativa que pesa en cada territorio. ¡°En el sur global, las plataformas no han invertido tan contundentemente en moderaci¨®n y en identificaci¨®n autom¨¢tica de contenido de calidad. Esto hace que se pueda esperar un volumen igual o superior de desinformaci¨®n en estas zonas¡±, subraya Maj¨®-V¨¢zquez.
Para frenar estas narrativas enga?osas se recomienda a los usuarios conocer la fuente original de la informaci¨®n y reflexionar antes de compartirla. ¡°Tenemos que asumir que la desinformaci¨®n es parte de esta nueva realidad. Lo que est¨¢ en juego en las elecciones de 2024 es la calidad de los sistemas democr¨¢ticos, cada vez m¨¢s cuestionados. Este 2024 tenemos que ver si ser¨¢ un momento de resistencia o ser¨¢ un nuevo golpe¡±, asevera Colomina.
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