Yann LeCun, cient¨ªfico jefe de IA de Meta: ¡°Una inteligencia artificial de nivel humano va a llevar mucho tiempo¡±
Nick Clegg, presidente de Asuntos Globales de la compa?¨ªa estadounidense, y el l¨ªder de la investigaci¨®n piden que la regulaci¨®n no se precipite en una conversaci¨®n con EL PA?S y otros cuatro medios en Davos
El extraordinario potencial y los enormes riesgos de la revoluci¨®n de la inteligencia artificial (IA) generativa han sido grandes protagonistas en los debates de la reuni¨®n anual del ...
El extraordinario potencial y los enormes riesgos de la revoluci¨®n de la inteligencia artificial (IA) generativa han sido grandes protagonistas en los debates de la reuni¨®n anual del Foro Econ¨®mico Mundial en Davos. Nick Clegg y Yann LeCun, presidente de Asuntos Globales y cient¨ªfico jefe de IA de Meta, han expresado sus puntos de vista en esta materia en un encuentro con periodistas de cinco medios internacionales, entre ellos EL PA?S.
Meta, compa?¨ªa matriz de Facebook, es una de las empresas protagonistas de la revoluci¨®n. Lo es por su notable capacidad en este sector espec¨ªfico, y lo es porque va de la mano del enorme poder que otorga el control de su gigantesca plataforma social, cuya gesti¨®n ha acarreado graves cr¨ªticas y acusaciones en los ¨²ltimos a?os, entre otras cosas, por su impacto en la democracia.
En la conversaci¨®n, LeCun subraya que ¡°contrariamente a lo que se puede escuchar de algunas personas, no existe un dise?o para un sistema que alcance la inteligencia humana¡±. El experto cree que ¡°pedir regulaciones por miedo a la inteligencia sobrehumana es como pedir una regulaci¨®n de vuelos transatl¨¢nticos a una velocidad cercana a la del sonido en 1925. Esto no est¨¢ a la vuelta de la esquina; va a llevar mucho tiempo, con sistemas que todav¨ªa no conocemos¡±, asegura, y por ello cree que es prematuro legislar pensando en el riesgo de que puedan salir del control humano. La UE aprob¨® en diciembre la primera legislaci¨®n del mundo sobre IA, y otros lugares, como EE UU y el Reino Unido, tambi¨¦n trabajan en leyes espec¨ªficas para controlar esta tecnolog¨ªa.
Clegg, por su parte, exhorta los legisladores que en todo el mundo se ocupan de la materia a regular los productos, pero no la investigaci¨®n y el desarrollo. ¡°La ¨²nica raz¨®n por la que puede pensarse que ser¨ªa ¨²til regular la investigaci¨®n y el desarrollo es porque se cree en esta fantas¨ªa de que los sistemas de IA pueden apoderarse del mundo, o son intr¨ªnsecamente peligrosos¡±, dice Clegg, quien fue viceprimer ministro brit¨¢nico y l¨ªder del partido liberaldem¨®crata de ese pa¨ªs.
Los dos se muestran satisfechos de que, tras un periodo de cierta conmoci¨®n despu¨¦s de la aparici¨®n de ChatGPT, el debate p¨²blico se haya alejado de hip¨®tesis apocal¨ªpticas y se haya ido centrando en temas m¨¢s concretos y desaf¨ªo actuales como la desinformaci¨®n, los derechos de autor, el acceso a la tecnolog¨ªa.
El estado de la tecnolog¨ªa
¡°Estos sistemas son inteligentes en un dominio relativamente estrecho en el que han sido entrenados. Dominan el lenguaje y eso nos hace pensar que son inteligentes, pero no lo son tanto¡±, explica LeCun. ¡°Y nosotros no tenemos la capacidad de simplemente crecer de escala y evolucionarlos con m¨¢s datos, con ordenadores m¨¢s grandes, y por ese camino alcanzar la inteligencia humana. Eso no va a ocurrir. Lo que va a pasar es que vamos a tener que descubrir nuevas tecnolog¨ªas, nuevas arquitecturas de esos sistemas¡±, aclara el cient¨ªfico.
El experto explica que va a ser necesario desarrollar nuevas formas de sistemas de IA ¡°que permitir¨ªan a esos sistemas, en primer lugar, entender el mundo f¨ªsico, lo que no pueden hacer en este momento. Recordar, lo que tampoco pueden hacer por el momento. Razonar y planificar, algo que tampoco pueden hacer por el momento. Y cuando descubramos c¨®mo construir m¨¢quinas que comprendan el mundo, recuerden, planifiquen y razonen, tendremos un camino hacia la inteligencia humana¡±, prosigue LeCun nacido en Francia. En m¨¢s de un debate y discurso de Davos se ha mencionado la paradoja de que Europa disponga de un capital humano muy notable en este sector, pero no de empresas punteras a escala global.
¡°Esto no est¨¢ a la vuelta de la esquina¡±, insiste LeCun. El cient¨ªfico cree que este camino ¡°va a llevar mucho tiempo; a?os, si no d¨¦cadas. Va a requerir nuevos avances cient¨ªficos que no conocemos. As¨ª que conviene preguntarse por qu¨¦ personas que no son cient¨ªficos lo dicen, ya que no son los que est¨¢n en las trincheras intentando que funcione¡±. El experto explica que, en estos momentos, tenemos sistemas que pueden aprobar el examen de abogac¨ªa, pero no tenemos sistemas que puedan limpiar la mesa y tirar a la basura.¡± No es porque no podamos construir un robot. Es porque no podemos hacerlos lo suficientemente inteligentes. As¨ª que obviamente, nos falta algo grande antes de que podamos alcanzar el tipo de inteligencia que observamos, no solo en los seres humanos, sino tambi¨¦n en los animales. Me alegrar¨ªa que al final de mi carrera [tiene 63 a?os] tuvi¨¦ramos sistemas tan inteligentes como un gato o algo similar¡±, apunta.
El estado de la regulaci¨®n
El debate sobre c¨®mo regular esta tecnolog¨ªa en su estado actual y con las posibilidades de desarrollo cercanas ha sido uno de los asuntos clave en el foro anual de Davos. La legislaci¨®n que est¨¢ siendo introducida en la UE, en muchos sentidos pionera, ha sido uno de los principales focos de atenci¨®n.
Preguntado el respecto, Clegg, que fue eurodiputado y es un europe¨ªsta convencido, evita pronunciarse de forma definitiva sobre la materia, pero lanza pullas a la Uni¨®n. ¡°Es un trabajo todav¨ªa en desarrollo. Es una cosa muy cl¨¢sica de la UE. Hay fanfarria, se dice que se ha acordado algo, pero en realidad es un trabajo que no est¨¢ terminado. Lo estudiaremos de cerca cuando est¨¦ completo y publicado, creo que el diablo realmente estar¨¢ en los detalles¡±, dice el presidente de Asuntos Globales de Meta.
¡°Por ejemplo, en cuanto a la transparencia de los datos en estos modelos, todo el mundo est¨¢ de acuerdo¡±, prosigue Clegg. ¡°?Pero qu¨¦ nivel de transparencia? ?Son los conjuntos de datos? ?Se trata de datos individuales? O, por ejemplo, en derechos de autor. En la UE ya existe una legislaci¨®n sobre derechos de autor. ?Simplemente se va a limitar a eso? ?O se va finalmente a a?adir una nueva capa espec¨ªfica? Cuando se entrenan estos modelos, se devoran una enorme cantidad de datos. Etiquetar cada bit de datos por razones de propiedad intelectual es de una complejidad extraordinaria. As¨ª que creo que el problema est¨¢ en los detalles. Lo estudiaremos¡±.
A partir de ah¨ª, afloran cr¨ªticas. ¡°Personalmente, como apasionado europeo, a veces me frustra un poco que en Bruselas parezcan enorgullecerse de ser los primeros en legislar, m¨¢s que de si la legislaci¨®n es buena o no. Hay que recordar que esta Ley de Inteligencia Artificial de la UE fue propuesta inicialmente por la Comisi¨®n Europea hace tres a?os y medio, antes de que estallara todo el asunto de la IA generativa [como ChatGPT]. Y luego trataron de adaptarla a trav¨¦s de una serie de enmiendas, disposiciones para tratar de captar la ¨²ltima evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa. Es una forma bastante torpe de legislar, una adaptaci¨®n, para algo tan importante como la IA generativa¡±.
El debate entre establecer protecciones y evitar entorpecer el desarrollo genera fuertes tensiones, dentro de la pol¨ªtica, y entre pol¨ªtica y sector privado. En esa l¨ªnea sutil que tienen que trazar los legisladores se juega un valor incalculable: productividad, puestos de trabajo, capacidades que definir¨¢n el balance de poder geopol¨ªtico.
Clegg toca ese nervio. ¡°S¨¦ que Francia y Alemania, Italia en particular, han estado, creo, pidiendo sensatamente a los eurodiputados y a la Comisi¨®n Europea que tengan mucho cuidado de no incluir en la legislaci¨®n algo que realmente obstaculice la competitividad europea. Porque de las diez empresas m¨¢s grandes del mundo, ninguna es europea¡±. Por contra, un grupo de expertos reclam¨® a la UE, en una carta abierta que public¨® EL PA?S, una legislaci¨®n a¨²n m¨¢s fuerte ¡°para proteger los derechos de los ciudadanos y la innovaci¨®n¡±.
Optimismo y prudencia
Por debajo de ese enorme pulso de poder avanza una tecnolog¨ªa que, si bien no est¨¢ cerca de alcanzar plenamente niveles humanos o sobrehumanos, ha entrado ya con una fuerza extraordinaria en nuestras vidas.
¡°La IA amplifica la capacidad correctiva de la inteligencia humana. Hay un futuro en el que todas nuestras interacciones con el mundo digital ser¨¢n mediadas por un sistema de IA¡±, dice LeCun. ¡°Lo que eso significa esto es que, en alg¨²n momento, esos sistemas de IA ser¨¢n m¨¢s inteligentes que nosotros en ciertas ¨¢reas, de hecho en algunas ya lo son, y tal vez m¨¢s inteligentes que nosotros en todas las ¨¢reas en alg¨²n momento. Y lo que eso significa es que vamos a tener asistentes con nosotros en todo momento, que son m¨¢s inteligentes que nosotros. ?Deber¨ªamos sentirnos amenazados por esto? ?O deber¨ªamos sentirnos fortalecidos? Yo creo que deber¨ªamos sentirnos fortalecidos¡±.
A lo largo de la entrevista, LeCun introduce varios elementos de prudente optimismo. ¡°Si usted piensa en el efecto que esto podr¨ªa tener en la sociedad a largo plazo, podr¨ªa tener un efecto similar a la invenci¨®n de la imprenta. As¨ª que, b¨¢sicamente, crear un nuevo Renacimiento en el que puede ser m¨¢s inteligente, es intr¨ªnsecamente bueno. Ahora, por supuesto, hay riesgos. Y hay que desplegar la tecnolog¨ªa de forma responsable, de manera que se maximicen los beneficios y se mitiguen los riesgos o se minimicen¡±.
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