Qu¨¦ fue de las ¡®booth babes¡¯: por qu¨¦ las chicas j¨®venes con poca ropa a¨²n son un reclamo en las ferias de tecnolog¨ªa
Expertas en g¨¦nero critican que algunas marcas recurran a modelos para llamar la atenci¨®n de los hombres en Computex
Un grupo de se?ores saca fotos a Weihsin mientras sonr¨ªe y hace corazones con las manos. Esta chica de 25 a?os viste top, minifalda, botas con tacones y una diadema con orejas azules. En el pecho, lleva una pegatina en la que se lee DeepCool. Es el nombre de la compa?¨ªa a la que promociona en Computex 2024, la feria de tecnolog¨ªa m¨¢s grande de Asia. Mientras que ya no es habitual ver a las llamadas booth babes en grandes ferias tecnol¨®gicas como el CES o el MWC, en este evento celebrado en Taip¨¦i varias empresas recurren a ellas para llamar la atenci¨®n de los hombres que asisten al evento, una pr¨¢ctica que no est¨¢ exenta de cr¨ªticas.
A unos chicos j¨®venes que esperan para sacarse una foto con Weishin les parece una buena estrategia recurrir a las booth babes. ¡°Deber¨ªan hacerlo m¨¢s¡±, dice uno de ellos. Otro a?ade: ¡°Definitivamente, vas a comprar m¨¢s productos donde hay una chica joven que un hombre mayor¡±. Son estudiantes taiwaneses interesados en tecnolog¨ªa de 24 y 25 a?os y no ven nada malo en ello. ¡°Las marcas podr¨ªan recurrir a hombres guapos tambi¨¦n¡±, afirma uno de los chicos, que prefiere no dar su nombre para ¡°preservar su intimidad¡±.
Pero la realidad es que en esta feria, celebrada entre el 4 y el 7 de junio en Taip¨¦i, las compa?¨ªas no recurren a hombres sexys y con poca ropa para promocionar sus productos. ¡°No estamos viendo a chicos con un top de cuero. Me parecer¨ªa igual de rid¨ªculo¡±, afirma Carmen Ruiz Repullo, profesora de Sociolog¨ªa de la Universidad de Granada. Esta experta en g¨¦nero considera que deber¨ªan prohibirse las booth babes porque se trata de una ¡°explotaci¨®n del cuerpo de las mujeres: No las est¨¢n vistiendo de azafatas para trabajar en lo tecnol¨®gico porque son grandes tecn¨®logas, las est¨¢n poniendo ah¨ª para agradar y porque tiene un perfil cada vez m¨¢s infantilizado, que es lo que quiere ver la mirada masculina¡±.
Weishin permanece en una plataforma elevada del stand de DeepCool de nueve de la ma?ana a cinco de la tarde. ¡°Se hacen fotos conmigo y bailo dos veces al d¨ªa¡±, cuenta esta animadora de un equipo de Taiwan, que cobra entre 4.000 y 6.000 d¨®lares taiwaneses al d¨ªa ¡ªentre 110 y 170 euros¡ª. No le importa sacarse fotos con los asistentes. Pero cuando se acercan mucho, se siente inc¨®moda: ¡°A veces se quieren hacer fotos conmigo haciendo un coraz¨®n juntando nuestras manos o choc¨¢ndolas. Eso no me gusta, prefiero que no me toquen¡±.
Como ella, muchas otras chicas posan en Computex, la feria a la que EL PA?S ha sido invitado por el Consejo para el Desarrollo del Comercio Exterior de Taiw¨¢n (TAITRA). Est¨¢n en stands de compa?¨ªas tecnol¨®gicas como ASRock, Montech, FSP, Persona, Innio3D o Biwin. Kiki y Rainie, dos modelos taiwanesas de 27 a?os, han sido contratadas para la feria por esta ¨²ltima compa?¨ªa. ¡°Saludamos, damos la bienvenida e invitamos a la gente a que entre en el stand, aunque no sabemos mucho sobre la empresa¡±, reconocen.
¡°Algunos hombres me escriben por Instagram¡±
Hay modelos como Tatiana Kovalchuk que son de otros pa¨ªses. Esta ucraniana de 26 a?os lleva cuatro meses viviendo en Taiw¨¢n. ¡°Encontr¨¦ un anuncio del trabajo en Facebook y me apunt¨¦¡±, afirma. Hay hombres que le piden su cuenta de Instagram e incluso le env¨ªan mensajes: ¡°Me dicen que les ha gustado conocerme y que quieren ser mis amigos. No les respondo¡±. Quienes le escriben ¡°no son j¨®venes¡±. ¡°Aqu¨ª soy ex¨®tica y blanca. Son fetichistas¡±, a?ade.
Entre los hombres mayores que sacan fotos a estas chicas j¨®venes se encuentra Allen Randolph Tsui. Este fot¨®grafo amateur de Taip¨¦i de 55 a?os dice mostrarle m¨¢s atenci¨®n a los productos cuando las j¨®venes los muestran. No habla ingl¨¦s, as¨ª que abre un traductor en el m¨®vil y dibuja en la pantalla caracteres chinos. ¡°Creo que esto no es perjudicial para las chicas¡±, indica. A unos metros de ¨¦l est¨¢ Anita Chung, una mujer de 50 a?os de Taip¨¦i, que no cree que sea necesario ¡°vestirse con poca ropa o ense?ar mucha piel para llamar la atenci¨®n¡±.
Repullo lanza una pregunta: ¡°?En una feria tecnol¨®gica como esta hace falta este tipo de azafatas para algo?¡±. Ella tiene claro que no. Algunas compa?¨ªas como Cooler Master se niegan a contratar a chicas con poca ropa para llamar la atenci¨®n. ¡°Ese no es el enfoque correcto. No estamos aqu¨ª para vender f¨ªsicos, estamos aqu¨ª para vender productos¡±, afirma Carlos Villanueva, jefe de m¨¢rketing global de esta compa?¨ªa.
Entre las empresas que s¨ª contratan a estas chicas est¨¢ Montech. Chris Chen, uno de los trabajadores de esta empresa, no considera que se produzca una cosificaci¨®n de la mujer. Compara la situaci¨®n con ¡°un espect¨¢culo¡±: ¡°Es como cuando una cantante se viste de forma sexy en el escenario. No significa que se est¨¦ haciendo algo sexual, es solo la apariencia. No creo que sea malo si no se mira de forma negativa¡±. Desde DeepCool aseguran respetar a quienes defienden o rechazan su estrategia: ¡°Simplemente hacemos nuestro trabajo. Si a alguien no le gusta, puede decirlo y seguir su camino¡±.
Un CEO que firma el pecho de una mujer
Al ver fotograf¨ªas de estas chicas en Computex, a Ruiz le viene a la cabeza la pornosocializaci¨®n: ¡°Ese fen¨®meno que est¨¢ ocurriendo en este capitalismo neoliberal que quiere transmitir a las chicas que ellas tienen algo m¨¢s de capital que los chicos, que tiene que ver con el capital sexual¡±. La experta hace referencia a ¡°esa idea de ¡®explota tu capital er¨®tico y s¨¦ tu propia empresa con el cuerpo que tienes¡¯¡±. Este ¡°falso empoderamiento¡± coloca a la chica en un ¨²nico lugar: ¡°El de alegrar la mirada y el deseo masculino¡±.
¡°De ah¨ª, el juego er¨®tico que se ha marcado el CEO de Nvidia haciendo una firma en el pecho de una de las chicas delante de todos los fot¨®grafos, como para decir: ¡®Bueno, voy a jug¨¢rmela porque s¨¦ que esto da juego, prensa y titulares, ?no?¡¯¡±. Se refiere a Jensen Huang, un director ejecutivo que causa furor en Computex y el pasado 4 de junio firm¨® sobre el pecho de una mujer en un stand lleno de gente. ¡°?Es una buena idea?¡±, pregunt¨® ¨¦l mismo antes de hacerlo.
Move aside Tim Cook, there's a new $100bn tech bro in town! How rockstar CEO of Nvidia sparked 'Jensanity' in Taiwan and signed a fan's chest when ?3tn firm past Apple after he 'accidentally' invented chips powering AI revolution while eating at Denny's https://t.co/ZXIVJoGfl6 pic.twitter.com/7PfSJVR6wg
— Daily Mail Online (@MailOnline) June 6, 2024
A Repullo le parece que todo esto nos coloca a las mujeres como mercanc¨ªa: ¡°Hace creer que el valor que tenemos tiene que ver con lo corporal, lo f¨ªsico y lo sexual¡±. Algunos defensores de las booth babes indican que la mujer escoge libremente esa funci¨®n. Esta idea se utiliza para deslegitimar las opiniones cr¨ªticas. As¨ª lo indica Ana Dolores Verd¨² Delgado, docente universitaria e investigadora en el campo de las ciencias sociales, que insiste: ¡°La libertad es muy relativa a una edad en la que no hay experiencia suficiente para saber escoger y en un mundo precarizado en el que debemos hacer muchos sacrificios para sobrevivir. Algunas mujeres tambi¨¦n participan en su cosificaci¨®n, pero no me parece un acto de libertad, sino de inercia¡±.
Cada vez hay menos ¡®booth babes¡¯
La situaci¨®n ha cambiado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ferias como el CES, que se celebra anualmente en Las Vegas, han ajustado con los a?os su c¨®digo de vestimenta. En la actualidad, los participantes de la mayor feria de electr¨®nica de consumo del mundo ¡°no deben vestir ropa que sea sexualmente reveladora o que pueda interpretarse como ropa interior, independientemente de su g¨¦nero¡±. ¡°No se debe usar ropa que muestre un exceso de piel desnuda, espec¨ªficamente genitales, pecho o nalgas¡±, indica la compa?¨ªa.
Poco a poco algunas booth babes han ido desapareciendo. ¡°En ferias como la IFA o el MWC puedes ver azafatas guapas, pero no van vestidas as¨ª¡±, cuenta Christian Sanz, CEO del canal Toro Tocho Reviews, que indica que donde m¨¢s hay, sin duda, es en Computex. Este peri¨®dico se ha puesto en contacto con TAITRA, entidad organizadora de este evento, para conocer su posici¨®n y saber si en alg¨²n momento se han planteado prohibir las booth babes. La organizaci¨®n ha declinado hacer comentarios al respecto.
En Computex tambi¨¦n hay menos modelos que antes y son ¡°menos insistentes¡±, seg¨²n Sanz. Recuerda que antes estaban en ¡°todos los stands¡± y se le acercaban a decirle ¡°con un tono rom¨¢ntico¡± que se pasara a verlos. ¡°A m¨ª me daba reparo, pero ve¨ªas al p¨²blico taiwan¨¦s e incluso las tocaban y las agarraban por la cintura. Todos sabemos en Espa?a que no deber¨ªas hacer eso, pero ellos lo tienen normalizado¡±, afirma.
Luis Rosales, Dr. Hoodman en Youtube, ha estado en m¨²ltiples eventos en Asia, donde asegura que son ¡°m¨¢s tradicionales¡±. Para explicarlo, menciona un viaje de negocios que hizo hace a?os a Taichung, una ciudad de Taiw¨¢n, en el que le llevaron a un karaoke: ¡°Yo estaba sentado, pusieron m¨²sica y de repente se sent¨® una mujer junto a m¨ª. Me trajo una cerveza, me empez¨® a servir y se sirvi¨® ella. Jam¨¢s la hab¨ªa visto y que fuera tan amigable fue muy raro. Entonces, le pregunt¨¦ a una chica de la empresa y me dijo que era una dama de servicio que ven¨ªa para animarte y coquetearte¡±.
Recurrir a chicas j¨®venes para atraer a los hombres, ?es realmente una estrategia a la que las marcas sacan rentabilidad o puede ser contraproducente? Verd¨², que es experta en estudios de g¨¦nero, cree que no es efectiva porque muchas personas pueden sentirse inc¨®modas. Para Ruiz, es algo que ¡°depende del p¨²blico masculino y de d¨®nde coloquemos la sociedad¡±. ¡°Si esto hubiera pasado en Espa?a en 2016 o 2017, despu¨¦s del fen¨®meno del Me Too o del caso de la Manada, seguramente habr¨ªa tenido un rechazo porque el contexto lo permit¨ªa. Pero ahora estamos en un contexto de reacci¨®n patriarcal hacia el feminismo y las pol¨ªticas de igualdad, donde el sistema neoliberal tiene un gran inter¨¦s en colocarnos ese relato del capital er¨®tico en las chicas. Me preocupa¡±, concluye.
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