¡°Necesitamos reclamar nuestra soberan¨ªa digital¡±: una carta de intelectuales denuncia presiones de las tecnol¨®gicas a Brasil

Los ecos de la prohibici¨®n de la red social X en Brasil siguen resonando tres semanas despu¨¦s. Motivado por el ¡°reiterado incumplimiento de ¨®rdenes judiciales¡± de la plataforma que dirige Elon Musk, que se neg¨® a bloquear perfiles que contribuyen a la ¡°divulgaci¨®n masiva de discursos nazis, racistas, fascistas, de odio y antidemocr¨¢ticos¡±, el cierre forzoso de la plataforma ha sido interpretado como un golpe en la mesa de la sociedad frente los excesos de las tecnol¨®gicas. Pero todav¨ªa est¨¢ por ver qu¨¦ efectos reales tendr¨¢ ese golpe. Medio centenar de economistas, acad¨¦micos y activistas publican hoy martes una carta abierta en la que exigen el cese de la presi¨®n ejercida por ¡°las grandes empresas tecnol¨®gicas¡± sobre Brasilia para tratar de cercenar el despliegue de varias iniciativas dirigidas a defender su soberan¨ªa digital.

¡°Deseamos expresar nuestra profunda preocupaci¨®n con respecto a los ataques continuos por parte de las grandes empresas tecnol¨®gicas y sus aliados contra la soberan¨ªa digital de Brasil¡±, arranca el documento. La disputa del gobierno de Brasil con Elon Musk es solo el ¨²ltimo ejemplo de un esfuerzo m¨¢s amplio por ¡°restringir la capacidad de las naciones soberanas para definir una agenda de desarrollo digital libre del control de las megacorporaciones con sede en EE UU¡±, destacan los firmantes, entre los que se cuentan economistas como Thomas Piketty, que sacudi¨® hace una d¨¦cada la disciplina con El capital en el siglo XXI; Yanis Varoufakis, el ef¨ªmero ministro griego de Finanzas que lidi¨® con el rescate del pa¨ªs; el especialista en desigualdad Daron Acemoglu o Mariana Mazzucato. Otros nombres destacados que secundan el texto son los de Shoshana Zuboff, autora de La era del capitalismo de la vigilancia, el ensayista Evgeny Morozov o la jurista Renata ?vila.

Los acad¨¦micos subrayan que Brasil se ha convertido en el ¡°frente clave¡± en el ¡°conflicto global entre las corporaciones tecnol¨®gicas y aquellos que buscan construir un panorama digital democr¨¢tico y centrado en las personas, enfocado en el desarrollo social y econ¨®mico¡±. El presidente Lula da Silva, dice el documento, persigue la independencia digital de su pa¨ªs, que pretende conseguir reduciendo su dependencia de entidades extranjeras para datos, capacidades de inteligencia artificial (IA) e infraestructura digital, y obligando a las grandes empresas tecnol¨®gicas ¡°a pagar impuestos justos, cumplir con las leyes locales y rendir cuentas por las externalidades sociales de sus modelos de negocio¡±.

La respuesta a este impulso regulatorio brasile?o ha sido el desaf¨ªo de algunas tecnol¨®gicas, como es el caso de X, y las amenazas de otras con el objetivo de ¡°socavar iniciativas que buscan la autonom¨ªa tecnol¨®gica¡± del pa¨ªs americano. Los firmantes del documento creen que lo que est¨¢ sucediendo all¨ª nos incumbe a todos. ¡°M¨¢s que una advertencia a Brasil, [las acciones de las grandes tecnol¨®gicas] env¨ªan un mensaje preocupante al mundo: que los pa¨ªses democr¨¢ticos que buscan independencia del dominio de las grandes empresas tecnol¨®gicas corren el riesgo de sufrir interrupciones en sus democracias, con algunas corporaciones apoyando movimientos y partidos de extrema derecha¡±.

¡°Exigimos que las grandes empresas tecnol¨®gicas cesen en sus intentos de sabotear las iniciativas de Brasil dirigidas a desarrollar capacidades independientes en inteligencia artificial, infraestructura p¨²blica digital, gesti¨®n de datos y tecnolog¨ªa en la nube¡±, dice la carta, que no especifica a qu¨¦ sabotajes se refiere. Uno de los firmantes del documento apunta a AWS, empresa filial de Amazon, que mantuvo hace tres semanas una reuni¨®n con representantes del gobierno para ofrecer una propuesta de servicio para apoyar el proyecto de nube soberana en la que trabaja Brasilia. ¡°Las grandes empresas tecnol¨®gicas no solo controlan el mundo digital, sino que tambi¨¦n hacen lobby y operan en contra de la capacidad del sector p¨²blico para crear y mantener una agenda digital independiente¡±, lee el comunicado que se ha presentado hoy.

De la excepci¨®n europea a la americana

Brasil, pa¨ªs anfitri¨®n de la cumbre del G20 de noviembre, present¨® en julio su plan de IA, que contempla la inversi¨®n de 4.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos diez a?os y que, bajo el eslogan IA para o Bem de Todos (IA para el Bien de Todos), contempla la regulaci¨®n de esta tecnolog¨ªa para ponerle l¨ªmites claros y para que su desarrollo sea inclusivo y sostenible. El gobierno tiene tambi¨¦n en marcha un programa para dotarse de una infraestructura nacional de computaci¨®n en la nube.

El caso brasile?o es una nueva confirmaci¨®n de que el ¨ªmpetu regulador en torno a la tecnolog¨ªa no es patrimonio europeo. La ambiciosa arquitectura jur¨ªdica de la UE en materia digital, que quedar¨¢ completada en 2026, cuando entre en vigor el Reglamento de la IA, ha inspirado iniciativas legislativas en algunos estados de EE UU y en otros pa¨ªses. Esta misma semana se conocer¨¢ el informe sobre gobernanza de la IA en el que la ONU lleva trabajando a?o y medio.

¡°Este es un momento crucial para el mundo. Necesitamos un enfoque independiente para reclamar la soberan¨ªa digital y el control sobre nuestra esfera digital p¨²blica¡±, concluye el escrito.