Microsoft da soporte a ChatGPT en Espa?a
Los centros de datos que tiene la tecnol¨®gica en Madrid son los primeros del pa¨ªs en ofrecer servicios de inteligencia artificial generativa, que dispara el consumo de estas infraestructuras
La inteligencia artificial (IA) generativa ha llegado f¨ªsicamente a Espa?a. Microsoft ya est¨¢ operando con esta tecnolog¨ªa en sus centros de datos de Madrid, seg¨²n ha podido saber EL PA?S. En concreto, la multinacional presta desde septiembre servicios relacionados con los ¨²ltimos modelos de OpenAI, la empresa desarrolladora de ChatGPT en la que Microsoft ha invertido 13.000 millones: GPT-4o, GPT-4o-mini y GPT-4 turbo. Esos servicios incluyen el entrenamiento de modelos y la residencia de datos. El gigante fundado por Bill Gates se convierte as¨ª en la primera Big Tech en reconocer que dedica sus hiperescalares (as¨ª se llama a los centros de datos de mayor tama?o) a desarrollar proyectos relacionados con la IA generativa en Espa?a.
El matiz es importante, porque el consumo el¨¦ctrico e h¨ªdrico de las instalaciones especializadas en IA es mucho mayor que el del resto. Aunque ninguna compa?¨ªa ha revelado sus cifras reales, se calcula que las GPU, los procesadores usados para entrenar modelos de IA o trabajar con esta tecnolog¨ªa, consumen hasta diez veces m¨¢s energ¨ªa que las CPU, los empleados en tareas convencionales (almacenamiento de datos y c¨¢lculos para ejecutar programas en la nube).
El llamado entrenamiento de los modelos es un proceso clave en el aprendizaje profundo, la t¨¦cnica de IA m¨¢s puntera de IA. Consiste en mostrarle al algoritmo millones de ejemplos (textos, im¨¢genes, etc¨¦tera) que le ayuden a establecer patrones que le permitan predecir situaciones. Eso implica tener los procesadores funcionando a m¨¢xima capacidad durante semanas o meses de forma interrumpida. Se estima que GPT-3, la primera versi¨®n de ChatGPT, emiti¨® 500 millones de toneladas de carbono y consumi¨® 700.000 litros de agua. El desarrollo de GPT-4 habr¨ªa multiplicado por cuatro esas cifras, seg¨²n c¨¢lculos del especialista en impacto ambiental de la IA Shaolei Ren.
Microsoft tiene ahora mismo tres zonas de disponibilidad, o centros de datos, operativos en la Comunidad de Madrid, a la que se refiere como la regi¨®n Spain Central. Est¨¢n ubicados en Meco, Algete y San Sebasti¨¢n de los Reyes y, seg¨²n anunci¨® la compa?¨ªa a principios de a?o, ya se est¨¢ trabajando en ampliar su capacidad de c¨®mputo. Seg¨²n fuentes de Microsoft, las tareas de inferencia de IA (la fase final del entrenamiento de modelos) se realizan de forma distribuida en los tres grandes complejos, pero el entrenamiento de modelos a medida se realiza en uno solo de los centros de datos. Est¨¢ previsto que esa ¨²ltima tarea se extienda a los otros dos a partir de marzo de 2025.
La tecnol¨®gica planea la construcci¨®n de otros tres centros en Arag¨®n, que ya cuentan con el visto bueno preliminar de la Junta. En esa comunidad aut¨®noma est¨¢ ya presente otro gigante tecnol¨®gico, AWS (la filial de computaci¨®n en la nube de Amazon), con tres centros de datos que ampliar¨¢ sustancialmente en los pr¨®ximos a?os. La compa?¨ªa confirma que tiene intenci¨®n de desarrollar tambi¨¦n en esos complejos servicios relacionados con la IA generativa.
El coste de la inteligencia artificial
Los centros de datos son instalaciones que alojan hileras e hileras de procesadores organizados en racks, una especie de pila horizontal de dispositivos. Estos sistemas trabajan las 24 horas del d¨ªa, por lo que su consumo el¨¦ctrico es alto. Asimismo, los servidores emiten mucho calor. Los sistemas de refrigeraci¨®n son clave para evitar sobrecargas. El 40% del gasto energ¨¦tico del centro de datos medio se dedica a enfriar el ambiente o los procesadores, seg¨²n estimaciones de la consultor¨ªa inmobiliaria JLL.
Aunque los centros de datos m¨¢s modernos usan otros m¨¦todos de enfriamiento, como el uso de ventiladores el¨¦ctricos o la refrigeraci¨®n en circuito cerrado, los hiperescalares siguen apostando por el agua, mucho m¨¢s barata que otras opciones. Eso ha provocado tensiones en algunas regiones del planeta en las que el agua escasea. Hasta el punto de que ciudades como ?msterdam han prohibido temporalmente la construcci¨®n de m¨¢s infraestructuras. Google, por su parte, ha tenido que detener un proyecto de centro de datos en Santiago de Chile por orden de un juez para reducir su consumo de agua. ¡°Se dar¨¢ inicio a un nuevo proceso que comenzar¨¢ desde cero para un proyecto que usar¨¢ tecnolog¨ªa de enfriamiento con aire en este mismo lugar¡±, dijo a Reuters el mes pasado un portavoz de la compa?¨ªa.
Pese a existir m¨¦todos de enfriamiento alternativos, son dif¨ªciles de aplicar en los centros de datos dedicados a la IA. ¡°Existen limitaciones f¨ªsicas de la refrigeraci¨®n por aire, al no disponer de la capacidad de transferencia t¨¦rmica necesaria para refrigerar racks de alta densidad¡±, asegura Luis Casero, de la empresa proveedora de infraestructura para centros de datos Vertiv en una publicaci¨®n sectorial.
Un informe de Goldman Sachs prev¨¦ que los centros de datos provoquen en EE UU un aumento de la demanda energ¨¦tica ¡°no visto en una generaci¨®n¡±: podr¨ªa suponer el 8% del consumo total de energ¨ªa para 2030, cree el servicio de estudios del banco de inversi¨®n. En Irlanda, el pa¨ªs europeo en el que m¨¢s Big Tech tienen sus sedes gracias a su laxitud fiscal, los centros de datos consumieron el a?o pasado el 21% de la electricidad, y la consultora JLL estima que alcanzar¨¢ el 30% en 2028.
Las necesidades energ¨¦ticas de los centros de datos, sumado al creciente uso de la IA, ha llevado a algunas tecnol¨®gicas, como la propia Microsoft o Amazon, a pensar incluso en desarrollar peque?as centrales nucleares para alimentar sus instalaciones. El consejero delegado de Alphabet, Sundar Pichai, confirm¨® la semana pasada a Nikei que tambi¨¦n est¨¢n ¡°evaluando tecnolog¨ªas como peque?os reactores modulares (SMR, por sus siglas inglesas)¡±. Por el momento, Microsoft acaba de cerrar un acuerdo de compra de energ¨ªa que implicar¨¢ la reapertura de la planta nuclear Three Mile Island, en Pensilvania, famosa por haber albergado el mayor accidente nuclear de la historia de EE UU.
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