Cosmopolitismo, libertad y nacionalsocialismo
¡®Babylon Berl¨ªn¡¯ refleja una sociedad que rechaza la democracia y potencia los enfrentamientos sociales
La tercera temporada de Babylon Berlin, que exhibe Movistar Seriesman¨ªa, confirma lo extraordinario de la producci¨®n. De ella se recalca que es la serie m¨¢s ambiciosa de Alemania con un presupuesto de 40 millones de euros, pero pocas veces una serie ha justificado m¨¢s y mejor su presupuesto.
La trama se sit¨²a en el Berl¨ªn de 1929, la ciudad m¨¢s cosmopolita y libre del mundo pero tambi¨¦n con una desigualdad social indiscutible y, lo que a¨²n era m¨¢s peligroso, con el auge del nacionalsocialismo, un partido que encuentra cada vez mas adeptos en una Alemania que sufre una terrible hiperinflaci¨®n, que est¨¢ a punto de vivir las consecuencias de la Gran Depresi¨®n del 29, que cuenta con un importante sector del Ej¨¦rcito a¨²n herido por la derrota de la Primera Guerra Mundial y con una parte del gran capital que ve en ese auge nacionalsocialista la consolidaci¨®n de sus privilegios. El resultado es una sociedad que rechaza un sistema democr¨¢tico, que potencia los enfrentamientos sociales y que culpabiliza a los comunistas y a los jud¨ªos de todos sus males. Es lo que, a?os despu¨¦s, Hannah Arendt definir¨ªa, a?os despu¨¦s, como ¡°la banalidad del mal¡±.
La tercera temporada tiene dos l¨ªneas argumentales fundamentales: de una parte, el asesinato de una actriz del incipiente cine sonoro y, de otra, las maquiav¨¦licas manipulaciones de los nazis de un atentado contra un consejero gubernamental efectuado por los camisas pardas y atribuido, con la colaboraci¨®n de la justicia, a los comunistas. La investigaci¨®n policial del asesinato y las maniobras pol¨ªticas muestran cap¨ªtulo a cap¨ªtulo el ambiente que desembocar¨¢ a?os m¨¢s tarde en el Tercer Reich y en la Noche de los Cuchillos Largos. De todo ello deja constancia esta magn¨ªfica serie.
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