F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente, el hombre que invent¨® la naturaleza
La influencia del creador de ¡®El hombre y la Tierra¡¯, fallecido hace 40 a?os, fue mucho m¨¢s all¨¢ de la televisi¨®n en la conservaci¨®n de especies
Para cualquier ciudadano nacido en los a?os sesenta y setenta, basta con escuchar los primeros acordes de la sinton¨ªa de El hombre y la Tierra, creada por Ant¨®n Garc¨ªa Abril, para que se abra ante s¨ª todo un universo de recuerdos, en los que la voz de F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente (1928-1980) se mezcla con im¨¢genes de la fauna ib¨¦rica, con lobos, jinetas, buitres, alimoches, zorros y ¨¢guilas. De pocas personas se puede decir que ayudaron a cambiar la mentalidad de todo un pa¨ªs, pero Rodr¨ªguez de la Fuente fue una de ellas. La inmensa mayor¨ªa de los naturalistas espa?oles coinciden en se?alar que su contribuci¨®n fue esencial para transformar la percepci¨®n del medio ambiente y la relaci¨®n con los animales en unos tiempos en que muchas especies protegidas ahora eran entonces consideradas alima?as. Cuando se recuerda, este s¨¢bado, el 40 aniversario de su muerte en un accidente de helic¨®ptero en Alaska el d¨ªa en que cumpl¨ªa 52 a?os, su legado sigue influyendo en la forma en que miramos el mundo que nos rodea.
Como Jane Goodall, Dian Fossey, Richard Attenborough o Jacques Cousteau, pertenece a la generaci¨®n de bi¨®logos que, en la segunda mitad del siglo XX, en uno de los momentos m¨¢s destructivos para el medio ambiente de la historia, se dieron cuenta de que hab¨ªa que cambiar de forma radical nuestra relaci¨®n con la naturaleza y con los animales. Adem¨¢s, fue un pionero porque intuy¨® la importancia que, con el tiempo, iban a alcanzar los documentales de naturaleza en las parrillas televisas y ahora en las plataformas de Internet, pero tambi¨¦n en las librer¨ªas e incluso en los cines. Comenz¨® a dirigir series para televisi¨®n en 1968 con Fauna, que luego se transform¨® en Animalia, por su coincidencia con el nombre de la enciclopedia Salvat que dirigi¨® y que formaba parte del paisaje libresco de much¨ªsimas casas espa?olas en los setenta.
Pero fue con su espacio en Radio Nacional, La aventura de la vida, que se emit¨ªa los jueves, y luego El hombre y la Tierra (1973-1980), que se emit¨ªa los viernes a las diez de la noche, cuando su popularidad se dispar¨®. En el documental de la serie Imprescindibles ¡®El animal humano. F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente¡¯, que puede verse en La 2 este domingo (21.30) y en el servicio a la carta de TVE, es posible recuperar muchas im¨¢genes hist¨®ricas de aquellos programas. Entonces solo hab¨ªa una televisi¨®n y su alcance era enorme: todo un pa¨ªs se quedaba pegado a sus historias de animales. De hecho, recibi¨® miles de cartas de personas, en su mayor¨ªa menores, que quer¨ªan dedicarse a la biolog¨ªa. Uno de aquellos j¨®venes era Juan Carlos Blanco que, ahora, a sus 62 a?os, es uno experto en grandes carn¨ªvoros y un cient¨ªfico reconocido mundialmente.
¡°Soy bi¨®logo porque ve¨ªa los programas desde peque?o y lo ten¨ªa claro. Es algo que le ocurri¨® a muchos cient¨ªficos de mi generaci¨®n¡±, explica Blanco, quien se?ala que escribi¨® a Rodr¨ªguez de la Fuente y le contest¨® anim¨¢ndolo a dedicarse a la naturaleza. ¡°Espa?a ha sido uno de los pa¨ªses m¨¢s tempranos en la conservaci¨®n de especies y esto se lo debemos a F¨¦lix¡±. Este investigador, que ha hecho amplios estudios del lobo ib¨¦rico, relata un ejemplo concreto: ¡°Fue fundamental para la supervivencia del lobo, porque logr¨® influir en Franco para la ley de caza de 1970, un reglamento en el que se aboli¨® el concepto de alima?a. El lobo aprovech¨® esa protecci¨®n elemental para sobrevivir en un entorno en el que estaba arrinconado¡±.
El bi¨®logo Miguel Delibes de Castro, de 73 a?os, que trabaj¨® con Rodr¨ªguez de la Fuente en aquella enciclopedia Salvat, extiende su ¡°extraordinaria influencia¡± tambi¨¦n a la protecci¨®n de las rapaces. ¡°La sociedad espa?ola en su conjunto le debe mucho. Fue F¨¦lix quien nos hizo europeos¡±, explica este cient¨ªfico, ligado durante a?os a la estaci¨®n biol¨®gica de Do?ana. Siendo muy joven le ayud¨® a cuidar jinetas, que luego se convirtieron en uno de los animales en los que se especializ¨®. Preguntado sobre la influencia de El hombre y la Tierra, recuerda un cap¨ªtulo en el que se ve¨ªa como alimoches utilizaban piedras para partir huevos. ¡°En la tertulia en Valladolid de mi padre (el escritor Miguel Delibes) estuvieron discutiendo durante d¨ªas si se pod¨ªa considerar a esos animales inteligentes. Llegaba a todas partes¡±.
M¨¦dico de formaci¨®n y cetrero de profesi¨®n antes de hacerse naturalista, Rodr¨ªguez de la Fuente fue autodidacta, aunque su gran escuela fue su infancia en su pueblo, Poza de la Sal (Burgos), y las correr¨ªas por el campo castellano. Sus programas, por ejemplo el c¨¦lebre cap¨ªtulo del lobo, ser¨ªan imposibles hoy porque en parte se trataba de ficciones filmadas con animales medio amaestrados y porque mor¨ªan animales de verdad con intervenci¨®n humana (un ciervo devorado por los lobos). Hoy el mundo es otro y la forma de rodar documentales ha cambiado much¨ªsimo y las t¨¦cnicas de Rodr¨ªguez de la Fuente causar¨ªan un esc¨¢ndalo. Pero, el mundo es diferente tambi¨¦n gracias a aquellos programas. Andrea Wulf public¨® una gran biograf¨ªa de Alexander von Humboldt en la que dec¨ªa de ¨¦l que fue ¡°el hombre que invent¨® la naturaleza¡±. Algo parecido podr¨ªa decirse de F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente: invent¨® nuestra naturaleza.
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