La l¨ªnea invisible de ETA
La nueva serie de Mariano Barroso es la primera de varias producciones que este a?o examinan la banda terrorista
El mi¨¦rcoles pasado, unos vecinos de Vitoria se acercaron al cuartel de la Guardia Civil y regalaron a los agentes 300 mascarillas, 150 botes de gel desinfectante y un buen pu?ado de guantes para protegerse contra el coronavirus. Hace 10 o 15 a?os, ni el guionista m¨¢s disparatado del programa de humor Vaya semanita se habr¨ªa atrevido a imaginar una escena as¨ª. Aunque los rescoldos de tantos a?os de odio y asesinatos tardar¨¢n todav¨ªa en apagarse, el fin de las pistolas ya est¨¢ permitiendo que el cine se aproxime a la historia de ETA sin complejos, atrevi¨¦ndose incluso a iluminar los pasajes m¨¢s oscuros.
El pr¨®ximo mi¨¦rcoles 8 de abril, Movistar + estrena La l¨ªnea invisible, una serie de seis cap¨ªtulos dirigida por Mariano Barroso que recrea el primer asesinato de ETA ¡ªel del guardia civil de Tr¨¢fico Jos¨¦ Pardines, perpetrado el 7 de junio de 1968 a las afueras de San Sebasti¨¢n¡ª. Barroso pone el foco hasta en los detalles m¨¢s cotidianos de dos personajes que por s¨ª solos constituyen el retrato de una ¨¦poca: el joven etarra Txabi Etxebarrieta, el primer asesino de la banda terrorista, y el polic¨ªa Melit¨®n Manzanas, jefe de la brigada pol¨ªtico-social de Guip¨²zcoa y uno de los m¨¢s siniestros torturadores del franquismo. ¡°La serie¡±, explica el director, ¡°cuenta la tragedia de este pueblo partido en dos mitades, incapaz cada una de ellas de reconocerse en la otra. ?De d¨®nde viene esa violencia, esa banalizaci¨®n de la muerte, esa negaci¨®n del otro tan tremenda? ?Qui¨¦n legitima a qui¨¦n para matar a nadie? O para torturar...¡±.
El 16 de marzo de 2010, ETA cometi¨® su ¨²ltimo atentado. Y el 20 de octubre de 2011, la organizaci¨®n terrorista, ya muy debilitada por los golpes policiales y por el rechazo de una sociedad hastiada de sus cr¨ªmenes, anunci¨® ¡°el cese definitivo de su actividad armada¡±. El tiempo transcurrido desde entonces, reflexiona Mariano Barroso, permite que ¡°la historia se vaya posando, una cierta perspectiva, la distancia necesaria para detenerse en aspectos esenciales de la historia de ETA que no se hab¨ªan contado hasta ahora¡±.
Y de esa forma, durante los ¨²ltimos meses, han ido surgiendo series y documentales que abordan el terrorismo vasco desde distintos puntos de vista, ayud¨¢ndose unos de la recreaci¨®n cinematogr¨¢fica de los personajes y ci?¨¦ndose otros al puro reportaje. En la n¨®mina de excelentes producciones que ya han salido a la luz o se estrenar¨¢n en un futuro m¨¢s o menos inmediato se encuentran, entre otras, la serie ETA, el final del silencio, de Jon Sistiaga; el documental Lagun y la resistencia frente a ETA, de los periodistas Jos¨¦ Mar¨ªa Izquierdo y Luis Rodr¨ªguez Aizpeolea, o Patria, una serie de HBO Espa?a basada en la novela de Fernando Aramburu.
En La l¨ªnea invisible, Mariano Barroso se la juega. ¡°Hay que tener en cuenta que cuando ETA empez¨®¡±, explica, ¡°no era la pesadilla en que luego se convirti¨®. De hecho, ese era uno de los retos que ten¨ªamos al empezar la pel¨ªcula: tanto en la fase del guion como en la del rodaje, todos ten¨ªamos en la cabeza el spoiler de lo que pasa despu¨¦s [los centenares de muertos, de heridos, los secuestros, las extorsiones...], pero ten¨ªamos que olvidarnos de eso, hacer abstracci¨®n de lo que pas¨® y retratar aquellos a?os del fin de la dictadura y a aquellos personajes¡±.
El perfil que traza Barroso de Txabi Etxebarrieta antes de que se convirtiera con 23 a?os en el primer asesino de ETA se parece bastante al de la gente de esa edad en aquella ¨¦poca: ¡°?Qui¨¦n no ten¨ªa un p¨®ster del Che Guevara en su habitaci¨®n? Las referencias de los j¨®venes de entonces eran Argelia, el Mayo franc¨¦s, las guerrillas latinoamericanas. Lo que pasa es que un asesino puede querer a su madre, puede adorar a su hermano¡ Y un torturador implacable como Melit¨®n Manzanas puede adorar a su hija y puede cuidarla. Y justamente construir todas esas capas de los personajes en distintas dimensiones, todas esas contradicciones, es lo que a?ade tensi¨®n a la pel¨ªcula y crea el misterio de la narraci¨®n¡±.
Al igual que durante la producci¨®n de Patria, los protagonistas de La l¨ªnea invisible se han tenido que mover por lugares donde no hace mucho tiempo hubiese sido muy complicado rodar. Ahora, despu¨¦s de m¨¢s de 10 a?os sin el sobresalto de los atentados, el Pa¨ªs Vasco ofrece un rostro muy distinto, aunque, seg¨²n admite Barroso, todav¨ªa se percibe el eco de aquel silencio t¨¢cito: ¡°Un no vamos a hablar de esto porque cada vez que se habla vuelve a salir el monstruo¡±.
Lo que precisamente hace ahora el cine y la televisi¨®n ¡ªtal vez con m¨¢s ¨¦xito que la literatura y el periodismo cuando ETA todav¨ªa asesinaba¡ª es sacar a pasear al monstruo, desnudarlo, indagar en sus contradicciones: ¡°Como en todas las historias, cuando indagas un poco empiezas a encontrar contradicciones. Descubres por ejemplo que Melit¨®n Manzanas hablaba euskera, y que Txabi Etxebarrieta no lo hablaba nada. ?El torturador franquista era euskald¨²n y el l¨ªder de ETA no entend¨ªa ni una frase! Y dices, joder, si hubierais empezado cada uno por ah¨ª, intentando entender al otro, igual nos habr¨ªais ahorrado un mont¨®n de disgustos, de vidas, de a?os perdidos...¡±.
Las primeras escenas de un drama
El torturador m¨¢s despreciable de la dictadura franquista era un hombre campechano, y el primer asesino de ETA era un joven enfermizo y buen estudiante, un aprendiz de poeta obsesionado con la muerte. No parec¨ªa f¨¢cil sobre el papel encarnar a personajes tan contradictorios, cuyos caminos jam¨¢s se llegaron a cruzar, pero el andaluz Antonio de la Torre logra hacer cre¨ªble a Melit¨®n Manzanas y el catal¨¢n ?lex Monner a Txabi Etxebarrieta.
En el extenso elenco de La l¨ªnea invisible figuran tambi¨¦n Anna Castillo, Asier Etxeandia, Patrick Criado, Patricia L¨®pez Arn¨¢iz, Enric Auquer, Emilio Palacios, Pablo Derqui y Ram¨®n Barea. El director de la serie, Mariano Barroso, es de los que creen que ¡°las guerras hay que contarlas desde la secretar¨ªa del primer ministro, porque es ah¨ª donde hay m¨¢s drama y est¨¢n los matices m¨¢s interesantes¡±. De la mano de todos ellos, Barroso logra construir las primeras escenas de un drama que dur¨® 40 a?os.
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