La ficci¨®n es lo ¨²nico real que nos queda

Dice Diane Lockhart que la justicia es una ecuaci¨®n que implica dos factores: la ley y el Zeitgeist. Lockhart es un personaje de ficci¨®n, protagonista de la serie de abogados The Good Fight, y pronuncia esa frase en el primer cap¨ªtulo de la cuarta temporada, que se ha estrenado este jueves en todo el mundo (en Espa?a, en Movistar) y sobre el que algunos espectadores nos abalanzamos con ansia infantil. Es un episodio dist¨®pico y lynchiano del que no voy a hacer destripe alguno, lean sin miedo. Seguramente, la trama m¨¢s arriesgada y extra?a de una serie que tiene muchas tramas arriesgadas y extra?as. Nada m¨¢s alejado de las noticias y de la terca realidad que nos golpea en la cuarentena. Y, sin embargo, es lo m¨¢s real que he visto desde que empez¨® el fin del mundo.

Lockhart quiere decir que las leyes no bastan para que el crimen se castigue y las v¨ªctimas sean compensadas: hace falta, adem¨¢s, un ambiente social propicio, porque actuamos seg¨²n el esp¨ªritu de los tiempos.

No solo la justicia necesita del concurso del Zeitgeist. La narraci¨®n de lo real tambi¨¦n lo reclama. Si las noticias me abruman y confunden no es tanto por su gravedad o por la cantidad de est¨ªmulos diarios que recibo, sino porque los leo con un Zeitgeist caducado. Mi mente y mi ¨¢nimo siguen viviendo en el mundo anterior al 14 de marzo y no s¨¦ c¨®mo traerlos al presente. Ya no entiendo las se?ales ni el idioma. No he asimilado el nuevo esp¨ªritu, y eso me arrastra a una extranjer¨ªa que solo se siente c¨®moda viendo The Good Fight. Celebro las frases de Diane Lockhart porque su desconcierto es el m¨ªo y se agarra, como me agarro yo, a certezas que se han esfumado.

No hay consuelo para nada de esto. Solo adaptaci¨®n y supervivencia.