Deborah Feldman: ¡°Recibimos miles de mensajes de gente que se quiere ir de comunidades ultraortodoxas o cambiarlas desde dentro¡±
La autora de 'Unorthodox¡¯, obra en la que se basa la serie de Netflix, recuerda su fuga de una colectividad jud¨ªa jas¨ªdica y el impacto social del proyecto
Millones de personas confinadas en todo el mundo se han dejado fascinar estos d¨ªas por Unorthodox (Netflix), la serie sobre una jud¨ªa ultraortodoxa que rompe con su comunidad jas¨ªdica de Nueva York e inicia una nueva vida lejos del universo religioso en Berl¨ªn. La escritora Deborah Feldman es la mujer detr¨¢s de esta historia, en cuyas memorias Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots se ha inspirado la serie que abre la puerta de los Satmar, un mundo tan ex¨®tico como real.
Abandonar una comunidad ultraortodoxa como hizo Feldman (Nueva York, 33 a?os) para salir al mundo exterior es casi como aterrizar en la Tierra procedente de Marte. Hay que empezar casi de cero, despu¨¦s de romper con un mundo tejido con una mara?a de reglas asfixiantes, con las que cada vez m¨¢s hombres y mujeres deciden cortar para siempre. La escritora estadounidense afincada en Berl¨ªn conversa con EL PA?S sobre su vida y sobre las tensiones que recorren el juda¨ªsmo ultraortodoxo.
Pregunta. ?Ha quedado satisfecha con el resultado de la serie?
Respuesta. Soy muy buena amiga de la directora y hacer la serie fue mi idea. Lo estuvimos discutiendo durante unos cuatro a?os, as¨ª que cuando se convirti¨® en un proyecto en serio, ten¨ªamos muy claro c¨®mo iba a ser. No hubo sorpresas.
P. ?Por qu¨¦ decidi¨® llevar su libro y su vida a la pantalla?
R. Hace diez a?os, cuando abandon¨¦ la comunidad, nadie conoc¨ªa el mundo jas¨ªdico del que yo ven¨ªa. Siempre ha sido mi deseo que seamos conscientes de la existencia de diferentes comunidades y de que la gente est¨¢ tratando de escapar y vivir en el mundo exterior. Una serie de televisi¨®n siempre va a llegar mucho m¨¢s lejos que un libro.
P. ?Piensa que la serie va a tener un impacto en el mundo ultraortodoxo? Ellos no ven la televisi¨®n, pero probablemente oir¨¢n hablar de ella.
R. La atenci¨®n desde fuera es lo que consigue ejercer presi¨®n dentro. Cuando abandon¨¦ la comunidad y quise tener la custodia de mi hijo, mi abogado me dijo que lo ¨²nico que me permitir¨ªa no perderlo ser¨ªa la exposici¨®n p¨²blica. Discutir estos asuntos en el mundo exterior es lo que puede producir cambios dentro.
P. ?Cu¨¢ntas generaciones cree que resistir¨¢n islas humanas como Williamsburg en EE UU o Meah Shearim en Israel, que son grupos cerrados incrustados y aislados en medio de mundos hiperconectados?
R. Ha habido muchos cambios en los ¨²ltimos diez a?os con los smartphones. Mi sensaci¨®n es que por un lado las comunidades se volver¨¢n m¨¢s radicales y aisladas, pero a la vez la gente que ya se encontraba en los m¨¢rgenes, acabar¨¢n fuera. Veremos m¨¢s desertores, pero el n¨²cleo se volver¨¢ m¨¢s radical.
P. ?Cu¨¢l ha sido la reacci¨®n hasta ahora entre los ultraortodoxos a la serie?
R. Por un lado hay una reacci¨®n cr¨ªtica, y se repliegan hacia dentro y se vuelven m¨¢s estrictos, pero a la vez, hemos recibido cientos o miles de mensajes de gente que est¨¢ dentro de la comunidad que ahora piensa en irse o cambiarla desde dentro.
P. ?Miles de mensajes? Es como si hubieran desatado un movimiento social.
R. Cada d¨ªa, todo el equipo nos vemos inundados de mensajes. No se trata de desatar, sino de llevar a la superficie algo que siempre ha estado ah¨ª.
P. ?Qu¨¦ fue lo que m¨¢s le cost¨® cuando decidi¨® abandonar la comunidad?
R. Para cada persona es diferente. En mi caso fue mi hijo y tener derecho a ser su madre y criarlo. Las mujeres en la comunidad no tienen el poder de decidir a la hora de criar a sus hijos, est¨¢s ah¨ª para lavar la ropa y mantener la casa. Nunca antes una mujer se hab¨ªa ido de la comunidad y hab¨ªa logrado mantener la custodia. Yo conoc¨ªa mujeres que acabaron suicid¨¢ndose porque no lo consiguieron y sent¨ªan que su vida no ten¨ªa sentido sin sus hijos. Los hombres a menudo se van porque tienen una crisis de fe, son crisis m¨¢s existenciales.
P. ?Qu¨¦ es lo que echa de menos de aquella vida comunitaria?
R. Yo siempre fui muy diferente dentro de la comunidad. Ech¨¦ de menos sobre todo a mi abuela, porque ten¨ªa una relaci¨®n muy estrecha con ella, pero como cuando me fui ya ten¨ªa demencia, sent¨ªa que ya la hab¨ªa perdido antes.
P. ?Nunca ha vuelto?
R. No, nunca volv¨ª.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le cost¨® en su nueva vida, cuando dio el salto al mundo exterior?
R. Hay much¨ªsimas dificultades, para empezar porque no recibes una educaci¨®n acad¨¦mica laica y no est¨¢s preparada para entrar en el sistema educativo, lo que significa que no tienes una independencia econ¨®mica. No hablas bien el idioma, no entiendes los c¨®digos sociales, te cuesta hacer amigos y encontrar una red de apoyo social y emocional. Adem¨¢s, eres dependiente econ¨®micamente de la comunidad y fuera no tienes nada. La comunidad te ha hecho incapaz de ser independiente.
P. Hay que aprender a vivir de cero.
R. S¨ª y la mayor¨ªa fracasan.
P. ?Es m¨¢s f¨¢cil para los hombres que abandonan el mundo ultraortodoxo reconectar despu¨¦s con sus familias? El actor que interpreta a Moishe en la serie ha vuelto a ver a su familia en la vida real.
R. S¨ª, muy recientemente. Su familia no naci¨® ultraortodoxa, sino que se convirti¨® m¨¢s tarde y por lo tanto, hab¨ªan estado expuestos al mundo exterior, pero es verdad que los hombres lo tienen m¨¢s f¨¢cil. Encuentran m¨¢s comprensi¨®n y tienen m¨¢s libertad. Como el n¨²mero de personas que se salen ha crecido mucho, la actitud de la comunidad ha cambiado y ahora trata de mantener control mediante el contacto y la manipulaci¨®n. Los casos de suicidio que conozco tienen que ver con la influencia que les llega de ese mundo, que le dice que van a fracasar aqu¨ª fuera. Les tratan de convencer de que la ¨²nica opci¨®n es volver, porque fuera fracasar¨¢n.
P. Hay organizaciones que ayudan a quienes salen a aprender a vivir.
R. En mi caso no me ayud¨® mucho porque te ofrecen una red de apoyo de gente que se ha ido y a menudo acabas atrapada en un limbo y no puedes avanzar. Yo me di cuenta de que ten¨ªa que encontrar gente en el mundo exterior real y no estar rodeada de gente como yo.
P. La serie ha suscitado cr¨ªticas por resaltar solo los aspectos m¨¢s negativos del mundo ultraortodoxo.
R. Hay gente que procede de ese mundo que ha trabajado en la serie para tratar de hacerla lo m¨¢s precisa y real posible. Mucha gente de dentro nos dice que les ha sorprendido lo realista que es, pero hay tambi¨¦n quien dice que no se siente representada. Luego hay cr¨ªticas que son m¨¢s interesantes, que proceden de un juda¨ªsmo m¨¢s moderado. Es la din¨¢mica que sale en la serie, de la chica israel¨ª que es la m¨¢s cruel con la protagonista, porque conoce mucho mejor que nadie el mundo del que procede Etsy. Hay jud¨ªos que protestan por la serie, que no conocen nada de los Satmar, pero que creen que no deber¨ªamos contar esta historia porque da una mala imagen de todos los jud¨ªos. Preferir¨ªan que la gente como yo nos call¨¢ramos, pero a la vez no nos prestan apoyo cuando salimos. El rechazo que yo experiment¨¦ fue sobre todo de estos jud¨ªos, pero eso una de las cosas que queremos provocar con la serie es un di¨¢logo dentro del mundo jud¨ªo.
P. Alemania y sobre todo Berl¨ªn tiene un papel protagonista en la pel¨ªcula. Muchos j¨®venes jud¨ªos se mudan ahora a la capital alemana. ?Cu¨¢l cree que es la vivencia de estas generaciones comparada con las anteriores?
R. Una cosa es Alemania y otra Berl¨ªn, que siempre ha sido un caso ¨²nico, una excepci¨®n cultural y una ciudad muy libre. Aunque yo estoy feliz de haber venido a Alemania. Si creces en una comunidad muy marcada por la memoria del Holocausto, hay un cierto alivio cuando te mudas a un pa¨ªs donde la sociedad soporta el mismo peso de la memoria, que es algo que no se puede decir de EE UU, donde la gente no sabe mucho del Holocausto, est¨¢s muy sola y en Alemania no.
P. En Israel, en muchas comunidades ultraortodoxas son las mujeres las que trabajan fuera y ellos estudian los textos sagrados. En su comunidad no era as¨ª.
R. Es un sistema econ¨®mico muy complicado que funciona un poco como el comunismo. Ciertas familias regentan grandes negocios y emplean a miembros elegidos de la comunidad y el dinero va a parar a un banco comunal que paga las becas para que los hombres estudien la Torah. Las mujeres pueden trabajar desde casa, cosiendo o haciendo pelucas, pero es raro que salgan a trabajar.
P. ?En qu¨¦ trabaja ahora?
R. Llevo dos a?os trabajando en una novela en alem¨¢n y est¨¢ casi acabada.
P. ?Es muy dif¨ªcil dar el salto del yiddish al alem¨¢n?
R. No. Est¨¢n muy relacionados y hay muchas similitudes no solo ling¨¹¨ªsticas, sino tambi¨¦n emocionales, pero la ventaja de escribir en alem¨¢n es que tiene un vocabulario m¨¢s amplio y te da m¨¢s libertad como escritora.
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