Marcial Dorado: ¡°Fui yo el que dej¨® a Feij¨®o¡±
Jordi ?vole entrevista al narcotraficante gallego, que relata sus viajes de placer con el presidente de la Xunta, al que dice que votar¨¢
¡°Fueron amigos durante unos a?os, y uno acab¨® al frente del Gobierno gallego y el otro en la c¨¢rcel por narcotr¨¢fico¡±. As¨ª empez¨® el art¨ªculo que los periodistas Xos¨¦ Hermida y Elisa Lois publicaron en EL PA?S el 30 de marzo de 2013. Se adjuntaban unas fotograf¨ªas de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, entonces alto cargo de la Xunta, y Marcial Dorado, un conocido empresario investigado p¨²blicamente por contrabando. Una de esas im¨¢genes, la de Feij¨®o con gafas de sol y crema en la espalda al volante de una embarcaci¨®n, y Dorado posando con cara de interesante y un gorrito para protegerse del sol, se ha convertido en un icono popular de la cultura gallega, serigraf¨ªa habitual en paredes y muros. El bombazo sigue dando que hablar siete a?os despu¨¦s y ha sido utilizado como cebo de rumores (Feij¨®o habr¨ªa rechazado presentarse a la presidencia del PP nacional por la existencia de m¨¢s fotos) y teor¨ªas conspiratorias. La ¨²ltima de ellas la que afect¨® a la entrevista de Jordi ?vole a Dorado anunciada hace dos meses y que fue desprogramada por la crisis sanitaria del coronavirus. Se dijo que no se emit¨ªa por presiones, por censura o porque ya no pod¨ªa da?ar a Feij¨®o al desconvocarse las elecciones gallegas. Al parecer la pandemia era una excusa floja.
La entrevista, en fin, se emite hoy domingo en La Sexta. Y, m¨¢s all¨¢ de los problemas personales y judiciales del se?or Dorado, lo m¨¢s interesante es c¨®mo el narco profundiza en la primera l¨ªnea de aquel art¨ªculo: la historia de una amistad. En boca de un hombre que confiesa haber dudado si hablar con ?vole cinco minutos antes de la cita, que se expresa torpemente, sin experiencia ante las c¨¢maras, con excusas delirantes cuando ?vole le lee la sentencia (¡°?por qu¨¦ usted en las conversaciones telef¨®nicas dec¨ªa ¡®coche¡¯ en lugar de ¡®lancha?¡±. ¡°Es un coche, coche anfibio¡±), poco convincente cuando quiere desvincularse del narcotr¨¢fico y silencioso y dolido cuando el periodista le muestra a Feij¨®o renegando una, dos y tres veces de su amistad (¡°ni ancha ni estrecha¡±) con ¨¦l. ¡°Ya es un pol¨ªtico. No habla con el coraz¨®n, sino con el cerebro de pol¨ªtico. Duele, duele. Pero bueh¡¡±. Y se calienta: ¡°?No es ancha ni estrecha? No puede decirlo con el coraz¨®n. Si duermes en mi apartamento de Baiona y mi mujer te hace el desayuno a ti y a los invitados, no es por ser tu criada¡±.
¡°Le conoc¨ª dos o tres novias, ya me olvido¡±, le dice Marcial Dorado a ?vole para explicar su relaci¨®n con el presidente de la Xunta, con quien pas¨® el fin de a?o en Cascais (Portugal), e hizo viajes a Picos de Europa (¡°puede ser, recuerdo que hab¨ªa nieve¡±, dijo Feij¨®o en otra declaraci¨®n incrustada en el imaginario popular gallego, al ser Dorado condenado por tr¨¢fico de coca¨ªna) e Ibiza. Tambi¨¦n cuenta que a la c¨¢rcel (fue condenado a 13 a?os, sigue en prisi¨®n con permisos) acudieron personajes enviados de la pol¨ªtica para utilizarlo contra Feij¨®o. A pesar de que anuncia que lo votar¨¢ (¡°votar¨¦ al que ya no es mi amigo¡±), Dorado est¨¢ da?ado: ¡°Si fuese al rev¨¦s yo dir¨ªa: ¡®S¨ª, es amigo m¨ªo¡¯. Sigo siendo un caballero, puede decirlo tranquilamente, se?or Feij¨®o. Y honrado. ?Honrado! De acuerdo, contrabandista, de acuerdo. Pero preg¨²ntele a un empleado de mis empresas si soy honrado o no¡±. Dice que fue ¨¦l el que dej¨® a Feij¨®o: ¡°Se relacionaba muy alto, yo escapo de esas cosas. Soy yo el que me voy. La ¨²ltima vez me llama ¨¦l para comer. Y quedamos. A?o 2001¡±.
En enero de 2003 Manuel Fraga destituye al considerado su sucesor, Jos¨¦ Cui?a Crespo, y nombra a uno nuevo d¨¢ndole la cartera m¨¢s importante, Alberto N¨²?ez Feij¨®o. En noviembre de 2003, el juez V¨¢zquez Ta¨ªn detiene a Marcial Dorado por narcotr¨¢fico. Feij¨®o conoc¨ªa la existencia de esas fotos y, tras saber de la detenci¨®n de Dorado, present¨® su dimisi¨®n alertando a Fraga de que podr¨ªan salir a la luz en cualquier momento. De 2001 hasta 2003 Feij¨®o y Dorado, cuyo tel¨¦fono hab¨ªa sido pinchado por orden del juez, hab¨ªan mantenido varias conversaciones telef¨®nicas. Lo relataron Sonia Vizoso y Elisa Lois en EL PA?S. ¡°Un consejero de la Xunta, Xes¨²s Palmou, le dijo al juez que el entonces presidente gallego, Manuel Fraga, quer¨ªa preguntarle algo. A continuaci¨®n, el fundador del PP le llam¨® y le dijo: ¡®Tengo sobre mi mesa la dimisi¨®n de un consejero [por Feij¨®o] y quiero saber si hubo algo m¨¢s despu¨¦s de una vieja amistad¡¯. Ta¨ªn recuerda que le contest¨® tajantemente que no¡±.
¡°Yo quiero que me recuerden como Marcial, el hijo peque?o de Ramona, que se fue con siete a?os a la isla [de Arousa]. Como narcotraficante no. Porque no lo soy; si lo hubiera sido, ser¨ªa el mejor. ?El mejor! No estar¨ªa en la c¨¢rcel ni aqu¨ª hablando con usted¡±, dice Dorado en un momento del documental, declaraci¨®n evocadora en esp¨ªritu de aquella m¨ªtica de Sito Mi?anco sentado ante los jueces de la N¨¦cora: ¡°Yo porque no creo en la violencia, si no os mataba todos¡±.
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