Muere Carl Reiner, leyenda de la comedia estadounidense, a los 98 a?os

Carl Reiner, cineasta y escritor sin el cual es imposible entender la televisi¨®n y la comedia estadounidenses, muri¨® el lunes en su casa de causas naturales a los 98 a?os. Padre del tambi¨¦n cineasta Rob Reiner y socio vitalicio de Mel Brooks, fue quien descubri¨® a Mary Tyler Moore y a Dick van Dyke, dos fuerzas de la naturaleza de la peque?a pantalla. Con el segundo cre¨® El show de Dick van Dyke, una influyente sitcom que estuvo en antena de 1961 a 1966. Estuvo a punto de ser cancelada tras sus primeros cap¨ªtulos por tener un humor demasiado intelectual, jud¨ªo y neoyorquino: tres rasgos que definen la mayor¨ªa de las comedias que la siguieron. Tambi¨¦n fue esencial en la carrera de Steve Martin, a quien dirigi¨® en varias de pel¨ªculas cuyos guiones escribi¨® pensando en ¨¦l, entre ellas El pat¨¢n (1979), Cliente muerto no paga (1982), Un genio con dos cerebros (1983) o Mi otra mitad (1984).

Nacido en una familia humilde del Bronx, aprendi¨® comedia mientras trabajaba en un taller de m¨¢quinas. Cobr¨® un d¨®lar por su primer mon¨®logo. Al poco, estaba escribiendo e interpretando sketches para Sid Caesar, quien en los a?os cincuenta dirig¨ªa y presentaba Your show of shows, uno de los programas de variedades m¨¢s aclamados del siglo pasado. En aquel plat¨® se forjaron talentos c¨®micos como Woody Allen o Neil Simon, pero no hace falta irse tan lejos para entender la importancia de aquel programa. All¨ª Reiner, que se hab¨ªa hecho famoso d¨¢ndole la r¨¦plica a Caesar, conoci¨® a Mel Brooks. Ser¨ªa su compa?ero profesional y personal de por vida.

Juntos, crearon hitos del absurdo americano, como por ejemplo el sketch m¨¢s duradero de la historia: una serie de entrevistas a un hombre de 2.000 a?os, interpretado por Brooks con maneras de jud¨ªo malhumorado, a quien Reiner entrevistaba con su tradicional gesto serio. A lo largo de incontables apariciones en programas, cinco ¨¢lbumes, y un especial televisivo emitido en 1975, la pareja explor¨® todo lo que pod¨ªa dar de s¨ª una vida tan larga, desde la familia (¡°tengo 42.000 hijos¡­ No me visita ni uno¡±, gru?¨ªa el anciano) a la plaga (¡°Sobraban ratas, faltaban gatos¡±). Mel Brooks us¨® parte de estos chistes en su pel¨ªcula La loca historia del mundo. El ¨²ltimo de ¨¢lbumes con esas conversaciones sali¨® en el a?o 2000.

En la vejez su actividad en las pantallas se redujo en papeles puntuales en telecomedias (Dos hombres y medio) o cine (Ocean¡¯s Eleven, Toy Story 4). Tambi¨¦n se estrech¨® su amistad con Brooks. En 2008 muri¨® su mujer, Estelle (es la comensal que, en Cuando Harry encontr¨® a Sally, dice ¡°Quiero lo que ella est¨¦ tomando¡± tras ver el orgasmo fingido de Meg Ryan: Rob Reiner dirigi¨® esa pel¨ªcula). Desde entonces, cen¨® con Brooks cada noche en su casa: ve¨ªan el concurso Jeopardy! juntos y luego se pon¨ªan una pel¨ªcula.

En sus ¨²ltimos a?os, escribi¨® libros autobiogr¨¢ficos y de comedia. Lleg¨® a publicar 22. Y, sobre todo, tuiteaba, con frecuencia y cari?o, salvo cuando le tocaba azotar a Donald Trump, lo que pod¨ªa ocurrir a menudo. Un d¨ªa de 2018, antes de las elecciones legislativas, public¨® un v¨ªdeo en su cuenta: ¡°Mi objetivo personal es llegar a 2020 y votar para asegurarme de que tenemos en Washington a un ciudadano decente, moral, que respeta la ley, y que nos haga sentir orgullo de vivir en Am¨¦rica¡±. Ese objetivo se trunc¨® este lunes. Reiner no podr¨¢ votar a Joe Biden. S¨ª llegar¨¢ a finales de 2020, en cambio; a trav¨¦s de su legado, vigente a lo largo y ancho del humor estadounidense, por este y muchos a?os.