Erdogan contra la televisi¨®n global
Los islamistas turcos buscan imponer su visi¨®n conservadora tambi¨¦n en las plataformas digitales de entretenimiento
¡°Como me cierre Netflix y no pueda ver la ¨²ltima temporada de Dark, me lo tomar¨¦ muy mal, se?or Erdogan¡±. El mensaje de Meral Aksener (64 a?os), una de las l¨ªderes de la oposici¨®n en Turqu¨ªa, cosech¨® m¨¢s de 300.000 Me Gusta en Twitter a principios de julio. Era una reacci¨®n a las airadas palabras del presidente Recep Tayyip Erdogan despu¨¦s de que su nuera hubiese sido insultada en las redes sociales y de que un discurso a la juventud que dio en YouTube resultase un fiasco absoluto: ¡°?Entend¨¦is por qu¨¦ estamos en contra de Twitter, Netflix, YouTube y esos medios sociales? Para quitar de en medio todas estas inmoralidades¡±.
Los rumores de que el Ejecutivo islamonacionalista va a cerrar las populares plataformas online de series y pel¨ªculas sobrevuelan continuamente los debates en Turqu¨ªa. De hecho, el partido islamista AKP ha presentado este mes en el Parlamento una propuesta de ley para regular y controlar las redes sociales y el a?o pasado aprob¨® una normativa que exige a las plataformas digitales someterse al Consejo de la Radio y la Televisi¨®n de Turqu¨ªa (RT?K).
Erdogan lleg¨® al poder en 2002 con un entorno medi¨¢tico totalmente en contra. Pero, poco a poco, mediante adquisiciones, intercambios de favores, multas y persecuciones ha logrado que la pr¨¢ctica totalidad de los grandes canales de televisi¨®n hayan pasado a ser meros voceros del Gobierno. Si hace once o doce a?os los canales informativos eran de gran calidad y sus programas inclu¨ªan una pluralidad de opiniones, hoy es dif¨ªcil hallar voces cr¨ªticas en ellos. ¡°Se han convertido en un desierto intelectual¡±, lamenta Ilhan Tas?i, consejero de RT?K por el partido opositor CHP.
RT?K, en el que islamistas y ultraderechistas tienen mayor¨ªa, se ha convertido en el instrumento para meter en vereda a los canales y periodistas d¨ªscolos: por vestir una presentadora un escote demasiado pronunciado, por ofensas al presidente, por criticar al Gobierno m¨¢s all¨¢ de lo permitido... Al canal FOX -que en Turqu¨ªa es de centroizquierda y actualmente uno de los m¨¢s vistos- se le oblig¨® a suspender la emisi¨®n de sus noticias de m¨¢xima audiencia durante tres d¨ªas en marzo por criticar las medidas del Gobierno respecto a la pandemia. A¨²n peor, a principios de este mes, RT?K prohibi¨® a dos peque?os canales, Halk TV y Tele1, emitir durante cinco d¨ªas por haber criticado a uno de los ¨²ltimos sultanes otomanos, al presidente de la Direcci¨®n de Asuntos Religiosos y la pol¨ªtica exterior del Gobierno. Adem¨¢s, se les avis¨® de que, a la siguiente infracci¨®n, se les retirar¨ªa la licencia. ¡°Es una forma de amedrentarlos. Los canales opositores son habitualmente peque?os y con pocos recursos, as¨ª que estas multas -econ¨®micas o de prohibir emitir- ponen en peligro su supervivencia¡±, explica Tas?i.
Los cambios en el panorama medi¨¢tico han hecho que el 70 % de los turcos no conf¨ªen en los medios tradicionales, un porcentaje que se eleva hasta el 94 % en caso de quienes simpatizan con la oposici¨®n, seg¨²n un estudio del Center for American Progress de 2018. Esto ha tenido dos efectos: que los turcos vean cada vez menos programas informativos y m¨¢s de entretenimiento y que se enfoquen cada vez m¨¢s en los medios digitales.
Porque la ficci¨®n televisiva, en un pa¨ªs que se ha convertido en uno de los principales productores del mundo, tambi¨¦n se ha vuelto m¨¢s pacata y conservadora a medida que los islamistas reforzaban su poder. En los ¨²ltimos meses, directores, actores y productores turcos se han quejado a este diario de la autocensura que deben aplicar para evitar recibir multas de RT?K, que obliga a que los besos sean cortos, no se vea demasiada carne, no haya sexo ni pol¨ªtica. ¡°Es una relaci¨®n de amor-odio. El Gobierno nos ama porque exportamos mucho y eso trae dinero, pero tambi¨¦n tienen miedo de las series porque millones las ven cada d¨ªa y las series pueden influir en la sociedad¡±, explica el productor Yama? Okur: ¡°Casi todos los canales tienen relaciones muy cercanas con el Gobierno, as¨ª que nuestro trabajo no es f¨¢cil. Si haces algo cr¨ªtico pueden enfadarse¡±.
¡°Justo en el momento en que sent¨ªamos que m¨¢s dif¨ªcil se nos hac¨ªa respirar llegaron las plataformas digitales¡±, sosten¨ªa la popular actriz Beren Saat en una entrevista este mes con el canal digital Yeniden TV. No s¨®lo Netflix, tambi¨¦n las locales BluTV y PuhuTV (en la que se emiti¨® la serie Sahsiyet, galardonada con un Emmy), permitieron una mayor libertad creativa.
Pero eso no iba a durar. Y de ah¨ª que el Ejecutivo haya obligado a estas plataformas a entrar bajo el paraguas de RT?K. ¡°Bajo la excusa de la libertad [...] se nos impone un modo de vida desviado¡±, se quejaba el a?o pasado Burhanettin Duran, uno de los articulistas m¨¢s progubernamentales del pa¨ªs, para defender la nueva normativa: ¡°Las autoridades tienen la responsabilidad democr¨¢tica de asegurar que todos los contenidos de las plataformas digitales son compatibles con los valores familiares¡±.
¡°?Se ha prohibido la homosexualidad en Turqu¨ªa?¡±, le pregunt¨® el periodista C¨¹neyt ?zdemir al vicepresidente del AKP, Mahir Unal. Las relaciones entre personas del mismo sexo fueron despenalizadas en Turqu¨ªa en 1858 y durante a?os los islamistas turcos hab¨ªan respetado las manifestaciones LGBTI. Pero, en los ¨²ltimos tiempos, el discurso hom¨®fobo del Gobierno se ha incrementado y ahora parece que luchar contra lo que llaman ¡°la propaganda homosexual¡± sea uno de los temas m¨¢s acuciantes para los islamistas turcos. Unal respondi¨® con evasivas y alegando que Turqu¨ªa no admite que Netflix le imponga una agenda politizada respecto a la cuesti¨®n LGTBI.
¡°Netflix tiene tantos abonados en Turqu¨ªa porque el Gobierno ha vaciado la tele actual¡±
De hecho, el Ejecutivo ha denegado un permiso de rodaje para la ¨²ltima producci¨®n de Netflix Turqu¨ªa, una serie llamada If Only, por incluir en ella un personaje gay. Se pidi¨® a los guionistas que lo excluyesen del libreto, pero la compa?¨ªa prefiri¨® suspender el rodaje a seguir adelante con una historia mutilada. Las exigencias de RT?K ya provocaron en abril que Netflix tuviera que retirar un cap¨ªtulo de Designated Survivor en el que se representaba a un presidente turco de ficci¨®n y, seg¨²n algunos medios, Ankara ha pedido a Netflix revisar la presencia de hasta 40 series en el cat¨¢logo de Turqu¨ªa por diferentes razones. Pese a ello, fuentes de Netflix afirman que no tienen intenci¨®n de interrumpir su presencia en el pa¨ªs -contin¨²an en mercados a¨²n m¨¢s dif¨ªciles como Arabia Saud¨ª y Pakist¨¢n-. ¡°Tenemos varios originales turcos en fase de producci¨®n, y m¨¢s que vendr¨¢n, y estamos ansiosos por compartir estas historias con nuestros abonados de todo el mundo¡±, precisa un portavoz de la compa?¨ªa.
¡°La homosexualidad es parte de la vida, pero este gobierno s¨®lo quiere que veamos lo que a ellos les gusta. Quieren imponer su visi¨®n del mundo a los 1.700 canales de televisi¨®n y radio que supervisa RT?K¡±, se queja Tas?i: ¡°No se dan cuenta de que Netflix tiene tantos abonados en Turqu¨ªa [1,5 millones] precisamente porque, por razones ideol¨®gicas, han vaciado la tele actual de contenidos interesantes. Pero este Gobierno no entiende como funciona el sistema. El mundo seguir¨¢ produciendo contenidos y nuestros j¨®venes los encontrar¨¢n en internet¡±.
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