La Corona
¡®The Crown¡¯ contin¨²a siendo uno de los m¨¢ximos lujos de Netflix, una de las pocas y gloriosas excepciones en las series de la casa a la mediocridad, lo previsible, lo vacuo, la fabricaci¨®n calculada de productos olvidables
En la dada¨ªsta clasificaci¨®n por contenido de la ¨²ltima entrega de The Crown, los impagables programadores nos avisan de que su tem¨¢tica es de sexo y desnudez. O sea, porno a la carta. Pero mi memoria recuerda con admiraci¨®n, la sensualidad, el erotismo y la elegancia con las que estaba descrita la primera cita de la princesa Margarita en el estudio del fot¨®grafo Tony Armstrong, aquel fascinante juego de seducci¨®n en el que ni se tocaban ni se besaban. Se ol¨ªan, se miraban, avanzaban y retroced¨ªan, se intu¨ªan, se deseaban. Por ello, el anuncio de sexo y desnudez lo debe de haber puesto alguien seriamente afectado por el alcohol y otras deformantes sustancias.
The Crown contin¨²a siendo uno de los m¨¢ximos lujos de Netflix, una de las pocas y gloriosas excepciones en las series de la casa a la mediocridad, lo previsible, lo vacuo, la fabricaci¨®n mec¨¢nica y calculada de productos olvidables. El enorme presupuesto del que dispone este retrato de la realeza inglesa est¨¢ al servicio de la brillantez narrativa, ambientaci¨®n primorosa, guiones impecables, int¨¦rpretes muy buenos, situaciones complejas, mezcla inteligente de ficci¨®n y realidad.
Leo que el pr¨ªncipe Carlos se ha mosqueado con la descripci¨®n que hace la cuarta temporada de su relaci¨®n con la princesa Diana. Yo creo que la monarqu¨ªa brit¨¢nica deber¨ªa de estarle agradecida a The Crown. Encuentro apasionante la visi¨®n que me ofrecen de ella, sus luces y sus sombras, su problem¨¢tico protagonismo en la historia del pa¨ªs. Algo que me resultaba inimaginable en la realidad, ya que esta gente me provocaba tanta indiferencia, pereza o repel¨²s como todas las realezas existentes. Pero la ficci¨®n le est¨¢ otorgando inter¨¦s, humanidad, comprensi¨®n, piedad. En la cuarta temporada mi personaje favorito es la arrogante, ciclot¨ªmica, hermosa, frustrada y ya definitivamente infeliz princesa Margarita. Su presente y su futuro van a ser muy duros sin tabaco, whisky y amantes.
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