Se larg¨®
Uno de los d¨ªas de mi vida en los que sent¨ª la plenitud, el esplendor en la hierba, fue cuando vi a Maradona fabricar en el Bernab¨¦u un gol inveros¨ªmil, belleza en grado puro
Escribe mi amigo Enric Gonz¨¢lez sobre la locura colectiva que se ha adue?ado de Buenos Aires ante la defunci¨®n de su Mes¨ªas: ¡°el h¨¦roe argentino muri¨® solo pese a tantas amantes, tantos hijos y tantos supuestos amigos. Y no descans¨® en paz, pero ya no volvi¨® a sufrir de soledad¡±. Ha robado el protagonismo durante tres d¨ªas en todos los medios al coronavirus, lo m¨¢s terror¨ªfico ocurrido a la humanidad desde la II Guerra Mundial. Y el depredador debe relamerse de gusto. Se va a poner morado con las aglomeraciones y el caos, desprovisto de m¨¢scaras, que se han montado en Buenos Aires y N¨¢poles con la muerte de Dios. C¨®mo son los creyentes, qu¨¦ solos nos sentimos los agn¨®sticos.
Me cuentan que han aparecido memes, algo que ocurre en Internet. Y que un moralista o cient¨ªfico afirmaba: ¡°Maradona llevaba muy mala vida y los excesos se pagan¡±. Con la contestaci¨®n me parto de risa: ¡°Que Maradona haya muerto y los Rolling Stones sigan vivos, solo constata que el problema no son las drogas, sino el deporte¡±. Tambi¨¦n me parece reveladora una an¨¦cdota que cuenta Cappa en la radio. Estaban Maradona y ¨¦l viendo un partido de Jordan y Cappa expres¨® su asombro: ¡°Jordan es genial, es ¨²nico¡±. Maradona guard¨® silencio y contest¨®: ¡°Estoy de acuerdo, es muy bueno. Pero ¨¦l juega con las manos¡±.
Uno de los d¨ªas de mi vida en los que sent¨ª la plenitud, el esplendor en la hierba, fue cuando le vi fabricar en el Bernab¨¦u un gol inveros¨ªmil, belleza en grado puro. Yo estaba acompa?ado de la mujer que quer¨ªa y de mi amigo del alma. O sea, lo ten¨ªa todo: amor, amistad y arte en directo. Pero el maldito tiempo pas¨®. Mi amigo muri¨®, aquella mujer y yo nos separamos y Maradona se larg¨® a N¨¢poles. Jam¨¢s volv¨ª a verlo en persona. Ese d¨ªa perfecto me acompa?ar¨¢ a la tumba. Que me quiten lo bailado.
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