Alan Ball ajusta cuentas con su propia vida en ¡®Mi t¨ªo Frank¡¯
El creador de ¡®A dos metros bajo tierra¡¯ deja su lado c¨ªnico a un lado en la nueva pel¨ªcula de Amazon Prime Video, un relato sobre los traumas en torno a la homosexualidad
A dos metros bajo tierra (2001-2005), esa oscura comedia sobre la muerte que era a su vez un luminoso drama sobre la vida, fue una de las ficciones de HBO que puso de moda el ver series y que nos convenci¨® de pagar por hacerlo. El hombre detr¨¢s de ella, Alan Ball, tambi¨¦n col¨® en el diccionario de muchos espectadores el t¨¦rmino showrunner, como su creador, guionista y productor. Desde entonces, todo lo que lleva su sello es digno de atenci¨®n. Algo de esa sofisticada combinaci¨®n de g¨¦neros y tem¨¢ticas permanece en su nueva pel¨ªcula. Mi t¨ªo Frank, que puede verse en Amazon Prime Video, supone para el estadounidense un ajuste de cuentas tan relevante como lo es para su protagonista. A sus 63 a?os, Ball necesitaba reordenar de alg¨²n modo una parte de su propia biograf¨ªa.
Durante una de sus visitas al hogar familiar, en Georgia, decidi¨® contarle a su madre que era gay cumplida ya la treintena. ¡°Cuando se lo dije, ella me respondi¨®: creo que tu padre tambi¨¦n era as¨ª. En ese momento ¨¦l ya hab¨ªa fallecido y esa revelaci¨®n me dej¨® impactado. Al d¨ªa siguiente, mientras pas¨¢bamos junto a un lago con el coche, me cont¨® que un amigo muy ¨ªntimo de mi padre se hab¨ªa ahogado all¨ª cuando ambos eran muy j¨®venes. Era alguien de quien yo no hab¨ªa o¨ªdo hablar jam¨¢s, a pesar de haber significado mucho en su vida¡±, recuerda Ball en una entrevista con EL PA?S. Esa inesperada historia de amor tr¨¢gico entre dos chicos, en la que uno falleci¨® y el otro tuvo que vivir con ello el resto de su existencia sin poder expresar lo que sent¨ªa, ha perseguido al director y guionista durante d¨¦cadas. ¡°Nunca pude preguntar a mi padre hasta qu¨¦ punto fue real todo eso, as¨ª que se qued¨® tan grabado en mi cabeza que solo pude sacarlo escribiendo un guion sobre ello¡±.
Ambientada en 1973, la pel¨ªcula se sustenta en la estrecha relaci¨®n que Beth, una joven de 18 a?os, mantiene con su t¨ªo (el Frank del t¨ªtulo, un carism¨¢tico profesor universitario). Su uni¨®n se fortalece durante un viaje por carretera desde Nueva York hasta el pueblo de Carolina del Sur en el que vive el resto de su familia y al que se les suma de forma inesperada Walid, el amante secreto de ¨¦l. Juntos se dirigen al funeral del patriarca del clan, un hombre imperativo e intolerante como marcaban los est¨¢ndares de la ¨¦poca.
El actor brit¨¢nico Paul Bettany (prestigioso secundario en Master and Commander, Una mente maravillosa y la saga de Vengadores) brilla como el c¨¢lido y atormentado protagonista. Su historia personal tambi¨¦n resuena en Mi t¨ªo Frank, ya que su propio padre sali¨® del armario al final de su vida. Esa coincidencia ¡°no fue una obligaci¨®n, pero s¨ª una enorme ventaja¡± para que pudiera encarnar el papel y enfrentar ese conflicto interno ¡°en el que lo m¨¢s costoso es perdonarse a s¨ª mismo¡±. Con esos elementos Ball retrata desde otro punto de vista la homofobia interiorizada que ya abord¨® en American Beauty, cuyo guion le vali¨® un Oscar en el a?o 2000. Mitad rom¨¢ntico y mitad c¨ªnico, tal y como ¨¦l mismo se define, esa dualidad personal ha marcado el tono de sus trabajos, como ocurre en esta pel¨ªcula y en su otra serie de culto, True Blood. ¡°Tengo que reconocer que esta vez ha ganado la parte rom¨¢ntica. Sent¨ªa la necesidad de reflejar con esperanza un asunto as¨ª¡±, dice.
Para completar los lazos entre realidad y ficci¨®n, Walid, el personaje que completa al tr¨ªo principal, est¨¢ interpretado por Peter Macdissi, la pareja en la vida real del director. Se trata de un inmigrante de Arabia Saud¨ª que tampoco ha admitido su homosexualidad ante sus familiares. ¡°Suelo proponerme que mis proyectos no sean historias de gente blanca. Es hora de aceptar de una vez por todas que Estados Unidos es una comunidad diversa y que no es un crimen ser de otra raza¡±, comenta Ball.
Su nombre se ha colocado en los ¨²ltimos a?os en el pelot¨®n anti-Trump que ha formado buena parte de la industria del entretenimiento estadounidense. ¡°Ese tipo es lo peor que le ha pasado a mi pa¨ªs. Pensar en un segundo mandato suyo es terror¨ªfico. Pero no considero que mi trabajo tenga un gran impacto a la hora de hacer cambiar de opini¨®n a la gente¡±, admit¨ªa d¨ªas antes de las elecciones que han dado una holgada la victoria al candidato dem¨®crata Joe Biden.
Para darle forma a un relato tan personal con Mi t¨ªo Frank, Ball recurre al ya cl¨¢sico g¨¦nero de la road trip, una evoluci¨®n de la eterna odisea hom¨¦rica al que le da un nuevo giro de tuerca. En este caso, el viaje es doble. El relato inici¨¢tico de Beth, la joven narradora, es al mismo tiempo el regreso al hogar de su admirado t¨ªo. ¡°Es un formato que siempre funciona, porque es una gran met¨¢fora sobre nuestra existencia. Al fin y al cabo, todos empezamos en un punto y terminamos en otro. La vida es un viaje y todos tenemos uno que contar¡±, concluye.
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