El zar
Vladimir Putin, antiguo agente del KGB y zar a perpetuidad de Rusia, desprende terror. Compru¨¦benlo observando su tenebrosa biograf¨ªa en ¡®Putin: de esp¨ªa a presidente¡¯
En la saga que se invent¨® el magistral Le Carr¨¦ (o tal vez se limit¨® a retratar con complejidad y gran literatura lo que hab¨ªa vivido) alrededor del contraespionaje ingl¨¦s durante la Guerra Fr¨ªa, existe un personaje misterioso que aparece poco pero flota permanentemente en esas tramas sombr¨ªas. Es Karla, jefe del KGB, un fan¨¢tico brillante y maquiav¨¦lico, especializado en infiltrar topos en el Circus, jugando una distante y mortal partida con el reflexivo y taciturno George Smiley. Y Karla gana muchas veces, confundiendo las pistas mentales de Smiley al lograr que su esp¨ªa m¨¢s trascendente se l¨ªe con la ad¨²ltera esposa de su enemigo. Este le devolver¨¢ el golpe definitivo chantajeando a Karla mediante su hija, el ¨²nico punto vulnerable de su implacable rival. Karla provoca mucho miedo, pero tambi¨¦n fascinaci¨®n. Vladimir Putin, antiguo agente del KGB, y zar a perpetuidad de Rusia, solo desprende terror. Compru¨¦benlo observando su tenebrosa biograf¨ªa en Putin: de esp¨ªa a presidente, que emite Movistar.
Es probable que Borges le hubiera elegido como uno de los personajes de Historia universal de la infamia si siguiera vivo y decidiera actualizarla. Los nazis intentaron ocultar el Holocausto y Stalin mantener secretas las exterminadoras purgas y el Gulag. Al actual Dios de Rusia le importa una mierda lo que el universo piense de sus transparentes cr¨ªmenes. Mata a sus reales o presuntos enemigos con la arrogancia y la ferocidad del que se sabe impune ante la ley (¨¦l es su ¨²nica ley) o la condena de los l¨ªderes del mundo. En realidad, se lleva muy bien con la mayor¨ªa de ellos. Como los Borgia, siente debilidad por la utilizaci¨®n del simb¨®lico y degradante veneno. Asesina a cualquiera que cuestione su poder absoluto: oligarcas que pretenden olvidar qui¨¦n es el jefe supremo de todos ellos, moscas cojoneras del periodismo, pol¨ªticos opositores, todos aquellos que se atrevan a disentir, supuestos traidores. Y conoce como nadie la maquinaria de la propaganda y la autopromoci¨®n. Podr¨ªa competir con Goebbels. Difunde machaconamente su imagen de macho legendario. Es judoca, caballista, motero, cantante, pescador. Sospecho que su reino ser¨¢ longevo. Y con final feliz.
Fe de erratas. En una primera versi¨®n se puso en este art¨ªculo que Putin fue director del KGB. El presidente de Rusia fue agente.
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