El Constitucional y el dilema de la pastelera
Restricci¨®n o suspensi¨®n. Lo dif¨ªcil no es definir unas sutilezas que siempre ser¨¢n discutibles, sino entender que un matiz que requiere tanto debate tal vez no sea relevante
Por lo que se va sabiendo, el debate sobre el estado de alarma en el Tribunal Constitucional se pareci¨® a un congreso de la RAE. Los magistrados discutieron sobre las diferencias de significado entre ¡°restricci¨®n¡± y ¡°suspensi¨®n¡± de los derechos fundamentales, lo cual est¨¢ muy bien, pues la precisi¨®n ling¨¹¨ªstica es el fundamento tanto de la ley como de su trampa, pero es in¨²til cuando se adentra en matices tan sutiles. L...
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Por lo que se va sabiendo, el debate sobre el estado de alarma en el Tribunal Constitucional se pareci¨® a un congreso de la RAE. Los magistrados discutieron sobre las diferencias de significado entre ¡°restricci¨®n¡± y ¡°suspensi¨®n¡± de los derechos fundamentales, lo cual est¨¢ muy bien, pues la precisi¨®n ling¨¹¨ªstica es el fundamento tanto de la ley como de su trampa, pero es in¨²til cuando se adentra en matices tan sutiles. Lego como soy, doy la raz¨®n a todo el mundo. Leo las diatribas de Conde-Pumpido, que dice que todo esto desarma al Estado, y comparto su cabreo. Leo luego a una catedr¨¢tica partidaria del fallo, y me convence igualmente.
Es el viejo dilema de la pastelera a la que compras un cruas¨¢n y ella te pregunta: ¡°?Para tomar o para llevar?¡±. Y no sabes qu¨¦ decirle, porque te lo quieres tomar, pero tambi¨¦n llevar. Habr¨ªa que ver a los magistrados del Constitucional deliberando sobre la respuesta adecuada, mientras la pastelera espera su dictamen con los brazos en jarras.
Restricci¨®n o suspensi¨®n. Vaya l¨ªo. Si te restringen, te suspenden, y si te suspenden, te restringen. Lo dif¨ªcil no es definir unas sutilezas que siempre ser¨¢n discutibles, sino entender que un matiz que requiere tanto debate tal vez no sea relevante. En estos tiempos tan populistas, enhebrar hilos en agujas tan peque?as puede propiciar la aparici¨®n de monstruos como el falso juez de ficci¨®n Hal Wackner (Mandy Patinkin), que imparte justicia ilegal en la trastienda de una copister¨ªa en la ¨²ltima temporada de The Good Fight, a la manera delirante, pero menos homicida, de Paul Newman en El juez de la horca. La pastelera no va a esperar eternamente a que los magistrados se decidan. Pasado un tiempo razonable, les tirar¨¢ el cruas¨¢n a la cara, y entonces s¨ª que tendremos un problema serio para el Estado de Derecho.
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