Mandy Patinkin: ¡°Homeland¡¯ puede cambiar el mundo¡±

¡°Interpretar a Saul Berenson me ha hecho mejor persona¡±, afirma Mandy Patinkin sobre el agente de la CIA a quien ha encarnado durante siete temporadas en Homeland como mentor y figura paternal y protectora de la protagonista, Carrie Mathison, interpretada por Claire Danes. Con una destacada carrera en el teatro y el cine a sus espaldas, el actor (Chicago, 1952), se muestra especialmente orgulloso de participar en una serie televisiva que, desde la ficci¨®n, ¡°ofrece alternativas al mundo en el que vivimos¡± y que, a su entender, pasan por ¡°una respuesta humana y moral¡±.

Patinkin ha recalado en Londres coincidiendo con el reciente estreno de la s¨¦ptima entrega de la producci¨®n, donde su personaje debe enfrentar el abuso de poder en el seno de la mism¨ªsima Casa Blanca, al tiempo que la crecida ultraderecha plantea una amenaza a la seguridad nacional, aunque, seg¨²n ha avanzado la temporada ¡ªen Fox, los mi¨¦rcoles a las 23.05¡ª se ha desvelado otro peligro para el gobierno estadounidense procedente de fuera. Aunque el motivo de la visita de Patinkin a Londres responde a su labor como activista en defensa de los refugiados, accede a hacer un alto para hablar de la serie que ha catapultado su nombre entre las nuevas generaciones poco familiarizadas con su curr¨ªculum en la peque?a y gran pantalla y, ante todo, sobre las tablas.

¡°Nuestro trabajo en Homeland no es crear una fotograf¨ªa del mundo real, sino una imagen po¨¦tica que brinde otras alternativas a los espectadores¡±, afirma sobre la serie cuyo lanzamiento en 2011 supuso todo un fen¨®meno televisivo y que, a pesar de los altibajos en las sucesivas temporadas, sigue afianzada en la parrilla televisiva, con una octava ¡ªy posiblemente ¨²ltima¡ª entrega ya confirmada. A diferencia de otros personajes clave que acabaron sucumbiendo por agotamiento del guion, la presencia de Saul se mantiene inc¨®lume en calidad de escudo de Carrie, o de amarre de esa agente con un desorden bipolar que est¨¢ obsesionada con salvar al mundo.

¡°Saul es alguien que sabe escuchar, un arte que se ha perdido. Es un hombre que necesita proteger y que dar¨ªa la vida por su disc¨ªpula, porque ella encarna la esperanza de futuro, al estar dotada de un don inusual y de un sexto sentido para hacer el bien¡±, destaca el int¨¦rprete de su personaje. Nadie es un ¨¢ngel en una ficci¨®n donde domina la violencia, admite el actor, pero, aun as¨ª no duda en definir a Berenson como ¡°una br¨²jula moral¡± en el mar de los servicios de inteligencia.

Se muestra convencido, asimismo, de que ¡°Homeland puede cambiar el mundo¡±, precisando al instante que ¡°por supuesto, una serie televisiva no va a arreglar los problemas, aunque s¨ª reflejarlos y hacer pensar a la gente y a los votantes para que reclamen soluciones imaginativas a los pol¨ªticos¡±. La producci¨®n, remacha, ¡°es seguida en todo el mundo y eso encarna una gran responsabilidad¡±.

La pasi¨®n con la que el int¨¦rprete se refiere a la serie tiene mucho que ver con su implicaci¨®n en la campa?a que intenta visualizar el drama de los refugiados. El inicio del rodaje de la quinta entrega de Homeland en Berl¨ªn coincidi¨® con la llegada masiva al viejo continente de decenas de miles de huidos principalmente de Siria e Irak, a trav¨¦s de la ruta de los Balcanes. Aquella crisis ¡°me hizo pensar en mi propia familia [jud¨ªos de origen ruso y polaco], que huy¨® de la persecuci¨®n en el este de Europa en busca de acogida en Am¨¦rica¡±, relata sobre su decisi¨®n a partir de entonces de ¡°tomar un avi¨®n, cada vez que acab¨¢bamos de filmar una temporada de la serie, para trabajar con la ONG Comit¨¦ Internacional de Rescate¡±. En esa labor ¡°la televisi¨®n, y especialmente Homeland, me ha procurado una plataforma para dar voz a los m¨¢s vulnerables¡±.

Al margen de su papel de activista y en el plano profesional, ?considera al medio televisivo el ¨²ltimo refugio para los actores? ¡°El alcance de la televisi¨®n es extraordinario, porque en una sola noche puedes llegar a millones de personas¡±, responde. "Pero mi casa es el teatro, donde nac¨ª como actor, mientras que en el cine y la televisi¨®n soy un invitado¡±, a?ade sobre el mundillo de las tablas, que ya en sus inicios le brind¨® un premio Tony por su papel del Che Guevara en el musical Evita. Luego lleg¨® el desembarco en la gran pantalla, con roles legendarios como el de ??igo Montoya en el filme La princesa prometida, para acabar siendo m¨¢s reconocido entre el gran p¨²blico gracias a series como Chicago Hope, Mentes criminales y, ante todo, Homeland. Para tantos televidentes, Mandy Patinkin es Saul, un personaje del que su int¨¦rprete ya sabe que ¡°llevar¨¦ conmigo para siempre¡±.