Al fin, una comedia normal de verdad
¡®Supernormal¡¯ lleva el g¨¦nero a un est¨¢ndar internacional: hace falta mucho oficio para sacar adelante algo tan divertido y tan para todos los p¨²blicos
No s¨¦ si alg¨²n cr¨ªtico con la leche agria ha aprovechado el t¨ªtulo de Supernormal, la nueva comedia de Movistar+, para denostarla por eso, por normal, normalita o supernormalita. Acertar¨ªa y se equivocar¨ªa a la vez, porque Supernormal es una comedia normal, como ya hemos visto muchas (es una Modern Family m¨¢s especiada o un The Office con m¨¢s az¨²car), y a la vez es una comedia normal en el sentido de que lleva el g¨¦nero a un est¨¢ndar internacional, lo cual es muy dif¨ªcil: hace falta mucho oficio y talento para sacar adelante algo tan divertido y tan para todos los p¨²blicos. Sale del costumbrismo de vodevil y revista en el que retoza buena parte de la comedia espa?ola, liber¨¢ndola de la maldici¨®n de Jos¨¦ Luis Moreno. Es bonito que se estrene tras la ca¨ªda del ventr¨ªlocuo del mal.
Miren Ibarguren est¨¢ m¨¢s que soberbia al frente de un reparto de matr¨ªcula de honor, muy bien dirigido por Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro, y la serie (seis capitulitos de media hora, una tarde de risas muy agradecidas) est¨¢ escrita con arte y precisi¨®n por Olatz Arroyo y Marta S¨¢nchez. Las carcajadas estallan r¨ªtmicamente cada pocas escenas.
Pero lo que me gusta de veras es que rebaja a lo cotidiano y chistoso algunas cuestiones sociales que se narran con histeria y tragedia en los medios y ¡ªsobre todo¡ª en las redes lloronas e hiperest¨¦sicas. La relaci¨®n entre las mujeres y el poder, el ¨¦xito, la depredaci¨®n capitalista, la vanidad de las apariencias, el ansia de la perfecci¨®n, etc¨¦tera. Con esos mimbres podr¨ªa componerse un dram¨®n de los de cortarse las venas antes de los cr¨¦ditos finales, de esos que ganan premios por pu?ados, pero aparece Miren Ibarguren con su vis c¨®mica afilad¨ªsima, y la vida se vuelve algo imposible de tomarse en serio. No se puede pedir m¨¢s a una comedia.
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