Alerta Bulo
Ojal¨¢ en la nueva temporada Quintana, desde su molino, y Griso, desde la nitidez de sus modernas pantallas, sean capaces de detectar los bulos que se cuelan en sus programas antes de fomentarlos
¡°La vaca nos da la leche. ?Y la de tinta que nos chupa?, se quejaba Mafalda harta de tantas redacciones sobre b¨®vidos. De Alerta Cobra podemos decir lo opuesto: la de horas de televisi¨®n que nos proporciona y lo poco que la mencionamos. Veintid¨®s temporadas lleva en Cuatro casi ininterrumpidamente porque para el inspector Gerkhan, el hombre que tras haber visto explotar m¨¢s de 7.000 coches en las autopistas alemanas mira condescendiente al Toretto de Fast & Furious, no hay asueto.
Quienes s¨ª saben de vacaciones son sus compa?eras de franja, que esta semana han recuperado sus tronos medi¨¢ticos. Ana Rosa Quintana lo ha hecho encaramada a un molino de viento y vestida como los curris de Fraguel Rock, probablemente tras aceptar con un ¡°?Que no? Suj¨¦tame la kombucha¡± una de esas ideas disparatadas que se lanzan en las reuniones de contenidos y una vez materializadas se balancean en la fina l¨ªnea entre la ¨¦pica y el meme.
Mientras AR comenzaba la temporada sustituyendo su habitual atalaya moral por una f¨ªsica, Susanna Griso, m¨¢s terrenal, lo hac¨ªa presumiendo de plat¨® y de nitidez.
Ojal¨¢ esa nitidez y la perspectiva que da la altura ayuden a ambos programas a detectar los bulos maldicientes antes de propagarlos; a no ser altavoz de empresarios a?orantes del T¨ªo Tom; riders millonarios a los que los derechos laborales les privan de entrar en la lista Forbes o justicieros paramilitares de pantal¨®n largo y pu?o americano que promueven la xenofobia y el racismo a golpe de embuste. Y, no ya a rebajar la crispaci¨®n ¡ªtarea m¨¢s tit¨¢nica que frenar el precio del kilovatio¡ª, sino, y no es poco, al menos a no fomentarla.
Ser¨ªa agradable que alg¨²n d¨ªa seguir el secuestro de un autob¨²s infantil en una autopista de Renania no fuese la opci¨®n m¨¢s relajante de la ma?ana.
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