Franco, desde el rigor y lejos de la manipulaci¨®n
La excepcional serie documental que emite Netflix se sustenta sobre testimonios de expertos que no manipulan la historia
En esta hora de vendedores de crecepelo y mentirosos compulsivos; hoy, cuando puedes llegar a escuchar, no inexactitudes hist¨®ricas, sino directamente manipulaciones descaradas en todo tipo de asuntos conviene que las cosas serias se traten con rigor. M¨¢s cuando se emiten a gran escala. ...
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En esta hora de vendedores de crecepelo y mentirosos compulsivos; hoy, cuando puedes llegar a escuchar, no inexactitudes hist¨®ricas, sino directamente manipulaciones descaradas en todo tipo de asuntos conviene que las cosas serias se traten con rigor. M¨¢s cuando se emiten a gran escala. No hace mucho tuvimos que escuchar a Pablo Casado, l¨ªder del PP, re¨ªrle la gracia al exministro de UCD Ignacio Camu?as de negar el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Una barbaridad as¨ª no la escuchar¨¢n ni por asomo en La dura verdad sobre la dictadura de Franco, la serie documental del canal p¨²blico alem¨¢n ZDF que emite Netflix. Sencillamente porque no es verdad.
Desde hace tiempo, esa facci¨®n de la derecha que a¨²n simpatiza con el franquismo ¡ªno solo en Vox, tambi¨¦n dentro de sectores del PP¨D se ha empe?ado con ¨¦xito en seguir labrando el discurso torticero y divisorio de los vencedores que cal¨® durante toda la posguerra. No se hab¨ªa logrado construir a¨²n fuera de un pa¨ªs en ruinas f¨ªsicas y morales la visi¨®n rigurosa que los historiadores extranjeros y espa?oles desde el exilio fueron desgranando despu¨¦s.
Con la transici¨®n lleg¨® cierta luz y cristaliz¨® un consenso sobre verdades dif¨ªciles de rebatir con hechos que diversos estudiosos, de Gerald Brenan a Tu?¨®n de Lara, de Pierre Vilar a Raymond Carr, Gabriel Jackson, Hugh Thomas, Paul Preston o Ian Gibson; de Miguel Artola a Carlos Seco Serrano y m¨¢s tarde Santos Juli¨¢, entre otros, llevaban probando desde los a?os cincuenta como alternativa a la sistem¨¢tica manipulaci¨®n de los blanqueadores del r¨¦gimen, liderados, entre otros, por Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n o el padre Tusquets. El papel concienzudo que jugaron ambos en la construcci¨®n sistem¨¢tica y narcotizante de bulos lo prueba Preston en su ¨²ltimo libro, Arquitectos del terror (Debate).
Pero andamos inmersos en la ¨¦poca de los hechos alternativos: es decir, de la mentira ramplona distribuida a velocidad de la luz. El deseable consenso del nacimiento de la democracia comenz¨® a ser demolido de nuevo en los a?os noventa con aquella consigna que lanz¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tan h¨¢bil como peligrosa: ¡°Sin complejos¡±. Y esa fr¨¢gil pero indiscutible visi¨®n de la historia comenz¨® a tambalearse torpedeada, entre otros foros de poder, por el think tank que a¨²n lidera Aznar desde FAES.
Fuentes fiables
Por eso es bueno que en plataformas como Netflix, es decir, masivas, se decanten por emitir posiciones rigurosas. La serie que firman Klaus Kastenholz e Isabel Andr¨¦s acude a fuentes fiables, honestas, contrastadas. Lideran los testimonios bi¨®grafos y estudiosos de la talla de Preston, autor de la mejor biograf¨ªa que existe sobre el dictador, pero tambi¨¦n de Anthony Beevor, Carlos Collado o ?ngel Vi?as, cuya contribuci¨®n a desmontar la estructura corrupta del r¨¦gimen, es hoy de referencia.
El viaje por esas cuatro d¨¦cadas de horror, su perfil ambiguo y sanguinario, ambicioso hasta el punto de eliminar a sus rivales dentro y fuera, la astucia que lo mantuvo en el poder hasta morir en la cama, conviven en la serie junto a las huellas que aun hoy marcan nuestras vidas, con la invisibilidad evidente y natural de lo cotidiano.
Franco pervive en nosotros, entre nosotros, late vivo en aspectos que la serie trata: desde la preeminencia de la Iglesia con su peso aun prominente en la educaci¨®n a la repoblaci¨®n del campo o el ¨¦xodo a las ciudades, desde la a¨²n no resuelta infamia de delitos como los ni?os robados a la eclosi¨®n del turismo, que ha conformado buena parte de ese tejido productivo del que hoy dependemos. Todo este magma, los traumas, las supervivencias, el miedo y hasta el aprendizaje de la libertad, toda esa sociolog¨ªa, proviene del mismo tronco. De ah¨ª la dificultad a la hora de armar consensos sobre las fr¨ªas bases de los hechos, alejados de una cierta cadena emocional de la que resulta complejo deshacerse.
Es algo que ocurre en todas las naciones que han sufrido el yugo del autoritarismo y la tiran¨ªa, como cuenta de manera magistral G¨¦raldine Schwarz en Los amn¨¦sicos. Historia de una familia europea (Tusquets). Algunos pa¨ªses como Alemania hicieron un buen trabajo colectivo para desprenderse de ese v¨ªnculo, aunque todav¨ªa resuene. La Francia traumatizada por la ocupaci¨®n e Italia, no tanto. En Espa?a, todav¨ªa ni hemos aprobado el primer curso. Ver una serie documental como La dura verdad sobre la dictadura de Franco, quiz¨¢s nos ayude a avanzar.