Un pene parlante en la corte de Disney
Que gracias a Disney+, la marca que con m¨¢s celo ha intentado convertirse en emblema de lo familiar, hayamos visto primeros planos de un pene hablando con su due?o es algo que no pudimos anticipar
De la colecci¨®n de acontecimientos recientes e imprevisibles que presenciamos, es salud regodearse en los intrascendentes, por mucho que los importantes exijan protagonismo. Por eso no puedo dejar de re¨ªrme de que Disney+ emita en Espa?a Pam & Tommy, la miniserie que cuenta la turbulenta relaci¨®n entre el bater¨ªa de Motley Cr¨¹e y la vigilante de la playa. ?Sexo, ment...
De la colecci¨®n de acontecimientos recientes e imprevisibles que presenciamos, es salud regodearse en los intrascendentes, por mucho que los importantes exijan protagonismo. Por eso no puedo dejar de re¨ªrme de que Disney+ emita en Espa?a Pam & Tommy, la miniserie que cuenta la turbulenta relaci¨®n entre el bater¨ªa de Motley Cr¨¹e y la vigilante de la playa. ?Sexo, mentiras y cintas de v¨ªdeo porno para toda la familia! Pam & Tommy se emite en Estados Unidos en Hulu, pero sus derechos internacionales los compr¨® Disney, que la distribuye a trav¨¦s de Star, una de sus subsecciones de contenidos destinada a adultos.
Se habla mucho de la conversaci¨®n que mantiene Tommy Lee con su se?or pene en el segundo episodio. Una charla en la que este ¨²ltimo, movi¨¦ndose como un tele?eco, intenta disuadir a su due?o de comprometerse con Pamela. El di¨¢logo que mantienen es para adultos, pero la puesta en escena est¨¢ m¨¢s cerca de Juan Pilila ¡ªla serie danesa para ni?os protagonizada por un hombre con un miembro extralargo¡ª que de la pornograf¨ªa, de la que, por traer el asunto a Espa?a, s¨ª promete hablar Bamb¨² producciones en su serie biogr¨¢fica de Nacho Vidal para Starzplay.
En la Antigua Grecia, como bien nos record¨® Mary Beard en su documental Mary Beard, el desnudo en el arte (Movistar+), el retrato del ideal masculino de belleza causaba menos revuelo que el femenino e implicaba un falo peque?o. Y aqu¨ª estamos ahora, representando penes cuyo tama?o est¨¢ cada vez m¨¢s cerca de medirse en campos de f¨²tbol, algo que la historiadora achaca a la sexualizaci¨®n. Nosotros, que tenemos hasta un rom¨¢nico porno, no nos vamos a escandalizar a estas alturas, pero a ver c¨®mo conjuga la plataforma todas sus vertientes cuando cualquier espectador podr¨ªa concluir que hasta el rabo, todo es Disney.
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