¡®Pam & Tommy¡¯: historia del primer v¨ªdeo sexual viral
Protagonizada por Lily James y Sebastian Stan, la serie (Disney+) se adentra en las circunstancias en las que se produjo el esc¨¢ndalo y reflexiona sobre la intimidad y la responsabilidad social en hechos de este tipo
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Eran ricos, famosos, guapos y viv¨ªan todo lo r¨¢pido que se puede vivir. La actriz Pamela Anderson y el m¨²sico Tommy Lee se conocieron en la noche de fin de a?o de 1994 y Lee se obsesion¨® con ella, todo un sex symbol y famosa mundialmente por la serie Los vigilantes de la playa. La sigui¨® en un viaje a Canc¨²n sin su permiso y, tres d¨ªas despu¨¦s de su primera cita, se casaron all¨ª mismo. Pero la filtraci¨®n de una grabaci¨®n de ambos practicando sexo ech¨® el freno en seco. La historia de amor de Anderson y Lee da para mucho. De sus entresijos quedaron sobrados testimonios en las revistas del coraz¨®n. Result¨® que no era oro todo lo que reluc¨ªa, ni mucho menos. Pam & Tommy (de la que Disney+ estren¨® este mi¨¦rcoles tres episodios, seguidos por uno cada semana) se centra en un hecho muy concreto de esa relaci¨®n: las circunstancias en las que se grab¨® y se filtr¨® la cinta porno casera m¨¢s famosa de los noventa y las consecuencias en los personajes envueltos en ese caso.
M¨¢s all¨¢ del morbo de la recreaci¨®n de esta historia, presente de una forma u otra en el imaginario de todo el que vivi¨® aquellos a?os, la serie parte de una an¨¦cdota con tintes surrealistas. Un trabajador descontento ide¨® el robo de la caja fuerte de la pareja en la que, sin ¨¦l saberlo, estaba la famosa cinta, y lo ejecut¨® disfrazado de perro. As¨ª lo cuenta el reportaje que Amanda Chicago Lewis public¨® en 2014 en la revista Rolling Stone sobre los entresijos de esta filtraci¨®n, que sirve de base a la serie para desembocar en una reflexi¨®n sobre la intimidad, la industria de los medios y la responsabilidad social y ciudadana en hechos como este.
Craig Gillespie, realizador australiano que en Yo, Tonya ya abord¨® con una peculiar mezcla de drama, thriller y comedia negra un exc¨¦ntrico caso real a trav¨¦s del que diseccionaba otros aspectos de la sociedad estadounidense, es el responsable de los tres primeros episodios de la serie y de establecer su tono. ¡°Me gustaba la idea de que todos fu¨¦ramos a entrar en esta serie con unos prejuicios, unas cosas que sabes. Empiezas a verla y te parece todo muy loco. Pero luego te enganchas y vas encontrando capas. Mucha gente creo que se va a acercar a ella con la sensaci¨®n de que va a ser algo superficial, un entretenimiento. Pero te enganchas a los personajes y te embarcas en un viaje emocional con ellos¡±, cuenta a EL PA?S por videollamada.
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Para ese viaje de la locura a lo emotivo y lo reflexivo hac¨ªa falta tener a Pam y Tommy. Unos casi irreconocibles Lily James (Downton Abbey, Cenicenta) y Sebastian Stan (conocido, sobre todo, por interpretar a Soldado de Invierno en las pel¨ªculas y series de Marvel) se transforman, ayudados por un enorme trabajo de maquillaje, peluquer¨ªa y prot¨¦sicos, en la actriz de Los vigilantes de la playa y el bater¨ªa de la banda de metal M?tley Cr¨¹e. James pasaba un m¨ªnimo de tres horas en el departamento de maquillaje y peluquer¨ªa cada d¨ªa. A Stan le ten¨ªan que repintar cada pocos d¨ªas los tatuajes del m¨²sico, sesiones que pod¨ªan durar cuatro horas. ¡°Yo casi no vi a Lily sin maquillaje, la vi al final de la serie, iba casi siempre con el maquillaje, los prot¨¦sicos y la peluca rubia. Era una transformaci¨®n incre¨ªble, no pod¨ªas ver a Lily debajo¡±, recuerda Gillespie.
El director no tiene m¨¢s que buenas palabras para los actores. Cuando ¨¦l se incorpor¨® a la serie, James ya hab¨ªa sido seleccionada para interpretar a Pamela Anderson. ¡°Buscaban una actriz que tuviera la capacidad de transformarse totalmente y ella ha hecho un trabajo excelente. Hay mucho de prot¨¦sicos, pero tambi¨¦n est¨¢ el lenguaje corporal y el acento, cosas en las que trabaj¨® muy duro¡±. Con Sebastian Stan ya hab¨ªa trabajado en Yo, Tonya. ¡°Es un actor tremendamente vers¨¢til, clava esta mezcla de drama y comedia que hago¡±. El director tambi¨¦n alaba la labor de Seth Rogen, que interpreta a Rand Gauthier, el operario que, como respuesta al mal comportamiento y los desprecios de Tommy Lee mientras trabajaba en su casa (el m¨²sico lleg¨® a amenazarle con un arma), rob¨® la caja fuerte que conten¨ªa la cinta y gestion¨® su difusi¨®n, primero en v¨ªdeos caseros y, despu¨¦s, a trav¨¦s de una incipiente internet, con lo que se convirti¨® en un ¨¦xito viral.

La parte alocada de la que habla el director tiene su punto ¨¢lgido en el segundo episodio, que narra el comienzo de la relaci¨®n. En un momento dado, entre sesiones de sexo desenfrenado, Tommy mantiene un di¨¢logo con su propio pene, que le contesta con la voz del actor Jason Mantzoukas. Se trata de una escena inspirada en un pasaje que narra el m¨²sico en Tommyland, su libro de memorias. Para la ocasi¨®n, utilizaron un pene articulado que controlaban cuatro marionetistas. ¡°Era una escena muy complicada para un actor, no es f¨¢cil conseguir que el espectador siga dentro de la historia despu¨¦s de eso. Este tipo de escenas demandan todo de ti, pero sab¨ªa que Sebastian [Stan] ir¨ªa a esta escena manteniendo la profundidad emocional, y que por muy raro que fuera grabarla, lo har¨ªa de la forma m¨¢s sensible posible¡±, comenta Gillespie sobre esos surrealistas segundos.
La serie ha cambiado la idea que Gillespie ten¨ªa sobre lo ocurrido. ¡°Todos en ese momento ¨¦ramos conscientes de aquello, se hablaba de si [sus protagonistas] tendr¨ªan algo que ver en el asunto... Estaban en todas partes, en la prensa, en los programas de televisi¨®n, en los programas nocturnos¡ Pero nunca hab¨ªa pensado demasiado en ello. Cuando empec¨¦ a investigar con los guiones, fue asombroso comprobar lo v¨ªctimas que fueron, c¨®mo se hab¨ªan perdido en el proceso y c¨®mo los medios aprovecharon la historia sin importarles sus vidas¡±. El director espera que ese cambio que se produjo en ¨¦l, ocurra tambi¨¦n en los espectadores. ¡°Es una gran oportunidad para comentar la complicidad como sociedad, c¨®mo consumimos la informaci¨®n, c¨®mo tenemos todos esos medios de comunicaci¨®n que se alimentan de eso y c¨®mo nosotros lo demandamos al mismo tiempo¡±, analiza.
Ni Pamela Anderson ni Tommy Lee han estado involucrados en el desarrollo de la serie y sus responsables desconocen la opini¨®n de la actriz. El m¨¢ximo responsable de la producci¨®n, D.V. DeVincetis, asegur¨® en la revista Entertainment Weekly: ¡°Quer¨ªamos explicarle que el retrato que se iba a mostrar de ella era muy positivo, que nos preocup¨¢bamos mucho por ella y que se hab¨ªa hecho con mucho cari?o hacia ella. No obtuvimos respuesta¡±. Otros medios estadounidenses han se?alado que la actriz estaba disgustada por que se fuera a remover un momento tan traum¨¢tico de su vida. En cambio, los productores no estaban preocupados por no contar con el respaldo de Lee para la serie. ¡°Tommy es una figura p¨²blica y creo que le tratamos suficientemente bien. Adem¨¢s, hemos sabido que est¨¢ emocionado con la serie¡±, ha asegurado DeVincentis.

Para Gillespie, era importante mostrar el rostro m¨¢s humano de los dos protagonistas. ¡°Tuvieron una vida de excesos en aquella ¨¦poca, se enamoraron en cuatro d¨ªas en M¨¦xico¡ Dentro de lo posible, quer¨ªa que las cosas se mantuvieran realistas, con los pies en la tierra, para que pudi¨¦ramos entender su humanidad y el entusiasmo de cada uno por el otro. Eso ten¨ªa que venir de un lugar real aunque algunas situaciones fueran locas¡±. De alguna forma, la serie parece querer resarcir el da?o provocado en el pasado a Pamela Anderson, y en ella se centra la parte m¨¢s emocional de la historia: seg¨²n avanzan los cap¨ªtulos se comprueba c¨®mo la filtraci¨®n afect¨® tanto a su vida personal como profesional. ¡°No puedo imaginar¡ No puedo hablar por ella, pero nos hemos intentado acercar al asunto con empat¨ªa. Parec¨ªa que este era un buen momento para volver la vista atr¨¢s sobre esto¡±, remata el cineasta.
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