El pobre jefe de esp¨ªas se qued¨® en blanco ante Putin
El presidente ruso acorrala ante las c¨¢maras al alto cargo que suger¨ªa negociar por ¨²ltima vez antes de intervenir en Ucrania. Si hubiera un guionista tras los v¨ªdeos del Kremlin, se lo rifar¨ªan las plataformas
La escena destacar¨ªa por su intensidad dram¨¢tica en cualquier pel¨ªcula o serie de ficci¨®n, pero es real, ocurri¨® el pasado lunes y el v¨ªdeo ha dado la vuelta al mundo. Vlad¨ªmir Putin re¨²ne a su consejo de seguridad y pide a sus miembros que se mojen sobre el reconocimiento de la independencia de las autoproclamadas rep¨²blicas de Donetsk y Lugansk, un nuevo paso en el desmembramiento de Ucrania. Es el turno de Sergu¨¦i Naryshkin, jefe del servicio de inteligencia exterior, a quien se le ocurre sugerir que se d¨¦ una ¨²ltima oportunidad a los pa¨ªses occidentales, mediante un ultim¨¢tum a muy corto plazo, para volver a los acuerdos de Minsk.
Putin le interrumpe muy seco: ¡°?Qu¨¦ quiere decir? ?Pretende que abramos negociaciones o que reconozcamos la soberan¨ªa?¡±. Y llega el momentazo: Naryshkin balbucea, no sabe qu¨¦ decir, sus labios murmullan un s¨ª y un no, se queda en blanco unos segundos que se hacen eternos. ¡°Hable claro¡±, le aprieta Putin. Y el jefe de inteligencia da un giro y va incluso m¨¢s all¨¢ de lo debido: dice que apoya la incorporaci¨®n de las dos rep¨²blicas a la Federaci¨®n Rusa. A lo que Putin le responde con otro toque de atenci¨®n: ¡°No estamos hablando de eso, sino de reconocer su independencia¡±. El pobre jefe de esp¨ªas rectifica otra vez: s¨ª, s¨ª, lo apoya. ¡°Bien. Gracias. Puede sentarse¡±.
El v¨ªdeo fue distribuido por el Kremlin en falso directo (alguien se ha fijado en los relojes), lo que indica que no hab¨ªa intenci¨®n de disimular la humillaci¨®n de un alt¨ªsimo cargo por el presidente ruso. Y compadeces al tal Naryshkin, sin conocer qu¨¦ historial tendr¨¢ detr¨¢s, porque qui¨¦n no se ha visto pillado en un renuncio por su jefe alguna vez.
En El intermedio (La Sexta), Dani Mateo repasaba el v¨ªdeo destacando la habilidad de Putin para a?adir tensi¨®n a situaciones ya tensas. ¡°He visto documentales de La 2 en los que los cocodrilos se comen a un ?u con m¨¢s delicadeza¡±, dijo el c¨®mico.
Si hubiera un guionista tras los v¨ªdeos del Kremlin, se lo rifar¨ªan HBO, Netflix, Disney y Amazon Prime Video. Desde la fren¨¦tica El ala oeste de la Casa Blanca a la danesa y civilizada Borgen, pasando por la m¨¢s salvaje House of Cards y la espa?ola Venga Juan, hemos visto muchas series sobre las miserias ocultas de la alta pol¨ªtica. Miserias que ocurren en las siempre imperfectas democracias, como las que ahora estallan en la oposici¨®n espa?ola. Esas batallas internas, partidistas o parlamentarias, tienen remedio, pero un conflicto armado a gran escala en Europa tememos que no. Habr¨¢ que volver a ver Occupied, que imagina una Noruega intervenida por esta Rusia neoimperial ante la inacci¨®n del resto de Europa. Lo peor de todo es que lo que est¨¢ pasando no es ficci¨®n.
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