La batalla por Uber se convierte en serie: ¡°?Eres un capullo? Si no, nunca trabajar¨¢s aqu¨ª¡±
Travis Kalanick, fundador ca¨ªdo en desgracia de la compa?¨ªa de transporte, es el protagonista de los 10 cap¨ªtulos de ¡®Super Pumped¡¯, dedicados a una empresa que marc¨® la d¨¦cada pasada en Silicon Valley
¡°?Quieres trabajar en Uber? Tengo una pregunta para ti. ?Eres un capullo?¡±, dice Travis Kalanick a un posible futuro empleado en los inicios de la compa?¨ªa. ¡°Porque si no lo eres, nunca ser¨¢s de Uber¡±, a?ade. Kalanick, interpretado por Joseph Gordon-Levitt, es el cofundador de la compa?¨ªa que impuls¨® la gig economy (consistente en trabajos espor¨¢dicos de corta duraci¨®n en los que el contratado se ...
¡°?Quieres trabajar en Uber? Tengo una pregunta para ti. ?Eres un capullo?¡±, dice Travis Kalanick a un posible futuro empleado en los inicios de la compa?¨ªa. ¡°Porque si no lo eres, nunca ser¨¢s de Uber¡±, a?ade. Kalanick, interpretado por Joseph Gordon-Levitt, es el cofundador de la compa?¨ªa que impuls¨® la gig economy (consistente en trabajos espor¨¢dicos de corta duraci¨®n en los que el contratado se encarga de una labor espec¨ªfica), aspir¨® a cambiar el transporte global y ahora es una sombra de lo que pretendi¨®. Su auge y ca¨ªda est¨¢ ligada a la figura de Travis Kalanick, que fue expulsado por la junta directiva de la compa?¨ªa que hab¨ªa creado en 2017.
Kalanick es una figura perfecta para una serie que necesita tragedia, pasi¨®n y locura. Su esfuerzo incesante por convertirse en una leyenda de Silicon Valley, su incapacidad para deshacerse de odios y complejos de personaje peque?o y la cultura de techbros (machirulos) insensibles que instaur¨® en Uber son los tres ejes de su trayectoria y de la obra. La rabia y humanidad que destila son ideales para crear situaciones conflictivas.
La serie, titulada Super Pumped y que en Espa?a emite Movistar Plus+ a partir del 3 de marzo, est¨¢ repleta de frases m¨ªticas de una l¨ªnea que pretenden reflejar una cultura dura: ¡°Cuando pones tu polla en la mesa no significa que la tengas grande; solo que te has descubierto¡±, le dice a Kalanick el fundador de Lyft, su gran rival. La serie se recrea en una palabra que dijo Kalanick en un perfil de 2014. Le preguntaron por si ten¨ªa ahora m¨¢s ¨¦xito con las mujeres y las ten¨ªa a demanda: ¡°S¨ª, lo llamamos, Boober¡±, respondi¨®. ¡°Boob¡± es teta en ingl¨¦s. Es una expresi¨®n que le acompa?¨® hasta su final.
La serie, de 10 cap¨ªtulos de aproximadamente una hora cada uno, est¨¢ basada en el libro La batalla de Uber, del periodista de The New York Times Mike Isaac, que hace incluso un peque?o cameo en la serie. El libro apenas recoge las frases certeras de las conversaciones perfectas. Isaac prepara ahora un volumen sobre Facebook y la relaci¨®n entre Mark Zuckerberg y su n¨²mero 2, Sheryl Sandberg, que ser¨¢ la base de la segunda temporada de esta serie sobre aventuras empresariales.
Silicon Valley tiene historias incre¨ªbles de ¨¦xito, mucho mayores que Uber. Pero no son tan tr¨¢gicas. Un recurso habitual en la serie es el deseo de Kalanick de emular a los dioses del olimpo tecnol¨®gico: Apple, Google, Amazon, Facebook, Tesla. La startup (empresa emergente) fue fundada en 2009, a?os despu¨¦s del resto. En la serie aparecen reuniones de Kalanick con los dos fundadores de Google y Tim Cook, presidente ejecutivo de Apple. Es fascinante ver c¨®mo alguien como Kalanick, que ha conseguido todo a lo que alguien puede aspirar, es un enano acomplejado al lado de esos dioses.
La aparici¨®n por ejemplo de Larry Page, cofundador de Google, ocurre en un comedor anodino de Mountain View, sede de la empresa. Page tiene fama de ser retra¨ªdo y anal¨ªtico, adem¨¢s de ser mucho m¨¢s rico que Kalanick. Mientras escucha, Page da esa sensaci¨®n maravillosa de ¡°no s¨¦ qui¨¦n es este tipo que no para de hablar¡±. Cuando Kalanick calla, le pregunta algo de c¨®digo. Kalanick no sabe la respuesta. ¡°?Ah, no programas?¡±, responde Page, y ah¨ª termina el sue?o de tener una relaci¨®n personal con una de las mayores leyendas del valle.
La serie recorre casi todas las crisis que sufri¨® Uber bajo el mandato de Kalanick: las peleas con los gobiernos municipales y los taxis (¡°no quiero estar de rodillas con el ayuntamiento me¨¢ndome en la boca¡±, dice Kalanick), el esfuerzo por lograr m¨¢s dinero de capital de riesgo y las condiciones que le quieren imponer, el extraordinario fracaso en China, el acoso a empleadas y su relaci¨®n con la periodista y aspirante a arist¨®crata Arianna Huffington, interpretada por una Uma Thurman incre¨ªble, con su impecable acento griego.
La legendaria man¨ªa de Kalanick, TK para los amigos, de andar sin parar dentro de sus oficinas aparece poco, pero s¨ª se distingue la l¨ªnea amarilla que marca el cerco por el que Kalanick andaba para pensar o relajarse. Uno de los episodios mejor retratados es Greyball, un proyecto secreto y oscuro que Uber lanz¨® en Portland (Oregon). El autor del libro, Mike Isaac, fue quien cont¨® la exclusiva en The New York Times. En Portland, funcionarios municipales hab¨ªan empezado a subirse en ubers para multar a los conductores y requisarles el coche. Era una crisis sin soluci¨®n f¨¢cil m¨¢s all¨¢ de ceder ante las autoridades. ?Qu¨¦ hizo Kalanick? Crear un cerco digital alrededor de edificios p¨²blicos y en sus tel¨¦fonos para que vieran circular veh¨ªculos, pero ninguno se detuviera. Era como una aplicaci¨®n fantasma solo para funcionarios de Portland.
Contra el taxi
La serie refleja la dificultad enorme de innovar en un sector como el taxi, donde el margen para la mejora es evidente, pero hay muchos intereses creados. Uno de los problemas es la facilidad con la que se puede competir contra ellos con una aplicaci¨®n similar que d¨¦ por ejemplo ligeros beneficios a los conductores. Una de las grandes ventajas de Uber, que luego se diluy¨®, y sobre la que la serie no profundiza, es que adem¨¢s de que hac¨ªa m¨¢s f¨¢cil encontrar un taxi en tu puerta, el viaje era m¨¢s barato. Esa subvenci¨®n ven¨ªa del dinero del capital de riesgo. Si ir con un taxi a un determinado destino costaba 25 d¨®lares y con Uber 15, estaba claro qui¨¦n iba a ganar. Kalanick so?aba con que el taxi se disolver¨ªa y podr¨ªan entonces subir precios. Pero no acab¨® de ocurrir.
El otro gran problema de Uber fue la relaci¨®n con los conductores, su seguridad, las propinas. Son cuestiones que siempre est¨¢n detr¨¢s de la acci¨®n principal, pero su complejidad hace que sean dif¨ªciles de abordar en una serie de televisi¨®n.
La batalla por Uber es un retrato del Silicon Valley de la segunda d¨¦cada del siglo XXI. En su primera mitad todo era genial. La disrupci¨®n era bienvenida, el mundo era maravilloso. Facebook hab¨ªa ayudado en las revueltas ¨¢rabes, los m¨®viles nos serv¨ªan para mirar mapas y hablar con quien fuera. Uber aport¨® la idea trampa de que cada cual pod¨ªa ser su propio jefe. El futuro parec¨ªa espl¨¦ndido. Entonces lleg¨® el techlash, la reacci¨®n en contra de las grandes tecnol¨®gicas.
Uber vivi¨® su propio drama por la personalidad de su fundador y una cultura empresarial donde las mujeres eran menos y los empleados solo serv¨ªan en funci¨®n de su productividad. Facebook fue el otro gran ca¨ªdo con la elecci¨®n de Donald Trump y las sombras rusas. No es raro que estas dos empresas sean las dos primeras temporadas de esta serie. Aunque Zuckerberg ha logrado algo que Kalanick de momento no: hoy sigue siendo due?o de su destino e incre¨ªblemente rico. Es la diferencia entre un disruptor legendario y un empresario de ¨¦xito. Kalanick, al menos, ha quedado como buf¨®n de una ¨¦poca, ideal para crear series sobre su figura.
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