Vivir para ver

Una amiga iba en una ambulancia, acompa?ando en su traslado a un centro psiqui¨¢trico a uno de sus mejores amigos, que hab¨ªa intentado suicidarse. Para tratar de quitarle hierro a la situaci¨®n, se le ocurri¨® reprenderle por haber opositado a quitarse la vida en mitad de la emisi¨®n de la tercera temporada de The Good Fight: ¡°?No quieres saber c¨®mo termina?¡±.

En ese manual sobre el enamoramiento que es Cuando Harry encontr¨® a Sally, Harry le confiesa a Sally que cuando se compra un libro nuevo, corre a leer la ¨²ltima p¨¢gina: ¡°As¨ª, si me muero antes de terminarlo, s¨¦ c¨®mo acaba. Eso, amiga, es un lado oscuro¡±. En el extremo opuesto, estamos los que nos dejamos cap¨ªtulos de series que nos gustan sin ver, aun a riesgo de morirnos por el camino. No he visto los dos ¨²ltimos episodios de la segunda temporada de Hacks (HBO Max). Su emisi¨®n, en tandas de dos, ha durado un suspiro, y me resisto a quedarme sin raci¨®n de Deborah Vance y Ava hasta dentro de un a?o, igual que a¨²n tengo cap¨ªtulos por ver de Friends o de El ala oeste de la Casa Blanca.

Uno puede salir a la calle y morirse en cualquier momento. O morirse sin salir de casa, como casi le pasa a Liz Lemon cuando, en el tercer cap¨ªtulo de 30 Rock, se atraganta sola en su apartamento. Si el presupuesto lo permite, hay que ir a los conciertos, al teatro, comer todo lo que uno quiera en los restaurantes, no dejar ese viaje por hacer, ni ese beso por dar. Los amores, las alegr¨ªas, las ilusiones compartidas se terminan, quiera uno leer su ¨²ltima p¨¢gina o no. Dejar una serie inconclusa no prolonga la vida, ni prolonga la serie, pero le da un peque?o horizonte. A veces no hace falta m¨¢s.

Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.