Un programa holand¨¦s de televisi¨®n admite haber reunido al menos a dos personas adoptadas en Colombia con la familia biol¨®gica equivocada

Uno de los programas m¨¢s se?eros de la televisi¨®n holandesa busca desde hace tres d¨¦cadas a las familias biol¨®gicas de hijos adoptivos, o bien a seres queridos perdidos. Titulado Spoorloos (Sin rastro), y emitido por la cadena KRO-NCRV, las indagaciones son seguidas por las personas que piden ayuda en Pa¨ªses Bajos a los productores, y se filma el proceso completo. En especial, el emotivo reencuentro. Sus responsables han reconocido ahora al menos dos errores en sendas historias rastreadas en Colombia en 2003 y 2005. Los casos dudosos son 16 en total, y en todos ellos particip¨® el mismo intermediario ¡ªque cobraba por su trabajo¡ª desde el pa¨ªs sudamericano. Los fallos han sido desvelados gracias a la investigaci¨®n efectuada por otro programa televisivo, emitido este martes.

De momento, ya se ha podido comprobar que otros dos adoptados, del grupo de 16 ahora en duda, s¨ª hallaron a su aut¨¦ntica familia biol¨®gica con apoyo de la televisi¨®n. Se han utilizado para ello pruebas de ADN, y la direcci¨®n del programa asegura en un comunicado que en los 12 casos restantes ofrecer¨¢, ¡°si as¨ª nos lo piden y es factible, an¨¢lisis gen¨¦ticos¡±. Los hacen de forma regular desde 2019. La misma nota, colgada en la p¨¢gina web de KRO-NCRV, indica que se han puesto en contacto ¡°con los participantes que puedan encontrarse en esta misma situaci¨®n¡±. Tambi¨¦n vigilar¨¢n mejor a partir de ahora a los ayudantes locales, ¡°requeridos a veces cuando se trata de acudir a lugares remotos o peligrosos¡±.

El fraude ha sido destapado por el reportero de investigaci¨®n Kees van der Spek en el curso de un documental emitido este martes en la cadena comercial RTL-5. Titulado Oplichters aangepakt (que puede traducirse por Estafadores interceptados), sigue la labor del intermediario colombiano en la b¨²squeda de parientes biol¨®gicos. Da su nombre, Edwin Vela, y se?ala que trabaj¨® para Spoorloos durante a?os. Las indagaciones dieron comienzo a ra¨ªz de las dudas expresadas por una mujer colombiana adoptada por padres holandeses. Se llama Barbara Quee, y encontr¨® a su madre biol¨®gica en 2005 a trav¨¦s de Spoorloos. Sin embargo, le dijeron que no pod¨ªa verla porque se escond¨ªa de la polic¨ªa y de unos delincuentes. Le pareci¨® raro, ya que todo estaba basado solo en documentos, y sin pruebas de ADN en aquel momento. Kristian van der Mak es otro ejemplo, y como sucedi¨® con Barbara, en su b¨²squeda estuvo involucrado el colaborador en cuesti¨®n. En 2003, localizaron al hermano de Kristian, pero ambos perdieron el contacto enseguida. Finalmente result¨® que no eran familia. A pesar de ello, le mandaba dinero a Colombia con cierta frecuencia. Al final, logr¨® hallar a su madre biol¨®gica por su cuenta.

El comunicado reconoce que Kristian es uno de los dos casos err¨®neos. No mencionan por ahora a Barbara Quee. Seg¨²n datos de la fundaci¨®n Plan ?ngel, que ayuda desde 2008 a buscar familias biol¨®gicas de adoptados colombianos, hay unos 5.000 en Pa¨ªses Bajos.

Kees van der Spek cree que puede haber hasta cinco casos similares, aunque no duda de las buenas intenciones de los responsables de Spoorloos. ¡°La identidad es esencial para los adoptados, y ten¨ªa que indagar este asunto¡±, ha dicho, en una tertulia televisiva. Por su parte, Derk Bolt, presentador del programa, ha expresado sus dudas ¡°sobre si el mediador ha defraudado de verdad a alguien: ¨¦l tambi¨¦n cre¨ªa haber encontrado a la persona adecuada¡±. En otra tertulia, ha recordado que ¡°puede haber reuniones fallidas, y es tr¨¢gico, pero algunas cosas no se pueden evitar; necesitas un margen de error¡±. La noche del martes, unas 700.000 personas vieron el programa de Van der Spek.

Spoorloos se estren¨® en 1990 y su promedio de audiencia suele superar el mill¨®n de espectadores. ¡°Llevamos 30 a?os haci¨¦ndolo y sabemos mejor que nadie lo importante que es averiguar de d¨®nde venimos. Estamos encantados de que Kristian haya podido encontrar a su madre biol¨®gica en Colombia, y de que sus dudas y preguntas hayan llegado a su fin¡±, aseguran desde el programa.

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