Los tres juicios a Pilar Mir¨®

Poco antes de asumir la direcci¨®n general de RTVE, Pilar Mir¨® fue obligada ¡ªsi es que se la pod¨ªa obligar a algo¡ª a reunirse con Jos¨¦ Mar¨ªa Calvi?o, su antecesor. Esa noche, como recogi¨® Diego Gal¨¢n en su biograf¨ªa, ella tuvo un sue?o: ¡°Me llevaban a una c¨¢rcel, no sab¨ªa cu¨¢l era mi celda. En una, una pareja hac¨ªa el amor (¡­). La otra celda estaba ocupada tambi¨¦n, y yo me sent¨¦ en una escalera. Luego le pregunt¨¦ a una celadora por mi celda y me dijo que me hab¨ªa equivocado de prisi¨®n, que la m¨ªa estaba en otro sitio, lejos¡±.

Tres juicios sufri¨® Pilar Mir¨®. El primero, el proceso militar que secuestr¨® El crimen de Cuenca, la ¨²nica pel¨ªcula espa?ola prohibida en democracia. El segundo, el de los trajes, quiz¨¢ la mayor demostraci¨®n p¨²blica de fuego amigo de los ¨²ltimos 40 a?os, causa que termin¨® con su renuncia a la direcci¨®n general de RTVE, despu¨¦s de tres a?os de televisi¨®n con grandes aciertos: las ma?anas de Hermida, la vuelta del Un, dos, tres, El perro verde, la revitalizaci¨®n de la programaci¨®n infantil, el aumento de los ciclos de cine¡­ y hasta aquella entrevista de Victoria Prego a Felipe Gonz¨¢lez que nos dio la delirante parodia de Gurruchaga y Herv¨¦ Villechaize en Viaje con nosotros.

De esos dos juicios sali¨® exculpada, que no indemne. Del tercero, el de la opini¨®n p¨²blica, una mujer como ella no sale ni con la muerte, de la que ahora se cumplen 25 a?os. ¡°?Qu¨¦ es una raya m¨¢s para un tigre?¡±, relativizaba. Una raya m¨¢s, una jaula menos. Durante el primer contencioso, Umbral escribi¨® en este peri¨®dico que lo que le pasara a ella ¡°es lo que le va a pasar a la mujer espa?ola en esta democracia, creciente o menguante¡±. Nos ha ido mucho mejor, casi tan bien como le deber¨ªa haber ido a ella.

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