¡®Ramona¡¯: cine sencillo, elegante y bonito

He visto una pel¨ªcula independiente por el mismo motivo que casi todo el mundo tiene para ver una pel¨ªcula independiente: sale una amiga. Mi amiga fue, antes de ser amiga, actriz en un corto que dirig¨ª. La vi sin saber nada m¨¢s. Si le dedico una columna no es por amistad (de hecho la amistad es el motivo por el que suelo no hablar de las series que se estrenan, por miedo a no ser objetiva), sino por la agradable sorpresa que ha supuesto. Por eso, y porque el viernes se estren¨® en Filmin. Ramona (as¨ª se llama la pel¨ªcula) es una c¨¢psula del tiempo. Es una pel¨ªcula de la ¨¦poca en la que las pel¨ªculas no iban de nada, no contaban nada trascendente, y hablaban de la gente de a pie. Como Todo es mentira (el debut de Fern¨¢ndez Armero) o la olvidada Buscando un beso a medianoche. Tambi¨¦n tiene la austeridad t¨¦cnica del cine low cost en el que tantos nos refugiamos en aquellos fam¨¦licos primeros a?os de la d¨¦cada pasada.

Los personajes no pueden ser m¨¢s antip¨¢ticos: un director enamoradizo (excelente Bruno Lastra) y una treinta?era que quiere ser actriz (Lourdes Hern¨¢ndez) pero tampoco mucho. Les une (precisamente) un rodaje que, de ser real, generar¨ªa una de esas pel¨ªculas que estrenaban de tapadillo en los Cines Luchana (aquel cementerio de pel¨ªculas al margen del mercado) y que s¨®lo ve¨ªan los espectadores m¨¢s aventureros.

De Ramona me gusta todo: el guion, la direcci¨®n, los actores, la fotograf¨ªa, el sonido, el montaje. Todo me parece sencillo, elegante, y bonito. Este a?o tambi¨¦n se ha estrenado Voy a pas¨¢rmelo bien, que tiene estas mismas virtudes. Ver pel¨ªculas que s¨®lo quieren ser pel¨ªculas (y no panfletos, anuncios) me da la misma sensaci¨®n que tuve al quitarme la mascarilla por la calle: fue agradable respirar hondo otra vez. Y mi amiga, por cierto, se llama Roc¨ªo Cela.